La Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), la oficina que gestiona los bienes muebles e inmuebles de la Santa Sede conocida como la "inmobiliaria del Vaticano", triplicó en 2022 el patrimonio que tenía en 2021, y que llegó el año pasado a casi 3.000 millones de euros gracias a la revalorización de unas 4.000 propiedades en Italia y en el extranjero.

El APSA alcanzó en 2022 un patrimonio de 2.848.424 de euros, según el balance anual dado a conocer este viernes, frente a los 982.319 euros informados hace un año.

La oficina que gestiona los bienes muebles e inmuebles de la Santa Sede informó que gestiona con alquileres u otro tipo de formatos 4.072 propiedades de forma directa en territorio italiano, además de otras centenares entre Inglaterra, Suiza y Francia bajo gestión de firmas creadas a inicios del siglo XX.

De acuerdo al balance de más de 100 páginas firmado por el Presidente, monseñor Nunzio Galantino, el salto en el patrimonio de la institución se dio principalmente en base a la revaluación en alza de las propiedades.
"El patrimonio aumentó en 1.866 millones de euros respecto a 2021", plantea el documento.

Otro elemento que destaca de la lectura del balance es el importe pagado por APSA en concepto de impuestos directos e indirectos derivados de la gestión y posesión de bienes inmuebles en territorio italiano.

Según el escrito, en el ejercicio fiscal de 2022, pagó 6,05 millones de euros por Imu y 2,91 millones de euros por Ires, de los cuales, solo por APSA, 4,65 millones por Imu y 2,01 millones por Ires.

Según el balance, en 2022, el APSA aportó además 32,27 millones de euros para cubrir las necesidades de la Curia Romana.