Los rumores sitúan a Luis Argüello como obispo de Salamanca... y Ciudad Rodrigo ¿Gil Tamayo, arzobispo castrense... este viernes?
Luis Argüello podría, al fin, obtener el premio de una diócesis como titular, no exenta de polémica, pues se convertirá en el primer prelado de la diócesis de 'Salamanca y Ciudad Rodrigo'
El castrense es un cargo de vital relevancia para ejercer de contrapeso en el día a día de los conflictos que surgen, y surgirán, entre obispos y Ejecutivo a cuenta de la educación, la eutanasia, la ley de memoria democrática, el aborto (ojo al Tribunal Constitucional, por cierto) y a esa "situación sociopolítica convulsa" de la que hablan los obispos en su 'oculto' documento programático para el próximo quinquenio
Otras fuentes hablan del vicario general de Toledo, César García Magán
Otras fuentes hablan del vicario general de Toledo, César García Magán
Como apuntábamos la semana pasada (acertamos de pleno en Teruel), el nombramiento del sucesor de Juan del Río está al caer. Algunos, incluso, aseguran que será este viernes cuando la Santa Sede haga público el nombre del nuevo arzobispo castrense, y que no se ha hecho antes por un problema burocrático. Una figura esencial en estos momentos de conflicto Iglesia-Gobierno, y en el que se quieren poner las bases para un diálogo que permita renovar los Acuerdos Iglesia-Estado y afrontar, ojalá que unidos, los desafíos del futuro.
Tal y como señalábamos, el obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, podría haber sido el elegido por Casa Real entre la terna planteada por Roma. Aunque Felipe VI prefería, en primera instancia, contar con el secretario general y portavoz, Luis Argüello, como castrense, la importancia del auxiliar de Valladolid en las negociaciones Iglesia-Gobierno hicieron recapacitar al monarca, que habría aceptado una propuesta que, años atrás, su padre desdeñó: la del anterior portavoz episcopal.
Un Gil Tamayo que se ha recuperado bien de su contagio por Covid-19 y que todavía conserva buenos contactos en las instancias políticas de Madrid. Y es que el castrense es un cargo de vital relevancia para ejercer de contrapeso en el día a día de los conflictos que surgen, y surgirán, entre obispos y Ejecutivo a cuenta de la educación, la eutanasia, la ley de memoria democrática, el aborto (ojo al Tribunal Constitucional, por cierto) y a esa "situación sociopolítica convulsa" de la que hablan los obispos en su 'oculto' documento programático para el próximo quinquenio.
Al parecer, Felipe VI podría haber cedido a las peticiones de Ejecutivo y episcopado sobre la inoportunidad de 'descabezar' la Secretaría General de la CEE nombrando a Luis Argüello como castrense. Auza, Omella y Roma, al fin, parecen haber hallado la vía para encontrar pastores con olor a oveja entre los candidatos al episcopado en España. Sería un sorpresón que hubieran hallado a uno de ellos para la Vicaría de Casa Real y los Ejércitos, pero en estos tiempos nada es seguro. De hecho, se rumorea otro nombre: el del vicario general de Toledo, César García Magán.
¿Y qué ocurrirá con Luis Argüello? El portavoz, bien preparado y apreciado por sus pares (aunque algunas de su últimas actuaciones, como la decisión de publicar el documento de la CEE, sus polémicas sobre las cifra de abusos o el 'indulto' a los presos catalanes, o su visita a Cuelgamuros para 'apoyar' a los benedictinos, no han gustado), podría recalar, al fin, como obispo titular. Tiene muchas 'novias', y un futuro esperanzador. pero ahora suena con fuerza para unir dos diócesis (no sin polémica): Salamanca -y la Universidad de la Iglesia- y... Ciudad Rodrigo. Veremos.
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