La importancia de las matemáticas y la lengua materna.

Son muchos los alumnos que he tenido provenientes de haberse hecho un intercambio de estudiantes con los EEUU, casi todos los que vienen han aprendido Inglés. Alguno ya sabía mucho Inglés antes de irse, pero el caso es que a su regreso, regresan prácticamente estropeados. Es curioso como los mandan sus padres cuando tienen que hacer 1º de Bachillerato, pero siempre con planes del ministerio de educación o de las comunidades autónomas que les dan por convalidadas materias que no han dado allí o cuyos contenidos allí son deficientes con respecto a los de aquí.

El caso es que tanto en física como en matemáticas, ellos regresan muy estropeados, es decir, pasan a segundo de bachillerato sin saber absolutamente nada de primero de bachillerato. El resultado después es catastrófico, pues levantarlos cuesta y mucho. Con semejantes resultados, no se entiende como se siguen permitiendo y hasta promocionando estos viajes.

Hay cosas que los padres no parecen enterarse, y es que más importante que aprender Inglés es aprender la lengua materna y las matemáticas. La apuesta por lanzar a sus hijos a aprender idiomas dejando de lado las materias escolares fundamentales, provoca un retraso en los alumnos que en algunos casos es irreversible. Se convierten en fracasados bilingües eso si, pero cuya única capacidad será servir tapas en el levante salvo que estudien algún módulo.

Si no aprendes íntegramente tu idioma materno, perderás no solo parte de tu forma de hablar, sino de pensar. Hay idiomas en los que la palabra Dios no existe, y por no existir, los que usan tal lengua no comprenden su significado cuando estudian otra lengua. Los esquimales por ejemplo, distinguen en su idioma muchos tipos de nieve, en nuestro idioma a nosotros nos es imposible pensar como los esquimales, para nosotros la nieve es nieve, no se nos ha planteado que existan tantos tipos de nieve ni podemos pensar de esa forma, pues nuestro idioma no es autóctono de ese entorno ni contempla esa posibilidad al hablar coloquialmente. Incluso nos cuesta creer que varios poblados de indios de América no crean en dioses, y asociemos sus espíritus con deidades.

Pero las matemáticas juegan otro papel fundamental. Desde pequeños hay que aprender aritmética para complementar nuestras capacidades de cálculo. Por otro lado, las matemáticas juegan a favor del desarrollo intelectual de una persona, sin ellas una persona puede quedar lisiada a la hora de aplicar la lógica o de resolver problemas numéricos cotidianos.

La deficiencia en las matemáticas se aprecia sobre todo en los alumnos colombianos que he tenido en mi academia. En su país, se ha apostado tan poco por la promoción de las matemáticas, que muchos han desarrollado una brutal incapacidad no solo para las mismas, sino incluso para las ciencias y para aplicar la lógica a problemas cotidianos. De hecho, parece que hay arquitectos en Colombia que no saben matemáticas, y al intentar convalidar su título aquí o sacarse aquí la carrera de arquitectura, demuestran no llegar ni a los mínimos exigibles a un arquitecto técnico de aquí. Nunca creí que esto fuese así hasta que lo vi por mis propios ojos viéndome incapaz de sacar adelante a todos mis alumnos colombianos, incluso algunos de carrera, a excepción de uno que había pasado en España más de media vida, pero aun así este había repetido dos veces curso.

Otra cuestión curiosa es el deficiente nivel de lectura. Un alumno mal acostumbrado en su idioma a leer, por lo general no leerá más o mejor en otro idioma. Es otro de los problemas agravados por la enseñanza bilingüe, los alumnos en primaria no han aprendido lo suficiente a leer en su idioma y se procede rápidamente a exigirles leer en otro.

Una curiosidad con la que me he encontrado, es la incapacidad de explicarles ciencias en castellano a alumnos de enseñanza bilingüe, pues el lenguaje científico castellano no es usado en su materia y presentan dificultades de comprensión y expresión en la que se supone es su lengua materna. De hecho, algunos términos científicos complejos, no son enseñados, y otros en cambio se enseñan usando un conjunto de palabras en inglés frente a una en castellano, o viceversa.

Lo mejor en mi opinión, antes de enseñar otro idioma, es profundizar lo suficiente en el idioma materno y en las matemáticas, para después impulsa con fuerza la lengua extranjera. Y por supuesto, desarrollar en España pedagogías propias y no importadas para el aprendizaje de la lengua extranjera, basadas estas pedagogías, en la eficiencia comprobada mediante exámenes escritos y orales. Dichos métodos, debieran poder revisarse anualmente con los profesores. La tendencia actual en muchísimos colegios e institutos con el Inglés, es en aprender el nuevo idioma de forma inconexa ante la incapacidad de explicarle a un alumno tan joven que es un verbo, un sustantivo o un adjetivo, y como deben ser colocados para lograr una oración, de hecho los niños hasta ignoran la construcción de oraciones y solo las construyen por imitación y no por comprensión.

Nuestras clases de Inglés actuales, funcionan de manera deficiente. Los libros son cúmulo de despropósitos, llenos de dibujos y fotos poco serias, el vocabulario y la gramática en los libros están desperdigados sin orden alguno, el alumno no sabe que es lo que va a dar al día siguiente ante semejante desorganización. En las clases, se usa mucho los medios audiovisuales, con resultados pobres debido a la mala vocalización en los mismos lo que no ayuda a la expresión oral. Y por otra parte, no pocos profesores se ven incapacitados de lograr resultados satisfactorios ante la ausencia de buen material a su disposición, de preparación previa del alumnado al llegar a cursos superiores, y de unas exigencias ridículas en los temarios por parte de las administraciones autonómicas, que no pocas veces les somete a ellos a examen en lugar de examinar a sus alumnos. Y visto el fracaso de la clase de Inglés, nuestros políticos optan por la bilinguada y por mandar de intercambio a los alumnos al extranjero, en lugar de buscar arreglos y soluciones.

PD: Lo aquí expuesto es mi opinión y mi observación personal, y también lo que me cuentan no pocos alumnos y amigos profesores.
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