Amor en soledad habitada Efi Cubero, poeta de la "soledad habitada"
Hace unos días compartí tarde con una asamblea de paisanos en la casa de la cultura de mi pueblo Granja de Torrehermosa. Efi Cubero, que vive allí desde 2016, siempre hace la primera presentación de sus libros poéticos y ensayos entre los "suyos".
En esta ocasión me invitó a participar en la presentación de su libro "SOLO INCLASIFICABLE", reto que acepté con cierto temor por la profundidad e intensidad de su obra y su quehacer poético.
Fue una tarde de poesía y trascendencia, de soledad y de calor comunitario. De soledad sentida y de pueblo entrañable. Comparto algunas de las palabras que usé en dicha presentación.
Fue una tarde de poesía y trascendencia, de soledad y de calor comunitario. De soledad sentida y de pueblo entrañable. Comparto algunas de las palabras que usé en dicha presentación.
Efi cubero, poeta granjeña
¿Qué decimos los vecinos?
Sabemos que Efi Cubero siempre está en camino y nunca ha dejado de ser ella, por eso es una de los nuestros, de las que andan por nuestras calles, deambula entre nubes y en el parque, hace vereda en el camino del cementerio donde reza, calla, grita, siembra y sobre todo ama y espera. Sabe de luz y de oscuridad, de dolor y de heridas, de sanación y consuelo, de soledad habitada, de miradas infinitas, colores suaves, de flores que explosionan, de buganvillas que la protegen, de jazmines que la perfuman, de misa celebrada y paseo compartido, de visitas y encuentros, de café y de risas, de recuerdos y novedades… pero sobre todo sabe de tierra y de cielo, de humanidad encarnada, de palabra firme, de gesto sereno, de ojos cómplices, de peinado sencillo, de mística y de compromiso, de hoy y de mañana, de futuro preñado y de pasado fecundo.
Y lo que es más fuerte: es una apóstol del amor eterno que ha metido sus dedos y sus manos en las llagas y el costado ardiente y doloroso de amor inacabado, del infinito, del que es más fuerte que la muerte y se hace eterno en la ausencia, en el deseado retorno de reencuentro abrazado de infinitud e intemporalidad, aunque sigue siendo de noche y sólo nos llega el ronroneo del regajo que fluye y que da testimonio de una fuente que mana y corre aunque es de noche…
Ella es apóstol de la palabra gestada en el silencio de la vida y en la esencia del ser, en el trabajo duro y cuidado de cada día, del banco sólido y la mesa firme, donde se gana el pan de la verdad y de la luz hecha poesía y ensayo que comparte en estos partos de libros editados, grabados de piedra y a corazón callado, que el tiempo les dará un valor de permanencia y de gozo, más allá de nuestras muertes, para seguir señalando el infinito de la sed que los ha producido y del amor que los ha parido, casi siempre antes del alba. Sus trabajos son de todo el mundo, universales más reconocidos fuera que dentro. Ahora nos va a presentar su último trabajo, porque ella siempre comienza la presentación por su pueblo entre los suyos, aunque es universal, estamos esperando para celebrar su “SOLO INCLASIFICABLE”, que así lo ha titulado.
Efi Cubero, es una más de las nuestras, de nosotros, pero tan única que la sencillez de vida la hace poeta de lo profundo en el mayor silencio, donde se genera la verdad pulida y el verbo cuidado, de corazón y de mente, de alma y cuerpo, un resplandor que nos conmueve y lo contemplamos pero que no llegamos a abarcarlo, quizá para que ella siga navegando en la paciencia de los que viven en la altura de los elegidos que se aproximan a la luz y a la verdad de la transfiguración, sin desencarnarse de los cojos, los ciegos… que queremos seguirla y verla. Para el pueblo de Granja de Torrehermosa, aunque aún no nombres calle alguna eres calle pura y verdadera, alfombra de lo humano y de lo común, tu testimonio de presencia y de elección es la verdad de un amor depurado y sincero, también crucificado y esperanzado. No has venido con tu don de poeta almada a que te sirvan, sino a servir y dar vida. Gracias.
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