‘Informe RD’ con análisis y el Documento Final del Sínodo

La agencia italiana Sir entrevistó al cardenal uruguayo Daniel Sturla y lo consultó sobre los climas, la excepcionalidad del respeto entre los candidatos, la situación del país. Compartimos extractos de ese intercambio que asombra luminosamente, no solo a otros países latinoamericanos, sino también a una Europa atravesada por la guerra, las migraciones forzadas y panoramas electorales locales que siguen impactando en el resto del mundo.

Uruguay es una excepción en América Latina porque es el país con la democracia más consolidada”, afirmó Sturla y describió un aspecto del pueblo uruguayo: “Aquí todos esperamos que los resultados van a ser limpios, nadie duda del gobierno, ni la oposición ni ningún partido sobre que los resultados electorales son respetados, si bien —sobre todo en estos días y por el hecho del balotaje— se da una cierta polarización, los dos candidatos se han saludado en más de una oportunidad en este mes en algún encuentro que han tenido y hay un sentido de respeto”.

Yamandú Orsi y Álvaro Delgado

Preguntado el cardenal sobre cuáles son sus esperanzas por el futuro del Uruguay en la óptica del bien común, Sturla respondió: "Una de las características del Uruguay es que hay escasa corrupción, es decir, uno ve a los políticos y vemos que buscan el bien común. En definitiva, uno cree que tanto un candidato como otro buscarán el bien común de la sociedad con la certidumbre de que uno de los puntos esenciales es tratar de levantar a ese porcentaje de uruguayos que viven bajo el nivel de la pobreza, que está en un 9%".

Sturla señaló con descriptiva claridad que el candidato ganador representa a la centroizquierda, que fue a la contienda electoral apoyado por el partido comunista que “si bien no tiene un caudal electoral muy alto si tiene mucha influencia sobre todo a través de los sindicatos” y que los principales desafíos del nuevo gobierno están en lo económico, en ir desarmando los núcleos duros de pobreza, “que ya son un tema cultural”, junto con la educación: “Hay mucho para hacer en un país que en un momento fue un ejemplo en lo educativo y hoy no lo es tanto”.

"Un paisito verde"

Así llamaba a su patria el escritor y poeta uruguayo Mario Benedetti. Análogamente y conservando sus matices, el cardenal Daniel definió así a la Iglesia uruguaya: “Pobre y libre, pequeña y hermosa”. Y se detuvo en un rasgo que marca al Uruguay en todas sus dimensiones: el laicismo.

Dijo Sturla: “El laicismo ha sido muy fuerte, ha logrado secularizar a la sociedad uruguaya sobre todo en los ambientes populares. A diferencia de otros países de América Latina donde el pueblo conserva la fe y participa en muchos actos de religiosidad popular, en el Uruguay esto no se da o se da en un porcentaje muy pequeño”.

Los uruguayos salieron a las calles a festejar los resultados en admirable convivencia democrática

Dado este escenario, la Iglesia “anuncia a Cristo y al mismo tiempo está presente en diversos ámbitos del quehacer nacional”, relata, “en la educación ya sea formal o no formal, conveniando con el Estado a través de distintas ONGs para la atención en los barrios más pobres de Montevideo, obras para gente en situación de calle, la trata de personas”.

“Hay católicos en todos los sectores de la sociedad, o sea que la Iglesia contribuye en este país pero”, aclara Sturla, “sobre todo está llamada a dar Gloria a Dios y a anunciar la salvación que Cristo y aquí hay un problema de comunicación, se nos hace difícil llegar como desearíamos y esto nos trae un desafío enorme”.

Conocer la realidad no es bajar los brazos

“Uno ve cómo personas en situación de dificultad, si se encuentran con Cristo su vida se transforma y salen adelante. En esto los evangélicos han sido más eficaces en la evangelización de los más pobres, hacen un anuncio muy explícito del carisma, el ‘Jesucristo que te salva’”, y sostiene que a la Iglesia uruguaya le falta un poco de “arrojo y parresía para anunciar a ese Cristo Salvador que transforma la vida”.

Sin embargo, al hacer un racconto de la vida eclesial en territorio, hay muchos frutos: parroquias, capillas, pastoral penitenciaria, ayuda a liberados de prisión, hospicio para personas moribundas que no tienen adónde ir, espacios tanto para jóvenes en adicción como los que ya están en recuperación, soluciones habitacionales.

La Iglesia dialoga

“Como arquidiócesis de Montevideo, Conferencia Episcopal y Consejo Permanente, hemos invitado a todos los candidatos a la presidencia antes la primera vuelta de las elecciones de octubre. Han venido cada uno por su parte con algún equipo propio. Les hemos presentado las inquietudes de la Iglesia y hemos sido muy bien recibidos. O sea que la Iglesia también procura el diálogo con los distintos actores políticos y sociales de la sociedad uruguaya”, aseguró el cardenal salesiano.