Levantado popr los dominicos para memoria del milagro eucarístico El monasterio de los Corporales de Llutxent cumple 600 años
Fue Universidad y centro de preparación de los Dominicos que iban a misionar América en el siglo XVI
Actualmente es propiedad de la Diputación de Valencia y cada 24 de febrero se celebra en él la memoria del portentoso hecho
En el lugar hoy se alza aún, por suerte, un monasterio que se erigió hace 600 años y fue confiado a los Dominicos
El suceso del memorial se produjo cuando estando las tropas cristianas acantonadas cerca del castillo musulmán de Xio, cercano a Lutxent, asistiendo a Misa, se lanzaron sobre ellos los moros que se resistían a dejarse ganar y saquear por los cristianos. La celebración quedó interrumpida y el sacerdote oficiante escondió las Sagradas Formas preparadas para la comunión en unos arbustos. Concluyó la batalla con victoria cristiana y las hostias aparecieron ensangrentadas, porque habían manado sangre, cuenta la tradición
En el lugar hoy se alza aún, por suerte, un monasterio que se erigió hace 600 años y fue confiado a los Dominicos
El suceso del memorial se produjo cuando estando las tropas cristianas acantonadas cerca del castillo musulmán de Xio, cercano a Lutxent, asistiendo a Misa, se lanzaron sobre ellos los moros que se resistían a dejarse ganar y saquear por los cristianos. La celebración quedó interrumpida y el sacerdote oficiante escondió las Sagradas Formas preparadas para la comunión en unos arbustos. Concluyó la batalla con victoria cristiana y las hostias aparecieron ensangrentadas, porque habían manado sangre, cuenta la tradición
| Baltasar Bueno corresponsal en Valencia
Cada 24 de febrero, Llutxent celebra la fiesta de los Sagrados Corporales en memoria de un milagro eucarístico allí acontecido en 1239, en el fragor de una batalla entre moros y cristianos, cuando las tropas jaiminas iban de pelea en pelea conquistando el reino moro de Valencia.
En el lugar hoy se alza aún, por suerte, un monasterio que se erigió hace 600 años y fue confiado a los Dominicos, que regentaron conventos en los mejores lugares del territorio de la Corona de Aragón. El conjunto arquitectónico, a pesar de las variopintas vicisitudes acaecidas, sigue en pie y en camino de la plena restauración, labor a cargo de la Diputación, que iniciara y mimara un gran alcalde que tuvo el pueblo José Miguel Aranda, culto y patrio, de los políticos que tanta falta hacen vista la mediocridad reinante. El Monasterio, propiedad de la Diputación de Valencia, es un lugar con encanto, cargado de historia y sentimientos, destinado a eventos culturales y sociales bajo la dirección del Ayuntamiento. En 1982, fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional.
Se alza sobre una colina cercana al pueblo y los poderosos frailes lo dedicaron a universidad donde preparaban a quienes iban a misionar el nuevo mundo, América, saliendo de allí remesas y remesas de evangelizadores, de entre ellos los que desembarcaron en la hoy Republica Dominicana. El paraje es estratégico, de ahí que los romanos se asentaran en el lugar, aunque más con fines militares, por ser paso de caminos entre el interior y la costa, control y puesto fronterizo del Valle de Albaida, que agradó y convino también a los musulmanes.
Hecha cristiana por la fuerza de las armas, primer señor de Llutxent fue un caballero siciliano, que peleaba en las filas cristianas, Juan de Próxita, cuya familia recibió en pago pueblo, casas y término. Esta familia sería la que donaría tierras y solar a los Dominicos para edificar allí monasterio, al ser uno de los frailes del convento de santo Domingo de Valencia, Miquel Just, capellán y confesor de la familia. El cenobio se dedicó a memoria histórica hecha de piedra y espiritual del Milagro de los Corporales.
El suceso del memorial se produjo cuando estando las tropas cristianas acantonadas cerca del castillo musulmán de Xio, cercano a Lutxent, asistiendo a Misa, se lanzaron sobre ellos los moros que se resistían a dejarse ganar y saquear por los cristianos. La celebración quedó interrumpida y el sacerdote oficiante escondió las Sagradas Formas preparadas para la comunión en unos arbustos. Concluyó la batalla con victoria cristiana y las hostias aparecieron ensangrentadas, porque habían manado sangre, cuenta la tradición. Una de las diversas versiones de esta tradición lo cuenta así:
“E lo preure desplegant los corporals, noy troba nenguna de les cinch hosties consagrades sots specie de pa. Mes sols troba en los dits corporals cinch senyals, quasi emprenptats en lo drap dels dits corporals de la quantitat de les hosties. Empero eren los senyals no de color de pa, anseren de color de carns sangonosa, de la cual cosa admirat e territ lo preure, estaua que no sabia que fes ni que digues”.
Como el grueso del ejército conquistador era aragonés, los Corporales se los llevaron a Daroca, en cuya Basílica Colegiata son conservados y venerados, siendo objeto de grandes peregrinaciones a lo largo de la historia.
Primitiva ermita
En 1423, o 1422, según la calendación elegida, Olfo de Próxita y Cervellón, VII señor de Luchente, entregó una primitiva ermita que había hecho su familia y señalaba el lugar del milagro y terrenos colindantes a los Dominicos de Luchente para que formaran convento, quienes llegaron a poseer aquí 1.500 hanegadas de viñedos.
Partiendo de este ermitorio, ñas obras fueron comenzadas por Olfo de Próxita, continuadas por su hijo Joan y luego por su nieto Nicolás. En 1474, sería declarado el convento sede de un "Estudi General" por bula del Papa Sixto IV. En 1492, fue comenzó a ser levantada la iglesia.
En 1811, Guerra de la Independencia, los franceses asaltaron el convento y como hicieron en todas partes saquearon sus dependencias e iglesia. Se llevaron sus obras e arte a París para venderlas a marchantes y obtener dinero con que financiar los gastos de la guerra. El Estado español posteriormente incautó el monasterio cuando la Desamortización de Mendizábal. Se apropió de sus bienes y expulsó a los frailes. Lo subastó todo y el cenobio pasó a manos privadas, sirviendo de casa de campo almacén hasta que en 1990 lo compró la Diputación.
La fábrica del Monasterio es básicamente del XV, muy reformado en el XVIII. A pesar de los avatares de la historia queda el sello histórico de su importancia y función. Llama la atención su claustro de dos pisos, de planta cuadrada, con arcos. En su centro hay un pozo. El claustro en su configuración actual es del XVIII, sucesor de un claustro medieval anterior, destrozado en la Guerra de Sucesión. A los frailes les dieron por todos los lados. En la guerra contra el francés, los frailes se posicionaron contra el invasor y lideraron la lucha popular. Uno de ellos fue nombrado capitán de las milicias nacionales en la zona.
En nuestra pasada guerra civil, siendo ya de propiedad privada, la iglesia del convento no se libró de los pirómanos de turno y entre otras cosas quemaron el retablo del altar mayor, del siglo XVI. La mesa del altar mayor está colocada sobre el lugar donde se oficiaba la misa el día del milagro. Ya los Corporales en Daroca, el Consejo y Cabildo de esta ciudad enviaron dos legados a Roma para informar al Papa del Miracle de Llutxent, llamado también Milagro de los Corporales de Daroca. El pontífice Urbano IV quedó tan impresionado por lo que le contaron que fue uno de los motivos que le llevaron a instituir la fiesta de Corpus Christi en la Iglesia Universal en 1264, mediante la Bula “Transiturus de hoc mundo”. El obispo Huc de Fenollet en 1355 instituiría la fiesta de Corpus Christi en Valencia también impresionado por este milagro y el que le quedaba más cercano en fecha y ubicación, el Miracle dels Peixets de Alboraya.
En 1787, fue representado en la plaza Mayor de Llutxent, un simulacro teatral de la batalla del castillo de Chio, en cuyo contexto ocurrió el Milagro de los Corporales de Llutxent, comedia intitulada “La conquista de Valencia y el milagro de Luchente”, obra del dominico fray Tomás Torres, del que traemos aquí el fragmento donde se relata el hallazgo por el sacerdote de las Sagradas Formas ensangrentadas:
“Escondí, como ya os dije, / debajo una dura piedra,/ por la turbación que tuve, / al que los cielos gobierna/ y ahora veo que están/ todas las formas sangrientas./ Mirad vueltas en rubíes/ fnos las preciosas perlas. Mirad el cándido armiño/ trocado en púrpura bella.” El historiador y cronista Vicente Boix la refundiría y adaptaría “a la escena moderna” la obra.
A mediodía, habrá Misa en la iglesia del antiguo monsterio, presidida por el obispo auxiliar de Valencia, Javier Salinas, y por la tarde procesión con el Santísimo hasta la iglesia parroquial del pueblo, haciendo estación en la ermita de la Virgen de la Consolación, decorada con preciosos azulejos de Manises del XVIII, donde se describe pictóricamente el suceso del milagro. Asistirán representaciones de Daroca y Carboneras de Guadazón.
Etiquetas