La concertada, de nuevo, en pie de guerra en Valencia

De nuevo la enseñanza concertada está en pie de guerra en la Comunidad Valenciana. La Consellería de Educación, a la espera de las alegaciones de los centros educativos, ha dictaminado el cierre de 31 aulas de 1ª de Bachillerato para este curso 2017-18. Esto conlleva que en torno a 1085 alumnos no podrán estudiar este curso en los centros que ellos o sus padres desean. El curso 2018-19 serán, por lo tanto, 62 aulas menos. Todo esto, lógicamente, supondrá despidos de profesorado y personal de administración y servicios. Y quebraderos de cabeza para muchas familias, que tendrán que buscarse la vida, en centros impuestos, pero no deseados. Una situación absolutamente inaceptable desde todos los puntos de vista.

Estas tensiones hacen cada vez más necesario un “Pacto por la Educación” a nivel nacional, y de obligado cumplimiento para la comunidades autónomas, que consagre definitivamente, la doble línea educativa (pública y privada-concertada) en igualdad de condiciones. A nivel estatal, en las grandes líneas generales; y a nivel autonómico en los temas, fundamentalmente lingüísticos. No podemos, ni debemos marear continuamente a los alumnos, que al final son los que más sufren en su formación las veleidades de los políticos de turno.

Los centros afectados por la supresión de las aulas, razonablemente, quieren presentar batalla en la calle a la Consellería, ya que la mayoría de ellos tienen una amplia trayectoria de servicio educativo, y al mismo tiempo, demanda suficiente para llenar las aulas previstas. Sin olvidar que se trata de centros con amplias apuestas por las innovaciones tecnológicas y logros pedagógicos. Y, si se han suprimido aulas de centros que discriminan, hoy por hoy, son aceptables legalmente. Por lo tanto es ahí donde se ve, también, la carga ideológica del gobierno de la Generalitat Valenciana. Un brindis al sol, que nos hará perder, seguramente bastante dinero público, en juicios innecesarios.

Y, por lo tanto, estos centros educativos afectados no entienden la arbitrariedad de esta medida. Por eso no tienen más remedio que acudir a la solidaridad de todos los centros de la Comunidad Valenciana con el fin de presionar al Gobierno Valenciano, y que no se pierda ni una sola aula. De ahí que el próximo sábado, día séis de mayo, a las 18:30, han convocado una manifestación que esperan sea multitudinaria, como la recientemente celebrada en Aragón. Para coordinar iniciativas han creado una plataforma (www.libertaddeenseñanza.es), con el lema siguiente: #LibertadDeEnseñanza27.1.).

Esta imposición del Conseller de turno, de Compromis, pone en evidencia que el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig está absolutamente secuestrado por sus socios de Gobierno. Desde el primer momento, sus ancestrales ansias de gobernar en la Comunitat Valenciana le han convertido en un títere de Compromis. Esto es palmario, y le puede complicar su reinado en esta Comunitat, a corto plazo, teniendo en cuenta que se puede equivocar de caballo en sus cuitas internas. El se orienta claramente hacia Susana Díaz. Esto es harina de otro costal, pero era necesario mencionarlo, ya que aquí está la madre del cordero…Las pasadas elecciones generales, y sus proyecciones en la Comunitat Valenciana, supusieron un retroceso electoral importante, incomprensible para los gobernantes actuales de misma, atribuible, entre otras cosas, a decisiones erróneas en muchos ámbitos, entre ellos, el educativo.

En estos momentos, lo sabio y prudente sería rectificar, a la espera, al menos de un pacto educativo en la Comunitat Valenciana. Tensionar de esa manera la vida de las familias y de sus hijos, solamente conduce al rechazo más absoluto, por parte de la sociedad, de esas políticas, que son percibidas por la mayoría de la gente, como sectarias y totalitarias, incomprensibles en un sistema democrático y de libertades.
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