¡Feliz jueves! No hay género más nuestro que el de la zarzuela. Quizá las más conocidas son las que se compusieron en el pasado siglo XX, pero el género se viene componiendo desde tiempos más antiguos, como en el caso del ejemplo de hoy.

Nos visita hoy José de Nebra Blasco (1702-1768), compositor aragonés nacido en Calatayud. Perteneció a una familia de organistas y compositores ilustres, primero en Calatayud y luego en Cuenca. Nuestro maestro de hoy marchó a Madrid y pudo completar sus estudios, llegando a ser organista del convento de las Descalzas Reales, puesto que consiguió siendo bastante joven; también ocupó un puesto importante en la casa de Osuna. En 1724 era maestro de la capilla real de Madrid, llena de músicos italianos. Con el ascenso de Fernando VI ocupó puestos más importantes y en 1761 fue nombrado maestro de música del infante Gabriel por decisión del rey Carlos III. Llegó a ser contratado por los duques de Medinaceli como proveedor de otras para la escena de sus representaciones privadas.

Una de ellas Vendado es amor, no es ciego. Fue estrenada en Madrid en 1744 y tiene libreto de José de Cañizares. Narra la historia del príncipe Anquises que tuvo un romance con Venus del que nació Eneas. Venus cede a las amenazas de Diana, haciendo que todo tenga un final feliz para Eumene la ninfa. Simultáneamente la pastora Brújula, se enzarza en una pelea con su admirador Títiro, sirviente de Anquises. La trama clásica con dioses griegos y romanos solía ser habitual. Escucharemos el aria cantada por Eumene que lleva el título El bajel que no recela.

La interpretación es de Alberto Miguélez Rouco (alto) y el Ensamble Los Elementos dirigido por Pablo Carballido.