Hablemos de Rouco (III).

Una de las cosas que me llaman la atención de Antonio Maria, es que contando con numerosísimos colaboradores suyos que usan redes sociales o blogs, este el cardenal dispuestísimo a emitir una critica tan dura hacia Internet. Si tan malas son las redes sociales que exponen a los jóvenes al relativismo, ¿por qué la conferencia Episcopal usa Facebook para anunciar su plenaria? Es más, bastante agradecidos debemos estar que esas mismas redes sociales hayan abierto los ojos a mucha gente en el mundo árabe ante los atropellos de sus gobiernos.

Creo que Antonio Maria, ni supo comunicar ni supo expresarse. Es más que deducible que ni conoce las redes sociales ni le interesa el tema, salvo lo que lee por la prensa que casi siempre son noticias malas. Si los jóvenes se enganchan a facebook, menos malo será que engancharse todos los días al botellón o a la caja tonta. Y lo cierto es que en las redes sociales existe muchísima interacción entre los jóvenes, prueba de ello es lo ocurrido en el mundo árabe.

Es más, si vamos a hablar de relativismo, muy relativista debe ser la moral del cardenal que esta dispuestísimo a dar pelotazos inmobiliarios con el turbio asunto ese del minivaticano. Por no hablar de la especulación inmobiliaria en la que la Iglesia, la primera, ha participado al tiempo que a ciertas familias les faltaba casa en la que residir. Ni que decir tiene de la doble vara de medir escondiendo pedófilos como ocurrió hasta hace unos años. La Iglesia no es inmune a eso del relativismo moral, lo practica desde tiempos muy antiguos, y en esos tiempos aseguró tener la verdad al tiempo que practicaba la crueldad. Por no hablar de los famosos santos inquisidores que disfrutaban con su profesión y arrancando confesiones mediante torturas, o de Juana de Arco que decapitaba ingleses anunciando que dios lo justificaba. ¿Y que decir de las inversiones en la bolsa? ¿y que decir de las mentiras que a diario propagan no pocos obispos sobre el condón o la violencia domestica?

No me va a hablar de relativismo gente que vive al nivel de un Emilio Botín, pues no pocos obispos hacen viajes de un lado para otro o se codean con los empresarios y financieros del IBEX-35. Rouco el primero. Si ya sabemos que para pedir para Caritas, el Cardenal vale bien poco, y si se pide para la Jornada Mundial de la Juventud el Cardenal se mueve el primero. Por cierto, ¿para que demonios ponen anuncios publicitarios sobre la declaración de la renta exhibiendo obra social cuando de cada 200 millones recibidos la conferencia Episcopal solo destina 4 millones a obra social?

Creo que los jóvenes estamos más expuestos al relativismo de personas sin escrúpulos como Antonio Maria Rouco Varela, al que pareciera obligado respetarlo en sus fechorias, que a lo que nos digan los amigos del Facebook. Si Rouco como ya sabemos es capaz de perjudicar a compañeros del episcopado o de impedir y bloquear nombramientos de gente que no le es fiel, ¿Cómo puede hablarnos de relativismo su persona?
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