"Un momento adecuado para reavivar la pasión por educar en la Iglesia" A las puertas del Congreso 'La Iglesia ante la Educación. Presencia y compromiso'
El Congreso 'La Iglesia ante la Educación. Presencia y compromiso' que se va a celebrar será una oportunidad extraordinaria para reflexionar, en este momento de nuestra sociedad, sobre los fines, el sentido, los medios, y la misión educadora de la Iglesia. Tomar más conciencia de la presencia como Iglesia en el ámbito de la educación católica
| Ángel Luis Lorenzo*
La educación es uno de los pilares de la sociedad y la cultura. Desde su organización como estructura, el ser humano ha velado por que la educación responda a las necesidades de cada tiempo y de cada contexto, así han nacido los sistemas educativos, cada uno en una época distinta y con finalidades adaptadas a cada necesidad. Sin embargo, todos los sistemas coinciden en que la educación debe propender por la formación integral del ser humano, por la construcción de su conciencia y para que busque adecuadamente el sentido de su existencia. Se tuvo en cuenta abrir un proceso de encuentro, participación y diálogo, que tuviera vigente cada uno de los ámbitos educativos en los que tenemos presencia. En Coria-Cáceres este año la presencia se llena de agradecimiento, tras la celebración del 25 aniversario de nuestro Instituto Superior de Ciencias Religiosas “Santa María de Guadalupe”.
El Congreso que se va a celebrar será una oportunidad extraordinaria para reflexionar, en este momento de nuestra sociedad, sobre los fines, el sentido, los medios, y la misión educadora de la Iglesia. Tomar más conciencia de la presencia como Iglesia en el ámbito de la educación católica.
La Universidad también educa
En sociedades plurales y diversas, cada vez más secularizadas, llena de prejuicios, indiferencias o desconocimiento, que 145 alumnos estén cursando una asignatura optativa en la Facultad del Profesorado de la Universidad de Extremadura es una buena noticia, por lo que aporta esta asignatura al crecimiento y al desarrollo integral de los futuros maestros.
Existe una necesidad de rehacer los valores morales y espirituales frente a la lógica del mercado. Una “crisis antropológica” que devalúa lo humano, y que demanda una auténtica “revolución cultural”.
Existe consenso académico en situar a la universidad como el ámbito más adecuado para liderar la creación de escenarios y formas de educación para la sostenibilidad, puesto que el alumnado que se está formando en las aulas universitarias son las personas que en el futuro ocuparán los puestos profesionales de los diferentes escenarios laborales, lo cual constituye una fuerza de cambio importante para dar respuesta a los retos a los que nos enfrentamos. Con el Documento marco en nuestro pc y escritorio, será la base para tratar de ver e identificar los desafíos que hay por delante, a partir de la realidad compartida. Todo desde este ámbito universitario, que forma parte de los nueve que se trabajarán en el Congreso. En él, se han podido trabajar temas como la Universidad desde el pensamiento cristiano, la importancia del trabajo en red, la acción tutorial, el acompañamiento a la comunidad universitaria, y la responsabilidad social universitaria.
Fase preparatoria en la Diócesis de Coria-Cáceres
En el arranque del Congreso, lo primero que hizo el equipo motor de ese ámbito fue dar cuenta de las experiencias recibidas, así como de los desafíos formulados tanto por los panelistas como por aquellas personas que participaron en línea durante estos últimos meses. Desde septiembre, el trabajo se ha llevado a cabo de forma sinodal, desarrollando instancias de comunicación que nos conducían a la escucha, al diálogo y al consenso.Retransmitidos desde diferentes lugares de la geografía, fueron un botón de muestra, de cómo se concreta la tarea educativa de la Iglesia en diferentes ámbitos: Colegios de idearios cristiano, profesores de religión católica, profesorado cristiano en los diferentes centros de enseñanza, centro de educación especial, Universidades católicas y escuelas de Magisterios…etc.
Dentro de los paneles de comunicaciones online, que sirvieron de preparación para el Congreso, destacó un panel de educación no formal, voluntariado, tiempo libre y otros proyectos culturales, en el que participó Rebeca Collado, de la Fundación Spínola Solidaria. “Al límite” es una campaña (que recorrió parte España, y tuvimos la oportunidad de tenerla también en nuestra Diócesis de Coria-Cáceres, concretamente en la Catedral de Coria) pretendiendo tocar el corazón, sacar la religión de las paredes de nuestras aulas, llegar adentro, y conmovernos ante la escala de racismo y xenofobia en nuestros colegios e institutos. Desde la perspectiva de la Encíclica Fratelli Tutti, favorecer la cultura del encuentro, que fundamente una educación transformadora en un realismo escarnado, y un compromiso con la realidad sin culto a la apariencia.
A veces, no basta con datos que clarifiquen, sino que es necesario tocar la emoción, porque quizás es lo que primero queda grabado en el cerebro del educando. “Al límite” es una vuelta al origen, al tránsito de personas, que imperiosamente tienen que salir de sus casas, dejando su tierra y raíces para tener vida mejor. Es una exposición de 20 fotográfica de Santiago Palacios, con siete objetos, qué a modo de sacramento, nos hablan de esas vidas. Pretende ser una respuesta, a las preguntas que puedan emerger en la visita a esa exposición.
Es una urgencia educativa la necesidad de vivir nuestra vida, intentando dar una respuesta en clave de humanidad que toque esa realidad, con “tacto pedagógico”, mediante el cuidado y la benevolencia, la haga florecer permitiendo hacernos muchas preguntas. Por ejemplo: ¿Y si descubrimos, el reflejo de la luz y el color que tienen todas esas vidas? Educar es encender faros. El faro indica, orienta, sitúa, pero no se conforma con eso; también da pistas de cómo seguir el camino. La luz del faro, nuestra luz como educadores, ha de estar, en torno a esa otra luz de rostros humanos sufrientes, dentro de esa exposición fotográfica, y en el momento en el que, a finales del 2023, hemos celebramos el 75º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Una enseñanza religiosa escolar que no sale de sí misma, está enferma; su luz deja de ser luz. Y nosotros estamos llamados, a no apagar esa luz, sino a nutrirla con el albor que sólo otorga la Fe. El papa Francisco quiere una educación, que irradie inclusión con los desfavorecidos, y en la que esté presente un “riesgo razonable y una sana informalidad respetuosa” En definitiva, una pedagogía crítica, que lleve a cabo el potencial de la educación para transformar, estando abiertos a la trascendencia.
Ampliando horizontes
El Congreso será un momento adecuado para reavivar la pasión por educar en la Iglesia, atendiendo a la necesidad de ver algunos retos a nivel global, como el aliciente para poder seguir trabajándolos a nivel local. Se trata de ampliar el horizonte de la perspectiva, sabiendo que lo que está en las agendas internacionales, debe de estarlo en las nacionales.
Primero para abrir de nuevo, un proceso participativo de reflexión de la educación católica, entendida en sentido amplio, en nuestro país. Segundo, para agradecer la trayectoria de tantas personas e instituciones eclesiales en el mundo educativo (con la intención de no dejarse nadie atrás), que tuvieron la oportunidad de presentar todas sus experiencias en los meses previos al Congreso, y que trabajan para que los educandos aporten lo mejor de sí a la sociedad. Tercero, de comprometernos con el presente, y haciendo explícita la visión de la Iglesia en un momento de complejidad, que requiere de una cierta “atmósfera pedagógica” en clave de autoridad frente a una educación y una Universidad, a veces, “líquida”.
La presencia (o ausencia) de un profesor cristiano, de un centro educativo, de un proyecto, de una actividad, etc. no es una cuestión particular, y tiene que ver con la presencia (o ausencia) de la Iglesia en un contexto concreto. Ojalá empecemos a pensar más globalmente para actuar localmente, recuperando las raíces, la memoria. Ofreciendo nada más que a Cristo, ese gran pedagogo, “en quien están encerrados todos los tesoros de la sabiduría y el conocimiento” (Col 2,3)
Ángel Luis Lorenzo*. Profesor Asociado a la Universidad de Extremadura. Subdirector del Instituto Superior de Ciencias Religiosas “Santa Maria de Guadalupe”