Ravasi, ¿el tapado?

Los últimos días de pontificado de Benedicto XVI están resultando frenéticos. El pulso de la información se relajará a partir de este domingo por la tarde, cuando el Papa y los miembros de la Curia -cardenales prefectos, secretarios y subsecretarios- se encierren durante una semana para los ejercicios espirituales de la Cuaresma. Unos ejercios que han sido especialmente encargados por el Pontífice al cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Pontifico Consejo para la Cultura. En lo que algunos comienzan a ver un "guiño" del Papa, que como bien estamos comprobando no da puntada sin hilo. Este año, el predicador ya no es Raniero Cantalamessa, sino un "papable".

Ravasi, nacido en 1942, cumple con algunos de los requisitos que, interpretando algunas de las claves que en estos días está dando Benedicto XVI, debería tener el próximo Papa. Está en una edad adecuada (70 años), forma parte de la Curia pero no del aparato de toma de decisiones y, sobre todo, dirige el Pontificio de la Cultura, junto al de Nueva Evangelización (dirigido por Fisichella), las "joyas de la corona" de Ratzinger.

Ravasi ha sido el muñidor del "Atrio de los Gentiles", que se ha paseado por las principales capitales europeas, abogando por el diálogo entre creyentes y no creyentes, uno de los retos que habrá de afrontar la Iglesia post-Ratzinger. El cardenal italiano, sin duda, es la figura más reconocida del diálogo entre la Iglesia y el mundo contemporáneo.

Muy probablemente, durante los ejercicios espirituales los cardenales presentes podrán comprobar el "status quo" de la Curia, y del propio Benedicto XVI ante el próximo cónclave. Las divisiones -"diferencias de opinión", ha dicho hoy Lombardi- entre los gestores del gobierno vaticano son evidentes, así como las luchas entre el sector capitaneado por Sodano y el de Bertone. En esta lucha, Ravasi bien podría ser un hombre de consenso, más aún si -como se espera- sus reflexiones en los ejercicios giran en torno al servicio y la comunión en el seno de la Iglesia, tal y como advirtió el Papa este Miércoles de Ceniza.

"Es el hombre más interesante de la Iglesia", ha dicho de él el vaticanista John Allen. Y es que Ravasi está bien visto por todos los posibles grupos decisorios del cónclave. Se ha acercado al mundo latinoamericano, y en Europa, como ya hemos dicho, cuenta con numerosos valedores en la principales diócesis, desde Viena a Barcelona, pasando por París o Berlín.

No es Ravasi el principal candidato, pero sí podría resultar el elegido si, como se prevé, ninguna de las facciones entre los "italianos" logra imponerse. Él y Ouellet bien pueden ser los "tapados" del cónclave. Por si acaso, aconsejo a nuestros lectores un libro recientemente publicado por Verbo Divino, y titulado "Cuestiones de fe", en la que el cardenal responde a 150 preguntas planteadas por creyentes y no creyentes. Todo un desafío que convendría tener leído... por si las moscas.
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