Escuchado varias tertulias sobre las luces y adornos que engalanan las calles de nuestras ciudades, y pueblos y de medio mundo, no sé si por pudor si por ignorancia o desprecio de las tradiciones, no he escuchado en ninguna decir: se celebra el nacimiento de Cristo. Una cosa es ser creyente y otra, ateo y otra reconocer y llamar a las cosas por su nombre. Los fastos de estos días son para celebrar el nacimiento de Cristo que para unos es el hijo de Dios y para otros, un simple ser humano. Todos han de reconocer a un ser humano que ha influido, tal vez como ningún otro, en el rumbo de la historia. Otra cosa es que cada individuo no quiera celebrarlo o diga que celebra el solsticio de invierno. En una época en que se celebran las diferencias como portadoras de riqueza muchos quieran borrar la Navidad. "Creo que muchos tienen mala fe y quieren hacer ver a los demás que su enemigo es un tigre de papel y las bayonetas caladas proyecciones de sombras", dijo y se fue.