¿Qué políticos aceptan el reto de intentar trabajar conjuntamente? Abordar los cambios: el PP y el PSOE
"Si escuchamos a los responsables políticos, por regla general, no dejan de hablarnos de la necesidad que tiene la sociedad de cambiar… Pisar la calle es una recomendación que ningún político debería obviar"
"Existe, aunque no se quiera reconocer, una brecha muy significativa entre los políticos y los ciudadanos. Cambiar los parámetros sociales nunca puede responder a eslóganes"
"La brecha se está dando fundamentalmente porque existe un porcentaje inmenso de ciudadanos que estamos muy cansados de observar que quienes deberían ponerse de acuerdo no lo hacen"
"Los tiempos que nos están tocando vivir precisan de fuerzas políticas con una gran sensatez de estado. Abordar los cambios debería suponer encontrar el camino conjunto para mejorar y para generar confianza"
"La brecha se está dando fundamentalmente porque existe un porcentaje inmenso de ciudadanos que estamos muy cansados de observar que quienes deberían ponerse de acuerdo no lo hacen"
"Los tiempos que nos están tocando vivir precisan de fuerzas políticas con una gran sensatez de estado. Abordar los cambios debería suponer encontrar el camino conjunto para mejorar y para generar confianza"
Últimamente, si escuchamos a los responsables políticos, por regla general, no dejan de hablarnos de la necesidad que tiene la sociedad de cambiar.
Recientemente los dos partidos con más representación parlamentaria existentes en nuestras Cortes Generales han celebrado sendos encuentros para dar a conocer los cambios que quieren desarrollar en los próximos años.
Nosotros, los pacientes ciudadanos, no somos invitados y ni siquiera nos tienen en cuenta como observadores. Al final, simplemente escuchamos, y lo hacemos aquellos que tenemos cierto interés y que, me atrevo a decir, que somos un porcentaje mínimo, por no decir ridículo. No voy a tratar de poner un número; pero creo, por las conversaciones que tengo con personas conocidas, que es más bien muy bajo.
Existe, aunque no se quiera reconocer, una brecha muy significativa entre los políticos y los ciudadanos.
Cambiar los parámetros sociales nunca puede responder a eslóganes que, como la publicidad, lo que buscan es atraer a un conjunto de personas dispuestas a comprar ese producto.
Pero si observamos y analizamos las convenciones y encuentros políticos, éstos están cargados de mercadotecnia principalmente para los files y exclusivos seguidores, que serán después los que se encargarán de transmitir, siempre, entre los suyos lo que consideran que es preciso cambiar o renovar. Tienen matices muy endogámicos y esto hace que se vean triunfadores ante los potenciales rivales. Prefieren autoengañarse a abrirse a la verdadera realidad de las gentes que habitamos España.
Los que no somos invitados y ni siquiera nos tienen en cuenta como observadores, votaremos cada cuatro años siendo, entonces, los verdaderos protagonistas del cambioy después a esperar a que pase el tiempo para volver a votar, y así hasta el infinito de la democracia. Pero esto también puede romperse, es suficiente con mirar al espejo de la antigua roma que naciendo de la civitas primitiva y la monarquía, pasó a la república, después al principado y por último al dominado cayendo en la autodestrucción. Menos mal que nos legaron una base jurídica de la que hoy, todavía, hacemos uso.
Lo que ocurre y de esto poco llegan a entender los políticos, es que la brecha existente nos está haciendo cada día más exigentes con quienes deberían ejercer su hacer política con más delicadeza y respeto hacia el conjunto general de la población.
La brecha está compuesta por las delicadas situaciones que los ciudadanos viven en el día a día. Situaciones de las que los políticos, por regla general, viven alejados.
Pisar la calle es una recomendación que ningún político debería obviar, al contrario, pasear entre la gente puede ser una buena escuela de aprendizaje para, después, aportar ideas a las soluciones que las personas demandamos a nuestros problemas.
Pisar la calle sin el oropel del cargo público sino con la sencillez de quien busca estar entre quienes votamos cada cuatro años debería ser el objetivo prioritario de un político.
La brecha existente se está dando fundamentalmente porque existe un porcentaje inmenso de ciudadanos que estamos muy cansadosde observar que quienes deberían ponerse de acuerdo no lo hacen.
Nuestra sociedad tiene retos muy importantes, pensiones, educación, sanidad, servicios sociales, empleo, fomento de emprendedores.
Ante los mismos, analizando los discursos realizados en los recientes encuentros políticos de los dos partidos con mayor representación, nos percatamos que no existe ni una sola ponencia en la que se hable de la necesidad de trabajar conjuntamente ambas fuerzas políticas para abordar estos retos.
Es verdad y es legítimo que cada partido por su adscripción política debe de marcar sus líneas de actuación; pero no es ilegitimo y ni siquiera falso que los tiempos que nos están tocando vivir precisan de fuerzas políticas con una gran sensatez de estado.
Lo dicho, muchos discursos, hasta mucha música, pero de lo nuestro, de lo que precisamos los ciudadanos, poco o casi nada.
Euforia y aplausos, pero ideas de cómo construir un país unido, solvente y duradero en el tiempo, casi ninguna.
Fotografías, eso sí, muchas fotos, pero exponer la foto de la realidad cuesta y es mejor tenerla escondida.
No se trata de subvencionar lo que hay que hacer es promover, implicar, apoyar, integrar, promocionar, animar, fomentar, en definitiva, crear una sociedad con empleo porque el trabajo dignifica y hace libres a las personas, sacándolas de la dependencia y del clientelismo. Cuantos jóvenes se ven sumidos a vivir de las ayudas y subvenciones ¿esto es justo? Esto forma parte de la brecha porque el futuro que tienen es un túnel que les va mermando la esperanza.
Abordar los cambios no es organizar con eslóganes cada un cierto periodo de tiempo unos encuentros o convenciones. En resumidas de cuentas, solamente los invitados seguirán el guion marcado por los aparatos encargados de la estrategia de los partidos.
Abordar los cambios es la búsqueda conjunta de soluciones a los problemas que nuestro país tiene.
La brecha también se supera haciendo que el tejido empresarial y social del tercer sector se sumen al trabajo conjunto. No ha existido una verdadera ponencia que esto lo resaltara con contundencia y con una estrategia definida.
¿Qué políticos aceptan el reto de intentar trabajar conjuntamente? Un día escribiré sobre la verdadera libertad de los políticos, porque, solamente, desde la libertad la brecha ira desapareciendo poco a poco.
Si hiciéramos una pregunta con voto secreto a los políticos de ambos partidos, seguramente nos encontraríamos que más de un 70% quisiera plasmar un trabajo conjunto para resolver los grandes problemas que tenemos en España.
Una feria y una plaza de toros no son el ágora para la discordia, deberían ser el punto de encuentro de dos fuerzas políticas que, hasta la fecha, se rehúyen de manera permanente. De las decisiones de ambas la brecha se podrá achicar o también agrandar.
Abordar los cambios debería suponer encontrar el camino conjunto para mejorar y para generar confianza.
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