"La figura del padre Carlos Mugica es para mí una referencia que me interpela" Monseñor Carrara: "El legado del Papa será irreversible, porque Francisco es un regalo del Espíritu Santo"

Gustavo Oscar Carrara (Buenos Aires, 1973) es el nuevo arzobispo de La Plata, pero no por eso olvida sus raíces personales y pastorales de los 'curas villeros' con los que compartió trayectoria durante más de 15 años. Ni de sus referentes, como el padre Mugica, cuyo "'martirio' convirtió su figura en un símbolo para nosotros".                      Sin caer en la descalificación total, critica las políticas de Milei, porque  "prácticamente se cortaron las políticas públicas de integración de barrios populares". Confiesa también que "sólo Dios sabe", si el Papa visitará su país natal, pero si lo hiciera sería "una bendición".

¿Le ha sorprendido el nombramiento como arzobispo de La Plata?

La verdad que sí, me ha sorprendido la designación. Estaba trabajando en la vicaría general de la Arquidiócesis de Buenos Aires, con el arzobispo Jorge, al que trataba de ayudar todo lo que podía. El año y medio con esa responsabilidad fue de gran aprendizaje para mí, sobre todo ver el valioso trabajo diario de una curia al servicio de la Arquidiócesis. Le resumo, sorprendido sí, pero con paz.

De alguna manera, ¿es un reconocimiento al movimiento de los curas villeros?

No me gusta entender el nombramiento como un reconocimiento a la trayectoria. Ante todo lo vivo como un envío, una misión.  Además soy consciente que no agoto la experiencia pastoral de mis hermanos y amigos curas villeros, con varios de los cuales compartí más de 15 años el trabajo pastoral en los barrios.

Me ha encantado su declaración de ser un obispo sobre todo en medio de su gente

Sí, fue en mi primer saludo a la arquidiócesis de La Plata. Me vino a la memoria del corazón el texto de EG 31 y lo parafraseé. "Querido pueblo de Dios, que peregrina en la arquidiócesis de La Plata, soy el padre Gustavo Carrara. El Papa Francisco me eligió para ser pastor en medio de ustedes, vienen peregrinando, me sumo a ese peregrinar. A veces estaré adelante animando a anunciar la alegría del Evangelio, mucho tiempo estaré en medio de ustedes, y así escuchar lo que hay en su corazón, sus gozos, sus angustias, sus tristezas y sus esperanzas. Compartiendo de corazón a corazón como uno más, y muchas veces caminaré un poquito más despacio buscando cuidar la fragilidad de algunos que necesitan ir más despacio en el camino de la vida en esta peregrinación, pero también a veces ir detrás implica dejarse guiar por la fuerza del Espíritu, que todos hemos recibido en el bautismo, esas inspiraciones que sobre todo los laicos tienen, de modos nuevos de anunciar a Jesús resucitado. Me confío de modo especial a sus oraciones, las necesito. Pídanle a la Virgen de Luján por mí de modo especial. He tenido la gracia de haber sido bautizado en Luján por eso la llevo en mi corazón y la quiero también compartir con ustedes. Esta devoción, que es devoción de todos los argentinos y también ahí en La Plata, seguramente. Muchas gracias, Dios les bendiga mucho".

¿Cómo arzobispo y como presidente de la comisión episcopal de Caritas los pobres seguirán siendo su referente?

Sí claro, nuestro sueño como Iglesia tiene que ser el de Jesús, llevar la Buena Noticia a los más pobres, a los más rotos y olvidados, y que estos más pequeños salgan a evangelizar, y desde allí a todos. Lo resume muy bien una frase de Francisco en la periferia de un barrio popular, en el campo de Kangemi en Kenia. Dice así: “el camino de Jesús comenzó en las periferias, va desde los pobres y con los pobres hacia todos”. 

¿La ordenación sacerdotal a manos del entonces monseñor Bergoglio imprime carácter en la mirada hacia los más desfavorecidos?

Soy testigo, como en Buenos Aires como Arzobispo el cardenal Bergoglio, nos invitaba a mirar la realidad con los ojos situados en las periferias geográficas y existenciales. Y eso evidentemente dejó su sello en mí.  

¿El padre Mugica seguirá siendo otro de sus referentes, para tener 'un oído en el Evangelio y otro en el pueblo'?

La figura del padre Carlos Mugica, es para mí una referencia que me interpela. La devoción que le tenemos al padre Carlos –los curas villeros-, se apoya y a la vez trasciende su rica biografía. Su sangre derramada más que una sorpresa, fue la consecuencia de un modo de vivir. Ese 'martirio' convirtió su figura en un símbolo para nosotros, se dio casi espontáneamente, aconteció. El padre Mugica se transformó en símbolo de una vida sacerdotal ofrendada a los más pobres. Él nos interpela, como si nos preguntara: ¿Qué pasaría si te pusieras realmente del lado de los más pobres? ¿Qué pasaría si realmente nos cautivara “el entusiasmo por vivir el Evangelio de la fraternidad y la justicia” (EG 179)? Es así que “nadie puede sentirse exceptuado de la preocupación por los pobres y por la justicia social” (EG 201). A la devoción creyente que le tenemos, se suma la luz que arroja su figura sobre todos los que luchan y trabajan por un mundo más justo y humano. Se convirtió así  en un icono de la lucha por la justicia social. Evidentemente el mejor camino para `entender´ al padre Carlos es amar a los pobres, tener amistad con ellos.

¿Los pobres están siendo descartados por el Gobierno de Milei?

Si tuviera que tomar algo positivo es que se está dando una baja de la inflación, que materialmente y emocionalmente afecta mucho cuando  crece. A su vez las transferencias de ayuda directa han aumentado, en la tarjeta alimentar o la AUH. Ahora bien, tengo que señalar que al cortar las ayudas a los comedores comunitarios, especialmente entre los movimientos sociales, hay personas concretas que se han quedado sin esta ayuda alimentaria. A su vez estos espacios siempre generan comunidad, y cuando pasa la demanda alimentaria, se dedican a otras necesidades y abrazan temáticas relacionadas con la educación, o el acompañamiento de los adultos mayores, o el dedicarse a jóvenes con problemáticas de adicciones. Por nombrar sólo algunos ejemplos. Las respuestas para no ser mecado-céntricas o estado-céntricas, necesitan de la presencia de la vida comunitaria. A su vez prácticamente se cortaron las políticas públicas de integración de barrios populares. En la Argentina hay más de 5 millones de personas que viven en villas o barrios populares y padecen la pobreza multidimensional. Esta política pública la transformaba la vida a los vecinos y vecinas de estos barrios. Debería volver inmediatamente.

¿Cree que habrá una buena recepción del Sínodo, para hacerlo carne y cultura?

Yo tengo mucha esperanza de que así sea, y  para ello cada uno debe hacer su aporte en primera persona. Francisco asumiendo el documento final del sínodo, ha resumido el significado de este caminar juntos así: “En términos simples y sintéticos, podemos decir que la sinodalidad es un camino de renovación espiritual y de reforma estructural para hacer a la Iglesia más participativa y misionera, es decir, para hacerla más capaz de caminar con cada hombre y mujer irradiando la luz de Cristo” (Nº28). Todo un programa dicho en forma muy breve: renovación, reforma, participación e irradiación misionera. En este tiempo del jubileo, estamos llamados a discernir, “a la luz del evangelio y de la experiencia humana” (GS 46), cuáles son los signos de nuestros tiempos que más necesitan ser transformados en signos de esperanza. Para ello, por mi parte tengo que escuchar mucho, para ir luego haciendo mi aporte como Pastor. Esto me entusiasma porque el camino sinodal empieza escuchándonos desde el corazón unos a otros, para ponernos juntos a la escucha del Espíritu Santo, el Espíritu que enciende la esperanza. Él nos impulsará a no quedarnos quietos, a no dejar que se estanque y se corrompa el agua de nuestro bautismo y a ser sembradores de esperanza, en el camino, al estilo de Jesús. 

¿Espera que el Papa termine visitando Argentina?

Solo Dios lo sabe. Estoy convencido que sería de una profunda alegría y una bendición su visita a la Argentina.

¿El legado del Papa Francisco será irreversible?

Sí claro, porque Francisco es un regalo del Espíritu Santo que nos invita a vivir el Evangelio de Jesús en la Iglesia y el mundo de hoy, y eso ya está dando sus frutos, y los seguirá dando.