Carta semanal del cardenal Omella El Seminario, una familia que crece
¿Cómo va el Seminario? ¿Cuántos seminaristas hay en Barcelona? Estas son algunas de las preguntas que muy a menudo respondo allá por donde voy, ya sea en el marco de la visita a una comunidad cristiana, en un encuentro con intelectuales o con familias. El Seminario, por el motivo que sea, interesa
¿Cómo va el Seminario? ¿Cuántos seminaristas hay en Barcelona? Estas son algunas de las preguntas que muy a menudo respondo allá por donde voy, ya sea en el marco de la visita a una comunidad cristiana, en un encuentro con intelectuales o con familias. El Seminario, por el motivo que sea, interesa.
Hoy, en la proximidad de la fiesta de San José, celebramos el «Día del Seminario». Etimológicamente, la palabra seminario significa lugar donde crecen las semillas (semina en latín). Dentro del ámbito de la Iglesia, es el espacio donde se acogen y acompañan las semillas de vocación sacerdotal en un clima de familia para que, poco a poco, vayan brotando futuros servidores de Dios y de la comunidad. Hoy es el día en el que los cristianos tomamos conciencia de una manera particular de la importancia del Seminario, rezamos con intensidad por las vocaciones al sacerdocio y colaboramos económicamente para su sostenimiento.
¿Todavía hay jóvenes que quieren ser sacerdotes? -me preguntan a menudo. Pues, sí. Tengo la alegría de informaros que este curso han comenzado 10 jóvenes en el Seminario Conciliar de Barcelona. En nuestro seminario viven y se forman un total de 43 seminaristas; 34 son de la archidiócesis de Barcelona y 9 de la diócesis de Sant Feliu de Llobregat. Son jóvenes con estudios universitarios y algunos, incluso, con experiencia laboral. La misión del Seminario es ayudarles a completar la formación humana, espiritual, intelectual y pastoral para su futuro servicio. Una misión que pondrán al servicio de la Iglesia y de toda la sociedad.
Hoy tengo el placer de comunicaros que esta tarde a las cinco, en la basílica de la Sagrada Familia, ordenaré a seis nuevos diáconos: Carles Bosch, Alberto Para, Carlos Pérez, Pablo Pich-Aguilera, Antonio Vidal y Agustí Vives. Los seis están haciendo la etapa de formación pastoral en diversas parroquias y uno de ellos estudiando en Roma. Serán diáconos que, Dios mediante, recibirán más adelante la ordenación sacerdotal. ¡Demos gracias a Dios!
«El Seminario, misión de todos» es el lema del Día del Seminario de este año. Es realmente así. El Seminario es una misión de las familias, porque muy a menudo las vocaciones nacen en el seno de una familia que comprende y acompaña al joven llamado a ser sacerdote. El Seminario es también misión de los mismos sacerdotes. Con nuestra entrega generosa y nuestra alegría despertamos en los jóvenes la vocación que llevan en su interior. El Seminario es también misión de la sociedad que respeta y ama la entrega total que hacen estos jóvenes al servicio de Dios y de los hombres. ¿No os parece impresionante que un joven renuncie a tantas cosas para darse a Dios y a toda la sociedad?
Queridos hermanos, continuad colaborando con vuestro testimonio, con vuestra oración y con vuestra estima, para que puedan prosperar las vocaciones sacerdotales plantadas por Dios en el corazón de algunos jóvenes. Tengamos mucha esperanza, porque… ¡Jesucristo nunca abandona a su Iglesia!
Card. Juan José Omella
Arzobispo de Barcelona