Realizan homenaje póstumo al padre de la teología popular en El Salvador "José María Castillo sembró esperanza y evangelio en nuestro pueblo"

La comunidad Dimas Rodríguez al norte de la capital salvadoreña, realizó un homenaje póstumo al sacerdote jesuita  de origen español, José María Castillo, quien falleció a los 94 años en noviembre de 2023. Sin embargo, la comunidad  se enteró de la triste noticia a finales de enero de 2024, por lo que organizó un acto donde se pidió al creador por  el eterno descanso de Pepe como cariñosamente le llamaban y, a la vez, rendir un tributo por su valiosa contribución  en la transformación de la comunidad que, cuando la visitó por primera vez a finales de la década los noventa, era  un asentamiento humano con munchas carencias al ser personas desmovilizadas de las fuerzas insurgentes producto de los Acuerdos de Paz de 1992.  

Al constatar personalmente la múltiples necesidades, José María Castillo organizó a un grupo de personas altruistas en  Granada, España, quienes iniciaron apadrinando a todos los niños y niñas para garantizar su educación,  posteriormente se construyó un kínder y dos solones de clases para los infantes de primaria, ya que la escuela más  cercana quedaba a más de un kilómetro de distancia entre las montañas, también se inició un programa de  alimentos para los escolares de primaria, el cual años más tarde, se extendió a las personas adultas mayores y  personas con discapacidad.

Con la colaboración de las personas de la comunidad que, gracias a su capacidad de  autogestión, buena administración de los recursos y aporte en mano de obra se procedió a construir un centro usos  múltiples, equipado con computadoras y aire acondicionado para que los estudiantes pudieran hacer sus tareas, se  pudiera recibir consultas médicas y otras actividades comunitarias.  

Tras dos décadas de apoyo, en 2015 el sacerdote Jesuita visitó por última vez la comunidad Dimas Rodríguez y se  sorprendió de la importante transformación, pero a la vez, se sintió conmovido y satisfecho por todo el desarrollo  alcanzado en ese caminar juntos. En su mensaje habló de la importancia de las convicciones para generar cambios: 

 "Si estamos convencidos que podemos cambiar, el cambio se va a producir, ¿quiénes lo verán? no lo sé, pero de  lo que estoy persuadido es que, si tenemos estas convicciones firmemente arraigadas, es lo que ha hecho posible lo  que he vivido esta mañana. El futuro no lo veré, pero estoy seguro de que con estas convicciones el futuro es  incontenible, es imparable, es más potente y más poderoso que todo lo demás" (Castillo, José María, 2015). 

Los habitantes de la comunidad Dimas Rodríguez recordaron, entre lágrimas, el mensaje y ejemplo dejado por el  padre Pepe, quien marcó las vidas de más de treinta familias en el distrito de El Paisnal, tierra del Beato Rutilio  Grande, razón por la que compartieron anécdotas y destacaron el legado desde su visión de humanizar el evangelio  y a Jesús de Nazaret a través de la obra apagado a la justicia y la hermandad. 

José María Castillo ha dejado una huella muy profunda y a la vez, sembró la esperanza en un grupo de personas que, gracias al apoyo tanto de Pepe como de otras personas e instituciones, en esta aldea rural, las familias gozan actualmente de todos servicios básicos, infraestructura para uso educativo y comunitario, más de una docena de  jóvenes ahora son profesionales y pueden garantizarse mayor prosperidad, logros que difícilmente se hubiesen  alcanzado sin la decidida contribución de Pepe.