IV domingo Cuaresma: Transformar el juicio en amor



“Llanto por la tierra amada” (1995) Darrell James Roodt
“¿Cómo cantaremos la canción del Señor en tierra extraña?” proclamamos en el salmo 136. Esta interesante película se desarrolla en Sudáfrica 1946, dos años antes de que se instale el apartheid, y se centra en el encuentro entre dos personajes situados en los dos bandos en conflicto, el pastor negro Stephen Kumalo y el terrateniente blanco James Jarvis, con sus hijos mezclados en una tragedia. A pesar de todo los dos padres atenazados por la pena vivirán la experiencia de estar “salvados por la gracia y mediante la fe” (2ª Lect.) mostrando un camino de reconciliación. Saben que “Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él” (Ev.) y la pérdida es vivida como ocasión para el amor.
• Hay un momento en que Jarvis dice tras la muerte de su hijo: “¿Por qué traemos hijos a este mundo?”. Pero su hijo le ha dejado una herencia sorprendente que tiene que ver con el sentido de ser cristiano ¿Cuál es este testamento?
• Tras una dramática revelación se despiden los dos oponentes diciendo que Dios bendiga al otro. Este gran signo de reconciliación habla de la experiencia de la Gracia que no juzga sino perdona. ¿Seríamos capaces de una experiencia así?
• El pastor Kumalo rezará al final “¡Oh, Dios... mi Dios! No me abandones, y permite que cuando atraviese el valle de sombras de la muerte, no sienta ningún temor porque tú estarás conmigo”. ¿Puede ser ésta una buena oración de Cuaresma?
• El juicio y el perdón se sitúan en dos campos opuestos. ¿Cómo ayuda Cristo a convertir los juicios en perdón?
(Orientación padres y educadores: No recomendada a menores 13 años presenta escena de violencia y tensión)
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