El obispo de Ji-Paraná (Brasil), partidario de ordenar mujeres diáconos y de los 'viri probati' Monseñor Foerster: "Si la Iglesia hiciera opcional el celibato, quizás más curas lo vivirían por convicción"
Misionero del Verbo Divino, y de 63 años de edad, Dom Norberto, como le llaman, es partidario del celibato opcional, de ordenar a mujeres diáconos y de la absoluta urgencia de los viri probati para atender a las comunidades dispersas y faltas de una adecuada atención sacerdotal
“Todo pasa por la sospecha de algunos sacerdotes jóvenes extremadamente conservadores que tenemos en la diócesis. Están contra Francisco, contra la sinodalidad. Incluso hay sacerdotes jóvenes que simplemente queman los documentos que hemos escrito como obispos y no los pasan a los fieles"
“Como obispos [en el noroeste de Brasil], estaríamos muy abiertos a la ordenación de mujeres como diáconos. Y el celibato obligatorio no existe en la Iglesia desde hace siglos. Si la Iglesia hiciera opcional el celibato, probablemente habría más sacerdotes que realmente lo vivirían por convicción"
“Como obispos [en el noroeste de Brasil], estaríamos muy abiertos a la ordenación de mujeres como diáconos. Y el celibato obligatorio no existe en la Iglesia desde hace siglos. Si la Iglesia hiciera opcional el celibato, probablemente habría más sacerdotes que realmente lo vivirían por convicción"
“Tenemos que salir de nuestros castillos eclesiásticos y estar mucho más entre la gente”. Lo dice el alemán Norbert Foerster, obispo de Ji-Paraná, en Brasil, desde 2021, un país al que llegó hace 35 años y cuya diócesis, con 93.783 kilómetros cuadrados, tiene la extensión de las tres más grandes de Alemania. Misionero del Verbo Divino, y de 63 años de edad, Dom Norberto, como le llaman, es partidario del celibato opcional, de ordenar a mujeres diáconos y de la absoluta urgencia de los viri probati para atender a las comunidades dispersas y faltas de una adecuada atención sacerdotal. Sobre todo ello reflexiona en una interesante entrevista en Katholisch. También de la oposición que encuentra entre algunos jóvenes sacerdotes “extremadamente conservadores”.
“Nuestra diócesis tiene 24 parroquias y más de mil pequeñas comunidades misioneras básicas. Las parroquias son los centros administrativos. Pero la fe, en realidad, se vive a nivel de base, en las pequeñas comunidades y casas. Dos mujeres se han hecho cargo de la coordinación pastoral y tenemos una reunión mensual con los líderes laicos de las congregaciones, lo llamamos secretaría pastoral, que ayuda a determinar la dirección de la diócesis. Aquí las estructuras están muy cerca de la gente y, en mi opinión, también debemos mantenerlas delgadas para que el dinero vaya a las comunidades y no a estructuras diocesanas cada vez más grandes”, señala el obispo.
"Conozco a casados que podrían ordenarse"
La extensión y dispersión de estas comunidades es uno de los problemas más importantes, como se puso de manifiesto durante el Sínodo sobre la Amazonía. De ahí que Dom Norberto apueste sin dudas por la pronta implementación de los viri probati. “Sí, definitivamente”, contesta. Aunque hace una doble advertencia. Por un lado, “hay que ver que los hombres estén bien preparados y que haya una espiritualidad de servicio y no de dominación. Pero conozco a muchos hombres casados que creo que en realidad podrían ordenarse con la preparación adecuada”.
Y, por otro lado, subraya también que “el peligro es ciertamente que uno espera [de ellos] demasiado estudio y entonces ya no son los hombres sencillos de entre la gente común. Si miras en la Biblia, verás que Pedro era un pescador y otros apóstoles que fueron llamados, agricultores. Hay que tener un poco de cuidado de que los líderes de la iglesia local realmente mantengan un rostro indígena”, advierte.
Pero la necesidad del nombramiento de estos viri probati le parece inexcusable en diócesis como la suya. “Un sacerdote de mi diócesis ha de ir a muchas comunidades rurales unas tres o cuatro veces al año. A menudo es difícil, especialmente en la temporada de lluvias, cuando los caminos se embarran. Pero hay otras diócesis, aquí en la Amazonía, donde hace dos años que no hay un sacerdote en algunas parroquias. Las liturgias de la Palabra con la distribución de la comunión también son difíciles, porque las hostias consagradas no pueden permanecer mucho tiempo en el tabernáculo debido al clima, pues enmohecen. En estas áreas se está considerando si podría haber hombres casados que ya estén liderando la celebración de la Palabra y que, con un poco de preparación, también puedan celebrar la Eucaristía. La idea es que se podría, por ejemplo, ordenar a diáconos permanentes como sacerdotes para estas pequeñas congregaciones locales”.
Sin embargo, esta transformación eclesial, que bebe de una concepción sinodal, no acaba de ser bien vista por todos en la diócesis de Dom Norberto, que tiene identificadas claramente las dificultades, según señala al Katholisch. “Todo pasa por la sospecha de algunos sacerdotes jóvenes extremadamente conservadores que tenemos en la diócesis. Están contra Francisco, contra la sinodalidad”. “Incluso -añade- hay sacerdotes jóvenes que simplemente queman los documentos que hemos escrito como obispos y no los pasan a los fieles. No van a las reuniones en la que los laicos están presentes y tienen algo que decir. Pero también hay otros grupos extremadamente conservadores política y religiosamente que influyen en mucha gente a través de las redes sociales y destruyen así el espíritu profético”.
“Ser el buen pastor de estos sacerdotes realmente me hace pasar un mal rato. No quiero gobernar y castigar de forma jerárquica-autoritaria. Pero no es fácil iniciar una conversación"
“Ser el buen pastor de estos sacerdotes realmente me hace pasar un mal rato. No quiero gobernar y castigar de forma jerárquica-autoritaria. Pero no es fácil iniciar una conversación. Cuando visito comunidades rurales, el sacerdote y yo solemos ir juntos. Las distancias son muy grandes, por lo que tienes mucho tiempo para intercambiar en el camino. Sin embargo, algunos de estos sacerdotes conducen deliberadamente en una dirección diferente para evitar esto. Desafortunadamente tengo que vivir con eso”, lamenta el obispo alemán.
Celibato opcional y diaconisas
“[Estos sacerdotes] no implementarán nada de lo que se ha decidido junto con el pueblo de Dios. Algunos de ellos tratan por todos los medios de impedir que haya grupos bíblicos en las comunidades. Entonces trato de decirle a la gente de allí: el cura local no quiere eso, pero tienes que saber que tu obispo lo quiere mucho”.
Y si encuentra resistencias en este tema, mucho más en otras cuestiones sobre las que se manifiesta también el pastor. “Como obispos [en el noroeste de Brasil], estaríamos muy abiertos a la ordenación de mujeres como diáconos. Y el celibato obligatorio no existe en la Iglesia desde hace siglos. Si la Iglesia hiciera opcional el celibato, probablemente habría más sacerdotes que realmente lo vivirían por convicción, en lugar de simplemente tener que soportarlo para convertirse en sacerdote. Creo que la Iglesia debería pensar en eso, aunque no resuelva todos los problemas”.