Enhorabuena a quien nació dando vida
Enhorabuena a los progenitores de Javier, primer bebé nacido en el estado español por solidaridad genética, enhorabuena a su hermano y a él, que nació dando y para dar vida. Enhorabuena desde la Bioética y desde la Teología Moral Católica.
No se debería llamar a este procedimiento "selección", palabra que sugiere elegir a unos y excluir a otros. Es mejor hablar de "solidaridad genética"
Hay que tranquilizar al padre y a la madre, si alguien les dice que no es éticamente correcto. Las expresiones desafortunadas de algunas instancias religiosas, que dijeron equivocadamente que eso es "sacrificar a un hermano para salvar a otro" y que se opusieron, entre otras cosas a la ley de reproducción asistida, dieron con ello muestra de su ignorancia tanto teológica como ética.
No se ha sacrificado a nadie, ni se han seleccionado unas personas (los pre-embriones no lo son todavía), ni se ha discriminado o excluído a nadie. Simplemente se dio luz verde a uno de los óvulos fecundados, tras el debido diagnóstico pre-implantacional, para que fuera implantado y entrase en el proceso de llegar a ser persona, una vez consumado el proceso constitutivo de un nuevo ser humano a lo largo de la interacción embrio-materna durante las semanas siguientes (entre la tercera y octava aproximadamente).
Hoy, transcurrido normalmente el proceso de gestación, la compatibilidad genética de ese recién nacido, además de la alegría de una nueva vida, trae al mundo la esperanza de dar vida.
El cardenal Albino Luciani (el Papa Juan Pablo I, que solamente sobrevivió un mes en el ambiente de la Curia vaticana)felicitó a los progenitores de Louise Brown cuando nació en 1978 la primera niña por fecundación in vitro. Hoy, la teología y la Bioética felicitan a Javier y Soledad y a sus hijos
No se debería llamar a este procedimiento "selección", palabra que sugiere elegir a unos y excluir a otros. Es mejor hablar de "solidaridad genética"
Hay que tranquilizar al padre y a la madre, si alguien les dice que no es éticamente correcto. Las expresiones desafortunadas de algunas instancias religiosas, que dijeron equivocadamente que eso es "sacrificar a un hermano para salvar a otro" y que se opusieron, entre otras cosas a la ley de reproducción asistida, dieron con ello muestra de su ignorancia tanto teológica como ética.
No se ha sacrificado a nadie, ni se han seleccionado unas personas (los pre-embriones no lo son todavía), ni se ha discriminado o excluído a nadie. Simplemente se dio luz verde a uno de los óvulos fecundados, tras el debido diagnóstico pre-implantacional, para que fuera implantado y entrase en el proceso de llegar a ser persona, una vez consumado el proceso constitutivo de un nuevo ser humano a lo largo de la interacción embrio-materna durante las semanas siguientes (entre la tercera y octava aproximadamente).
Hoy, transcurrido normalmente el proceso de gestación, la compatibilidad genética de ese recién nacido, además de la alegría de una nueva vida, trae al mundo la esperanza de dar vida.
El cardenal Albino Luciani (el Papa Juan Pablo I, que solamente sobrevivió un mes en el ambiente de la Curia vaticana)felicitó a los progenitores de Louise Brown cuando nació en 1978 la primera niña por fecundación in vitro. Hoy, la teología y la Bioética felicitan a Javier y Soledad y a sus hijos