"Es necesario comunicar ideas con claridad, pero no alcanza. Hace falta testimonio y cercanía" Jorge Lozano: "Una vez un mozo en un café de Roma me dijo ‘¡el Papa habla como yo, entiendo lo que dice!’"

(ADN Celam).- En el marco del Jubileo 2025, entrevistamos para ADN Celam al presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Jorge Eduardo Lozano, quien se refirió a distintos aspectos de la comunicación eclesial actual y al Jubileo de la Comunicaciones que inicia la serie de Jubileos que se celebrarán durante este año, todos inspirados en el lema “Peregrinos de Esperanza”.

Jubileo: Más cerca del amor de Dios por su pueblo

¿Cómo le contamos a esa parte de mundo que lee las noticias de nuestra Iglesia, qué es un Jubileo y la significación de que el primer Jubileo de este año de la Esperanza sea el dedicado a la comunicación?

Un Jubileo es un Año especial en el cual palpamos más de cerca el amor de Dios por su pueblo. Así como un matrimonio se alegra siempre por su aniversario de casamiento, y de modo especial cuando cumplen 25 o 50 años de casados, se están cumpliendo 2025 años del nacimiento de Jesús, y lo celebramos de manera particular.

Cada Jubileo tiene un lema que nos ayuda a reflexionar y rezar en torno a un tema. En esta ocasión Francisco nos convoca a ser “Peregrinos de la Esperanza”.

El 24 de enero de cada año se celebra la fiesta de San Francisco de Sales, Patrono de la prensa católica, los periodistas y los escritores. Hace décadas en esa fecha los Papas dan a conocer el Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales que se celebra el Domingo de la Ascensión del Señor. En este contexto al Santo Padre le ha parecido bien establecer esta celebración en Roma convocando referentes de las Comunicaciones de todas las Conferencias Episcopales y diversos sectores dedicados a esta área.

Esperanza + comunicación = dimensión comunitaria

P: Desde su propia apreciación y sabiendo de su larga y variada experiencia en el ámbito de la comunicación, el periodismo, las redes sociales, ¿cómo evalúa la relación esperanza-comunicación tanto en su país, como en el mundo?

R: La Esperanza cristiana es un don de Dios; es Él quien la comunica a cada persona en particular y a la Iglesia como comunidad. Nadie se salva solo, estamos todos en la misma barca. Por eso no debemos descuidar esta dimensión comunitaria, somos parte del Pueblo de Dios convocados en una misma esperanza, como expresa el Apóstol San Pablo: “Traten de conservar la unidad del Espíritu, mediante el vínculo de la paz”. Y enseguida nos enseña algo que no debemos olvidar: “Hay un solo Cuerpo y un solo Espíritu, así como hay una misma esperanza, a la que ustedes han sido llamados, de acuerdo con la vocación recibida. Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo. Hay un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, lo penetra todo y está en todos” (Efesios 4, 3-6).

Jesús en el centro de toda comunicación católica

El arzobispo de San Juan de Cuyo en Argentina eligió marcar la fuente primigenia: “La comunicación de la Iglesia está centrada en un acontecimiento: Dios envía a su Hijo al mundo y entrega la vida por amor para nuestra salvación, y derrama al Espíritu Santo. La esperanza hunde sus raíces en la Pascua, que es ofrecimiento de vida nueva para todos. Cuando comunicamos con verdad y belleza, estamos compartiendo un mensaje de esperanza, que no lo debemos identificar con una mirada edulcorada o naïf”.

A Francisco lo entienden todos, todos, todos

P: Y ya acercándonos al gran comunicador de este tiempo de la Iglesia global, ¿qué destaca de los gestos, palabras, propuestas del Papa Francisco en su propia comunicación? ¿Qué espera sigue esperando de él, qué le sorprende, qué toma de su estilo comunicacional, si es que así fuera, que le parezca buena replicar?

R: Francisco es un gran comunicador. Sus gestos expresan cercanía, misericordia, sencillez. Se atribuye a San Francisco de Asís enviar a sus frailes diciendo “prediquen el Evangelio en todo tiempo, y de ser necesario usen palabras”. Y el Papa Bergoglio, al usar palabras en sus predicaciones y escritos lo hace con belleza y simplicidad. Una vez un mozo en un café de Roma me dijo ‘¡el Papa habla como yo, entiendo lo que dice!’.

Y continuó haciendo repaso de la comunicación papal: “Me sorprende cómo ante la multitud en la Plaza de San Pedro, o en uno de sus viajes, de pronto hace foco en un niño, o una persona enferma, o una pareja, y se acerca a bendecir o dialogar. No hay multitud anónima, no tiene mirada masificadora”.

“Es bueno y necesario comunicar ideas con claridad, pero no alcanza. Hace falta testimonio, cercanía, cobijo. En definitiva ser comunicadores del amor de Dios, que se hace palpable”, aseguró al finalizar el intercambio con ADN Celam.