"Era uno de los activistas animales más acérrimos", afirma el director de la polémica cinta ¿Era Jesús vegetariano? El documental 'Christspiracy' dice que sí (y culpa a Pablo de ocultarlo)
Realmente era vegetarianos Jesús? ¿La expulsión de los mercaderes del templo tenía como trasfondo la protesta por la crueldad con la que se realizaban los sacrificios de animales? Las hipótesis al respecto conforman el documental -que en ningún momento esquiva la polémica- “Christspiracy: The Spirituality Secret”, que pretende sacar a la luz el “mayor encubrimiento de los últimos 2.000 años”, y que no sería otro que el hecho de que Jesús y muchos de sus primeros seguidores se opusieron a comer y a matar animales
“Jesús simplemente continúa la tradición familiar”, señala en el documental, donde también se cita a los ebionitas, que serían seguidores de Santiago, una secta que describía a Jesús como contrario al sacrificio de animales y que se negaba a comer cordero durante la Pascua
Frente a esto, Yii-Jan Lin, profesora de Nuevo Testamento en la Yale Divinity School, muestra su escepticismo, “dada la analogía de Jesús como el cordero pascual en los Evangelios”. “Jesús es considerado el sacrificio animal por excelencia. Eso se convierte en parte de toda la alegoría cristiana primitiva en torno a su muerte”
Frente a esto, Yii-Jan Lin, profesora de Nuevo Testamento en la Yale Divinity School, muestra su escepticismo, “dada la analogía de Jesús como el cordero pascual en los Evangelios”. “Jesús es considerado el sacrificio animal por excelencia. Eso se convierte en parte de toda la alegoría cristiana primitiva en torno a su muerte”
¿Realmente era vegetariano Jesús? ¿La expulsión de los mercaderes del templo tenía como trasfondo la protesta por la crueldad con la que se realizaban los sacrificios de animales? No espere una respuesta realmente fundada a estos interrogantes, pero las hipótesis al respecto conforman el documental -que en ningún momento esquiva la polémica, todo lo contrario- “Christspiracy: The Spirituality Secret”, que pretende sacar a la luz el “mayor encubrimiento de los últimos 2.000 años”, y que no sería otro que el hecho de que Jesús y muchos de sus primeros seguidores se opusieron a comer y a matar animales.
Filmado durante siete años por Kip Andersen y Kameron Waters, cineastas que también firman otros polémicos (y exitosos) documentales “Seaspiracy”, “Cowspiracy” y “What the Health”, donde se diseccionan las industrias pesquera, láctea y cárnica, sus realizadores no ignoraban que entrelazar la actual corriente contra el consumo de carne con la religión iba a dar lugar a una mezcla que no resultaría indiferente, empezando por la plataforma Netflix, que puso reparos al guion del documental, sobre todo cuando apareció en liza el papel de Jesucristo.
Lejos de desanimarse, eso sumaba polémica a una cinta cuyo hilo conductor -más allá de investigar una granja kosher en Israel o rastrear un camión de contrabando de vacas en Nueva Delhi, “examinando los marcos espirituales que la gente emplea al comer, cultivar, vender y sacrificar animales”, según detallan en conversación con RNS- es la pretendida oposición de Cristo a comer y matar animales.
Para ello, incluye una interpretación de la escena de la expulsión de los mercaderes del templo que, según el ‘teólogo animal’, Andrew Linzey, y James Tabor, profesor jubilado de estudios religiosos de la Universidad de Carolina del Norte, en Charlotte, sugieren que el templo “funcionaba como un matadero comercial en la época de Jesús” y “cuando los evangelios registran a Jesús llamando al templo cueva de ladrones, está citando Jeremías 7, un pasaje que hace referencia a los ídolos y al sacrificio de animales”.
Jesús y la secta vegetariana de los ebionistas
Para apoyar la tesis, el documental cuenta también con el testimonio de la académica de Oxford, Deborah Rooke, quien traduce la palabra hebrea “parits”, a menudo interpretada como “ladrones”, en el sentido de “violento”, lo que, según la película, “muestra que Jesús estaba condenando el sacrificio de animales”. "El hecho de que cuatro días antes de ser crucificado, entrara y cerrara el templo, básicamente para detener el sacrificio de animales... muestra que era uno de los activistas animales más acérrimos”, según afirma Andersen en RNS.
“Christspiracy: The Spirituality Secret” cuenta también con la opinion de Keith Akers, activista y autor de “La religión perdida de Jesús”, quien se refiere a fuentes del cristianismo primitivo que caracterizarían “a Santiago, el hermano de Jesús, y a su primo Juan Bautista, como vegetarianos”. “Jesús simplemente continúa la tradición familiar”, señala en el documental, donde también se cita a los ebionitas, que serían seguidores de Santiago, una secta que describía a Jesús como contrario al sacrificio de animales y que se negaba a comer cordero durante la Pascua.
Frente a esto, Yii-Jan Lin, profesora de Nuevo Testamento en la Yale Divinity School, muestra su escepticismo, “dada la analogía de Jesús como el cordero pascual en los Evangelios”. “Jesús es considerado el sacrificio animal por excelencia. Eso se convierte en parte de toda la alegoría cristiana primitiva en torno a su muerte”, dijo la especialista.
Pablo, el carnívoro
El documental intenta también echar por tierra y desacreditar las referencias a Jesús comiendo o distribuyendo pescado, que considera que son adiciones posteriores, malas traducciones o metáforas posteriores, y que “la verdadera forma vegetariana del cristianismo fue eclipsada por la versión promovida por Pablo, que sí comía carne”.
Nada de esto parece convencer a la profesora de Yale. “Creo que podemos presentar argumentos éticos muy buenos en el siglo XXI en contra el consumo de animales", afirma Lin en el documental. “En realidad, no necesitamos que el Jesús histórico esté en contra de comer animales”.