Hace unos días, una gran foto del Papa Francisco, muy bien elegida y acompañada de un texto intencionado y tendencioso, aparecía en la paneles publicitarios de Roma, y particularmente en los alrededores del Vaticano. De noche y con alevosía, una legión de lacayos, seguramente voluntarios, ya que la causa les valía la pena, realizaron esta felonía. Si es alguna empresa podría, antes o después, algún empleado largar más de la cuenta. ¿Quiénes? ¿Cuántos? ¿Por cuenta de quién…?

Una acción, sin duda, de guante blanco o rojo, muy propia de las antiguas conjuras palaciegas de la Roma Renacentista. Probablemente los inspiradores e instigadores quedarán en la sombra. Es ahí donde mejor se mueven. Para cerrar la jugada, habrán buscado algún chivo expiatorio, que asuma la responsabilidad, por si acaso la policía lo descubre. Desde luego, alguien tiene que haber visto algo. En una ciudad como Roma, siempre hay ojos en todas partes y a todas horas. Tiempo al tiempo…o, quizás, algún arrepentido o interesado cantará.

Lo evidente, es que hay personajes que están muy nerviosos e intentan socavar la buena imagen del Papa Francisco ante sus diocesanos romanos y ante el mundo entero. El objetivo no es otro. La foto del Papa muy bien elegida para esta finalidad: un gesto serio, adusto, en una palabra, de enfado. Papalmente cabreado: ¿Acaso el Papa no tiene derecho enfadarse y expresarlo, entre otras cosas, por la palabras y obras de la gentuza que han promovido esta acción? Evidentemente han tenido acceso a un archivo fotográfico muy variado y completo para elegir, justamente esta foto. Esta elección denuncia claramente sus perversas intenciones: destruir con una imagen, la “imagen” del Papa. ¡Qué inocentes o ignorantes!

El texto no tiene desperdicio: "France', has intervenido congregaciones, has destituido a sacerdotes, has decapitado a la Orden de Malta y a los Franciscanos de la Inmaculada, has ignorado a cardenales... pero, ¿dónde está tu misericordia?”. Lo de “France”, creo que es por el dialecto romano. Han querido atacarle donde más le podía doler…en la misericordia. Sin embargo, se han pegado un tiro en el pie, porque todo el mundo sabe que, hasta ahora, lo que ha tenido el Papa con esa gente es demasiada paciencia y misericordia.

Todos los Papas han intervenido, de manera más o menos justa, “Congregaciones” y destituido “sacerdotes”, si ha sido necesario. ¿Acaso mantendrían estos señores a una Congregación con un claro sesgo antievangélico? ¿O cambiarían simplemente de lugar a un sacerdote palmariamente pederasta? Demasiado tiempo se toleró a tipos como Maciel, pululando por el Vaticano. Misericordia siempre, pero también justicia, y después de ella, de nuevo misericordia.

En cuanto a la Orden de Malta, a mi me parece que está claramente siendo utilizada para atacar al Papa. Se impone un poco de serenidad y de cordura. Y si su objetivo fundamental es la ayuda caritativa, con todos mis respetos, no escuchen otras propuestas, vengan de quien vengan. Respecto a los Franciscanos de la Inmaculada, cualquier intervención ha sido precedida por una exhaustiva y rigurosa investigación. De los cardenales… Los posibles conjuradores aburren.

Por todo lo dicho, el anonimato es bastante relativo. El texto lleva tres firmas (la Orden de Malta, los Franciscanos de la Inmaculada, cardenales), y si no es así, que lo desmientan, antes de ser acusados por algún juez. Por supuesto que negarán cualquier participación en la “pegada” de carteles ¿electoralista?, pero de momento su nombre aparece. Por eso al menos formalmente deberían hacerlo.

Evidentemente, estas acciones, por su naturaleza perversa, no pueden llevar nombres y apellidos, pero no hace falta ser un “Sherlock Homes” para adivinar por donde van los tiros. Tendré que arrepentirme de los malos pensamientos. A pesar de esto, esta iniciativa no me parece ni siquiera propia de príncipes maquiavélicos. Se acerca más a una chapuza, impropia de príncipes y caballeros, pero el tiempo lo dirá o a lo mejor nunca lo sabremos. En cualquier caso, la gente no es tonta, y sabe muy bien, que cuando atacan al Papa Francisco de una manera tan burda es porque esos individuos están defendiendo intereses oscuros. No sería de extrañar que tentaran alguna otra maniobra para desacreditar al Papa. La Gendarmería Vaticana tendrá que hacer horas extras por culpa de estos desalmados. Y, esperemos que, si la policía descubre algo lo haga público, con pelos y señales y con nombres y apellidos, para que los ciudadanos podamos conocerlo y sacar nuestras conclusiones.