Me avergüenza pensar que mi país no está haciendo lo que corresponde contra el régimen dictatorial de Gadafi y en apoyo de los rebeldes. Hay que exigir a la OTAN que bombardee las bases aéreas libias para poner fin a las armas aéreas del dictador Gadafi y así pueda el pueblo Libio expulsar a su dictador.
Los pasos que damos los europeos son vergonzosos, y es injusto que abandonemos a su suerte, sin apoyo de ningún tipo, a una población que está sufriendo ya la carestía ocasionada por esta guerra civil que persigue acabar con un dictador excéntrico y malvado.