Los jesuitas piden la cabeza de Sodano

La base de la Iglesia no soporta más la gerontocracia de la curia vaticana. Y empieza a pedir cabezas con nombres y apellidos. "Hay un cardenal cuya cabeza debería rodar: Angelo Sodano. Su dimisión sería el mejor modo de repudiar la sórdida forma en que el padre Marcial Maciel fue protegido durante tantos años en Roma". Eso ha escrito Austen Ivereigh, corresponsal en Europa de la revista de los jesuitas estadounidenses, América, al comentar la investigación del National Catholic Reporter (NCR) que ha contado al mundo las oblicuas relaciones económicas de Maciel con el ex secretario de Estado vaticano.

"Al leer sobre los poderosos lazos de dinero y familia entre los dos hombres -un sobrino de Sodano fue elegido por Maciel como asesor para levantar la universidad de la Legión en Roma- es ahora más fácil entender qué tipo de batalla debió combatir el entonces cardenal Ratzinger para obligar a Maciel a dimitir en 2004", escribe Ivereigh. Era un año antes de la muerte de Karol Wojtyla, y estaba ya este muy enfermo, cuando el entonces prefecto de la congregación para la Doctrina de la Fe forzó que el mexicano dejara su puesto al frente de la Legión. Dos años más tarde, siendo ya Papa, le suspendió a divinis por haber abusado durante décadas de seminaristas, obligándolo a renunciar al ministerio público y a no comparecer más, aunque no le procesó por "su avanzada edad".

En 2008, muerto ya Maciel, el Papa suprimió el llamado "cuarto voto" de los Legionarios, que era secreto y obligaba a sus sacerdotes, bajo pena de excomunión, a no criticar, no denunciar a sus superiores, ni a aspirar a cargos. En marzo de 2009, Ratzinger decidió abrir una investigación oficial.

Los cinco inspectores que han trabajado desde el 15 de julio pasado hasta el 16 de marzo de este año en la Legión son Ricardo Watty, obispo de Tepic (México); Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid; Ricardo Ezzati, de Concepción (Chile); Charles J. Chaput, de Denver (EE UU), y Giuseppe Versaldi, de Alessandria (Italia). Su tarea ha consistido en determinar el estado moral y psicológico de los legionarios tras la revelación de los escándalos, y en analizar el sistema formativo y el estado financiero del movimiento, conocido como los Millonarios de Cristo, no solo por los generosos sobres con que Maciel conquistaba la protección de la Curia, sino por el patrimonio amasado por la Legión, que el NCR cifra en 25.000 millones de euros. El actual líder de los Legionarios, el vicario general Luis Garza Medina, ha afirmado estos días que esas cifras le dan "ganas de reír". "Hacemos una labor apostólica y no tenemos ganancias", ha dicho.

Miguel Mora (El País)

baronrampante@hotmail.es
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