Arianne Van Andel, experta en ecoteología ante el plebiscito del domingo próximo Chile: La propuesta de Constitución se aleja de un modelo Laudato si' y consagra la desigualdad
Experta dice que la actual propuesta de Constitución que se plebiscitará en Chile el próximo domingo, es insuficiente frente a la crisis ecológica, y los elementos positivos que tiene se ven eclipsados por el mantenimiento del sistema capitalista actual. La urgencia ecológica no se refleja en la propuesta.
Además, la teóloga analiza cómo la propuesta favorece el modelo económico neoliberal y descuida aspectos importantes como la protección ambiental y el cuidado de la salud y la equidad social.
Añade que "Si seguimos el ejemplo del Dios de Jesús, deberíamos aspirar a una sociedad donde los más vulnerables estén protegidos y se busque una mayor igualdad y protección ambiental. Esta propuesta constitucional, al enfocarse en proteger al 1% más rico de la población, va en contra de lo que Jesús enseñó. No creo que el Dios de Jesús esté presente en el modelo que impone esta constitución".
Añade que "Si seguimos el ejemplo del Dios de Jesús, deberíamos aspirar a una sociedad donde los más vulnerables estén protegidos y se busque una mayor igualdad y protección ambiental. Esta propuesta constitucional, al enfocarse en proteger al 1% más rico de la población, va en contra de lo que Jesús enseñó. No creo que el Dios de Jesús esté presente en el modelo que impone esta constitución".
| Aníbal Pastor N. periodista chileno.
Arianne van Andel es teóloga de origen en los Países Bajos, de tradición reformada, especialista en teología, ecología, ecofeminismo, coaching, lenguas y cultura. Es magíster en Teología Sistemática de la Universidad Libre de Ámsterdam y certificada en Coaching Organizacional por la Universidad Alberto Hurtado en Santiago de Chile. Vive en eSantiago hace más de 20 años. Es casada y tiene un hijo y una hija.
Actualmente es coordinadora de Teología y Medio Ambiente en la ONG Otros Cruces. Es académica en la Comunidad Teológica Evangélica (CTE) y en el Seminario Metodista en Chile. Participa en múltiples redes ecuménicas e interreligiosas como la Coalición Ecuménica por el Cuidado de la Creación (CECC) y la Alianza Interreligiosa y Espiritual por el Clima en Chile (AIEC)
Se caracteriza por dominar las encíclicas ecológicas del papa Francisco mejor que cualquier teólogo católico y desde esta perspectiva comparte una opinión crítica sobre la propuesta constitucional de Chile.
Arianne destaca, especialmente, la falta de enfoque en la igualdad, justicia social y protección ambiental. Analiza cómo la propuesta favorece el modelo económico neoliberal y descuida aspectos importantes como la protección ambiental y el cuidado de la salud y la equidad social.
— Estamos a las puertas de un plebiscito en el segundo proceso constitucional de Chile. Desde su perspectiva teológica y experiencia en la protección del medio ambiente, ¿qué opinión ética tiene de este proyecto?
— Primero, decir que se trata de un proyecto constituyente no solo de algunos artículos de una norma particular, sino de un conjunto de reglas del juego y en consecuencia de un modelo de sociedad.
— De acuerdo. ¿Qué se quiere, entonces?
— Está claro que esta propuesta de ahora enfatiza el mismo modelo económico neoliberal, sobre todo en la protección de la propiedad y desarrolla un estilo conservador centrado en la familia binaria, constituida por solo mujer y hombre, sin atención a las diversidades. En este esquema, entonces, la propuesta resulta muy insuficiente frente a la crisis ecológica que estamos viviendo. Tiene algunos elementos positivos, pero en general, estos elementos, si se toman, están tan contrarrestados por el mantenimiento general del sistema que tenemos, que estos artículos que se incluyen casi se borran por el resto, casi no tienen ninguna relevancia. Entonces, la idea que se tiene sobre medio ambiente son protecciones marginales, y no toma en serio la crisis ecológica que está ahora está amenazando al futuro de las próximas décadas del colapso de todo el sistema económico que tenemos por la gravedad de las consecuencias de esta crisis.
“Esa urgencia no se ve de ninguna forma en la propuesta que va a plebiscito este domingo 17 de diciembre”.
— Por lo que indica ¿no hay un cambio en el modelo de desarrollo, un asumir un modelo más sustentable o ecológico?
— Todo el concepto de sustentabilidad está muy ensuciado también porque se usa para muchas cosas, pero en esta propuesta de constitución se separan las dos todo el tiempo.
“Sobre la protección del medio ambiente se dice que tenemos el derecho a un ambiente sin contaminación y sano, pero separa sustentabilidad y desarrollo, por lo que se puede interpretar que el desarrollo económico puede condicionar la protección del medio ambiente.
"Ahora bien, si se interpreta desarrollo como desarrollo económico, como se entiende ahora, se puede decir en cada uno de estos artículos que el desarrollo económico es más importante o no permite, en este momento, que implementemos este derecho a un ambiente sano o la protección del medio ambiente porque no está conforme al desarrollo,
“Entonces esto se deja abierto y hay mucha letra chica. Po eso esta propuesta es más bien un retroceso a lo que tenemos ahora que tampoco está bien. La Constitución vigente tampoco es buena pero la nueva sería un retroceso a lo que ya tenemos”.
—Desde una lectura teológica ¿qué análisis le genera este proyecto?
— Lo que encuentro complejo es que esta propuesta constitucional es defendida principalmente por sectores que se proclaman muy religiosos y defensores de la vida, incluida la vida por nacer. Sin embargo, no se contempla una protección a largo plazo de las condiciones de vida en igualdad. ¿Qué tipo de Dios se refleja aquí? Veo una religión espiritualista donde Dios es visto como un soberano lejano, pero esto no se traduce en condiciones de igualdad o justicia.
"Para mí, esto no representa al Dios en el que creo. Una constitución no debería incluir a Dios, pues es un acuerdo entre seres humanos. Pero es importante considerar qué tipo de sociedad queremos. Si seguimos el ejemplo del Dios de Jesús, deberíamos aspirar a una sociedad donde los más vulnerables estén protegidos y se busque una mayor igualdad y protección ambiental. Esta propuesta constitucional, al enfocarse en proteger al 1% más rico de la población, va en contra de lo que Jesús enseñó. No creo que el Dios de Jesús esté presente en el modelo que impone esta constitución".
— En su calidad de experta en las encíclicas ecológicas de Francisco, ¿cómo encajan Laudato si’ y Laudate Deum en esta visión social de nueva constitución en Chile?
— La encíclica Laudato si’ podría ser un buen marco para la Constitución. El 80% de los artículos sobre medio ambiente en el proyecto original y redactado por expertos de todas las corrientes políticas, han sido modificados, mostrando una preferencia por el crecimiento continuo y la cultura del descarte. Esto solo va en contra de la visión del Papa Francisco. La propuesta no ofrece herramientas para la implementación y omite la importancia de la participación ciudadana y la distribución equitativa de las cargas de la crisis, beneficiando a quienes lucran con la naturaleza y descuidando a los más pobres, los pueblos indígenas y aquellos que buscan un modelo más equitativo.
—Desde su perspectiva ¿ve algo positivo en este proyecto desde su perspectiva?
— Hay algunos artículos positivos. Por ejemplo, hay un capítulo sobre Medio Ambiente, Sustentabilidad y Desarrollo, que no estaba en la Constitución anterior. Aunque es obvio, es bueno que el Estado promueva la educación ambiental. Sin embargo, estos avances son limitados y no abordan las necesidades críticas de la actual crisis ambiental. Muchas disposiciones se remiten a leyes existentes, como el Tratado de Escazú. Además, la propuesta sigue favoreciendo la privatización de recursos naturales, como el agua, y no aborda adecuadamente los derechos a un medio ambiente sano. La frase 'compatible con la sustentabilidad y el desarrollo' es preocupante, ya que podría condicionar el derecho a un ambiente sano a intereses económicos. En resumen, esta Constitución tiende a favorecer más los derechos de las empresas inmobiliarias y los emprendimientos económicos, en lugar de garantizar una protección ambiental y social más sólida.