Los Legionarios pasan de denostar a los abusados de Maciel a querer indemnizarlos La Legión de Cristo, prueba del algodón de la tolerancia cero del Papa
La indemnización que la Legión de Cristo estaría dispuestos a dar a algunas víctimas de pedofilia es un gesto importante, pero el asunto de fondo a resolver no es sólo ese, sino también el del imperio económico que ha construido en complicidad con las elites del país.
Así lo afirmó en entrevista el sociólogo y especialista en temas religiosos Bernardo Barranco, para quien el cambio de posición de los legionarios no es despreciable, pero es tan sólo una parte de un conflicto mucho mayor y con diversas aristas. Lo cuenta Fernando Camacho Servín en La Jornada.
La indemnización a Juan José Vaca y otras víctimas de Marcial Maciel (La Jornada, 1º de agosto de 2010) "es un gesto importante, sobre todo porque hasta hace poco los legionarios se negaban a admitir que eso había ocurrido".
Ahora, con el envío de Álvaro Corcuera, director general de la orden, para contactar a quienes fueron afectados por casos de pederastia, se produce "un cambio de 180 grados, y eso sólo se puede explicar con la presencia del delegado pontificial Velasio de Paolis".
El viraje fue posible, agregó Barranco, gracias a que el poder que el papa Benedicto XVI le confirió a su enviado es incluso mayor al de un superior de la orden. "Ahora De Paolis puede determinar todas las políticas de la Legión, y quitar a quien no le parezca, incluido Corcuera".
Este cambio de condiciones no será del agrado de la "vieja estructura" legionaria, "es evidente que habrá jaloneos y resistencias muy importantes, aunque hacia afuera parezcan aceptar los mandatos de Benedicto XVI con feliz sumisión".
La libertad que está mostrando el Papa para intervenir en la orden fundada por Maciel se debe en gran medida, explicó, a que los legionarios apostaban por el cardenal Angelo Sodano para suceder a Juan Pablo II, y eso los alejó del actual pontífice.
Las indemnizaciones, además, deberían servir para detener la campaña de hostigamiento contra las víctimas de pederastia, quienes muchas veces fueron perseguidas y denostadas por los aliados mediáticos de la Legión.
Sin embargo, el problema de fondo no es sólo el de los abusos sexuales de los sacerdotes, sino también el de la enorme estructura económica que Maciel construyó con la ayuda de los sectores más poderosos del país, y no siempre de forma transparente, señaló el especialista.
"Hay un hoyo negro en el tema de los dineros de la Legión. Muchos hablan de paraísos fiscales, otros de lavado de dinero y algunos más incluso de vínculos con organizaciones económicas que operan en la ilegalidad. Si Maciel era un tío torcido y su obsesión era obtener recursos, hay fundadas sospechas sobre el origen y manejo de ese dinero", apuntó.
El modelo de éxito de los legionarios se construyó "con lo que algunos llaman la pastoral del confort, la evangelización light de los ricos, con quienes tejen redes de complicidad para después movilizar cuantiosos recursos económicos. Este caso será un laboratorio para saber hasta dónde es capaz de llegar Benedicto XVI para sanear a la Iglesia".