Para responder a esta questión vamos a tomar el ejemplo de Wilhelm Richard Wagner, que murió de un ataque al corazón mientras estaba de vacaciones en Italia, el 13 de febrero de 1883. Casi exactamente cincuenta años después, el 30 de enero de 1933, Hitler fue nombrado canciller de Alemania.Tras la muerte de Wagner los movimientos nacionalistas europeos estaban perdiendo el romanticismo idealista de 1848, y adquiriendo matices de militarismo y agresión en el país germano debido a la toma de posesión y la unificación de Alemania por Otto von Bismarck en 1871. Es en este momento cuando el wagnerismo se convirtió en una especie de religión, una religión de la música, cuyo templo era Bayreuth, teatro de ópera construido por el propio Wagner, y cuyas sagradas escrituras eran ‘El anillodel nibelungo’ y ‘Parsifal’. Wagner se convirtió en el ídolo de los simbolistas, del nacionalismo alemán, de los nazis
El Círculo de Bayreuth estaba respaldado por Cosima Wagner, su esposa, cuyo antisemitismo era considerablemente menos complejo y más agresivo que el de su difunto esposo. Además, en el círculo había autores cuyos textos y tratados se convirtieron en lecturas obligadas para los nazis. Hay que recordar que se había incrementado el antisemitismo en Alemania debido al crak de la bolsa en Viena, que causó una crisis económica, y los pogramos (linchamientos y expolios de bienes) contra los judíos en el Imperio ruso, que causaron una gran ola de inmigración. En este contexto, fue el propio Wagner quien sugirió la idea de que se debería construir una Nueva Germania fuera de Europa, porque Europa ya estaba bajo demasiado control judío.
Su sueño era claro: crear un área donde poner en práctica sus ideas utópicas sobre la superioridad de la raza aria, lejos de la influencia de los judíos, a quienes despreciaba. Siguiendo esta inspiración, en 1887, Elizabeth Nietzsche, hermana de Friedrich Nietzsche, con su futuro esposo, Bernhard Förster, ambos viajaron a Paraguay, junto con varias familias alemanas más, y fundaron Nueva Germania. Se da la circunstancia de que, el mismo día de la muerte de Wagner, Friedrich Nietzsche, que tenía entonces treinta y ocho años, se encontraba en Rapallo (Italia), completando la primera parte de Also sprach Zarathustra (Así habló Zaratustra), que proclama la muerte de todos los dioses y la llegada del Übermensch (superhombre). Nietzsche escribió más tarde que había terminado su tarea “justamente en esa hora sagrada en la que Richard Wagner murió en Venecia”. Después de ver los periódicos al día siguiente, pasó varios días enfermo en la cama, anonadado. Bernhard Förster, el cuñado de Nietzsche, se enteró de la noticia en Asunción (Paraguay), donde estaba realizando los preparativos para establecer una colonia aria. “Qué mazazo es oír que Wagner ha partido al Nirvana”, escribió Förster a un amigo, sin saber que, pocos días antes de su muerte, el compositor había expresado sus dudas sobre el proyecto de Paraguay.
Tras la muerte de Cosima Wagner y de su hijo Siegfried, la viuda del también nieto de Franz Listz, Winifred, se encargó de la organización del Festival de Bayreuth. Y es de notar que ella tenía una cercana amistad con Adolf Hitler. Tan cercana era su relación, que cuando Hitler estuvo en la cárcel escribiendo Mein Kamp (Mi Lucha), Winifred le mandaba todo lo que necesitaba para que pudiera seguir redactando.
Hitler era un gran admirador de Richard Wagner y su música. Gustaba de ir a sus óperas y estaba fascinado por la grandilocuencia de su música. Incluso su antisemitismo pudo influir en su punto de vista, ya que consideraba a Richard Wagner como un lider visionario alemán. De ahí que lo convirtiese a en un culto nacional, al menos durante el inicio de su mandato. Lo que buscaba el Führer era usar la música de Wagner para “nazificar” la cultura alemana. Un ejemplo de esto es la utilización de sus composiciones en los documentales, como El Triunfo de la Voluntad, dirigido por Leni Riefenstahl. Pero, aunque las óperas de Wagner reflejan una visión del mundo nacionalista que hace eco a la del nazismo, no pueden describirse como música nazi.