Vicente Martín y José Antonio Álvarez tomarán posesión el 6 de julio en La Almudena "Estos cargos no se merecen, son cargas más bien, llamadas que el Señor nos hace a través de la Iglesia"

"Una noticia que ya estaba circulando desde primeras horas, con expectación". Así comenzó el cardenal Cobo la presentación de sus dos nuevos auxiliares. En la sala capitular del Arzobispado de Madrid, bajo los mosaicos del polémico Rupnik, el arzobispo de Madrid presentó a José Antonio Álvarez Sánchez y Vicente Martín Muñoz, a quienes agradeció "su sí y su generosidad". Ambos serán ordenados el 6 de julio en la catedral de La Almudena.

Cobo saludó a Álvarez, rector del seminario, y a Martín, con quien "nos hemos conocido en el departamento de Pastoral Social de la CEE". "Quiero incorporar su misión y trayectoria a la diócesis de Madrid, complementariamente con todos los demás", recalcó Cobo, señalando también la labor de Martínez Camino y Jesús Vidal, también presentes en la sala.

"Hay una tarea: hacer las cosas de formas transversal, complementándonos", subrayó el cardenal de Madrid, convencido de que "el Sí de los hijos de la Iglesia es una alegría para todos". "Podemos ofrecer una complementariedad para responder a lo que es Madrid".

Por su parte, José Antonio Álvarez quiso dar las gracias a Dios y a la diócesis de Madrid "donde he recibido todo". "Estoy un poco sorprendido y aturdido, y sobre todo me siento indigno de esta misión, que supera nuestras capacidades", señaló, bromeando con el hecho de "llevar la 'L' a la espalda". "Quiero hacer vida aquello que muchos hermanos nos han enseñado. En todo, amar y servir".

Vicente Martín, muy emocionado, recordó cómo "Dios me llamó porque quiso y ha ido conduciendo mi vida y llevando por donde él ha querido". Rodeado del personal de Cáritas, confesó que "me siento frágil, consciente de mis limitaciones, pero sostenido por la misericordia de Dios". "Estos cargos no se merecen, son cargas más bien, llamadas que el Señor nos hace a través de la Iglesia", subrayó.

"Servir a los más pobres siempre es un privilegio, y yo he tenido esa oportunidad", recalcó el nuevo obispo auxiliar, agradeciendo sus años en Cáritas. "Vengo a sumar y a compartir", cerró.

Álvarez recibió la llamada del nuncio el pasado lunes, "es una llamada que no esperas, te sientes superado, indigno". "El don del episcopado no se recibe porque se merezca. Las primeras 48 horas osn una batalla interior muy grande, pero al final recordé lo que ocurrió en la víspera de mi ordenación hace 24 años, y comprendes que el ministerio lo recibes confiado en el Señor y en su Iglesia".

Martín también recibió una llamada de Nunciatura. "Me pegó un susto, que todavía tengo en el cuerpo". Salió a pasear por el Retiro, "y esa noche no dormí". Al día siguiente, en un retiro de Cáritas, recibió la carta del Santo Padre, que recibí "con temor y temblor".