Un centenar de de mandas por abuso sexual a menores La pederastia amenaza con la bancarrota a una diócesis en Nueva York
El Obispado de Rockville se encuentra en "una situación financiera cada vez más grave", y hasta la fecha ha pagado 3,7 millones de dólares en indemnizaciones
"Están enfrentando a los feligreses contra los jóvenes que sufrieron abusos horribles en un intento continuo de negarse a aceptar la responsabilidad", asegura el abogado de las víctimas
| RD/Efe
Una de las diócesis católicas en Nueva York, y de las más grandes del país, ha amenazado con seguir los pasos de otras dos en este estado que se acogieron a la declaración de bancarrota si un juez no detiene las casi 100 demandas por abuso sexual infantil que afronta en los tribunales.
El Centro de la Diócesis de Rockville, en Long Island, que atiende a más de 1,4 millones de católicos en los condados de Nassau y Suffolk, asegura encontrarse en una "situación financiera cada vez más grave", según documentos judiciales, informó este sábado el New York Post.
La diócesis, dirigida por el obispo John Barres, ha pagado hasta ahora 3,7 millones de dólares para defenderse de 94 demandas presentadas contra ella basadas en la Ley de víctimas infantiles de Nueva York, que entró en vigor el año pasado y proporciona una ventana legal para reanudar reclamaciones de abuso de décadas de antigüedad.
Además, esto ocurre en momentos en que ha visto reducidos sus ingresos debido a la pandemia de covid-19.
"Un procedimiento de bancarrota podría poner en riesgo todos los bienes de la diócesis ", dijo al periódico Michael Dowd, un abogado de presuntas víctimas que calificó la amenaza de la diócesis de "insensible".
Si se acoge a la bancarrota, la Diócesis de Long Island estaría siguiendo los pasos de las de Rochester y Buffalo, en el norte del estado, por las mismas razones.
"Están enfrentando a los feligreses contra los jóvenes que sufrieron abusos horribles en un intento continuo de negarse a aceptar la responsabilidad", acusó el abogado Dowd.
Según los documentos judiciales divulgados por el periódico, la bancarrota es "un último recurso" y no se trata de "un intento de darle la espalda a las víctimas o proteger a los depredadores de cualquier castigo que merezcan".
Esta diócesis cuestionó en una corte la legalidad de la nueva ley para víctimas de abuso sexual pero un juez de la Corte Suprema de Nassau decidió que "es una respuesta razonable para remediar la injusticia del abuso sexual infantil en el pasado", decisión que también ha apelado.
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