El Mito de la Globalización Neoliberal

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"Allí donde la propiedad es un derecho individual
y donde el dinero sea la medida universal
jamás podrá reinar la justicia
y la prosperidad social" (Tomás Moro)

3.3. VALORES Y PRÁCTICAS AUTEGESTONARIAS


Democracia y autogestión

El desarrollo auténtico de la democracia, en sentido de humanización y personalización de la sociedad expuesto en el capítulo anterior, pasa indefectiblamente por la realización de la autogestión, la forma más perfecta de convivencia humana

La autogestión se podría definir como la participación directa de todos los hombres en la gestión de todos sus problemas, tanto en lo personal como en lo social. Es decir, que todos los hombres sean protagonistas de su existencia, de los asuntos que les incumben. Y esto en todos los ámbitos de la vida: económico, político, social, cultural, religioso. El hombre como sujeto y protagonista de su historia.

Sólo un sístema así está al servicio de la persona, y sólo en él puede darse la verdadera democracia. Sólo una sociedad fundada en la autogestión puede producir el hombre nuevo en el ámbito de unas relaciones sociales, económicas y políticas en las que él sea el sujeto creador de su vida social.

Mediante la filosofía y organización autogestionaria, los hombtres no sólo deciden cómo deben hacerse las cosas, sino el fin de estas, a quien deben servir. Sólo así será posible la verdadera justicia, porque sólo así no serán los intereses de unos pocos, de los más fuertes, los que primen; porque todos serán fuertes, tendrán el mismo poder de decisión, que vendrá dado por el hecho de ser personas.

La autogestión acaba con la profesionalización de la política, con las castas de los políticos, ya que todos ejercemos nuestro derecho a participar en los asuntos del común, sin delegación posible. Implica la vertebración de la sociedad. No es sólo un nuevo modelo de organización social. Es una ida fuerza, un camino, una aspiración. Para llegar a esta sociedad nueva, personalista y comunitaria, hace falta un cambio cultural, una nueva sensibilidad que sea capas de devolver a las personas su capacidad de ser protagonistas. Lo contrario de lo que el sistema neocapitalista imperante cultiva a marchas forzadas en todo el planeta.

La autogestón es exigencia de la misma condición humana. Es fundamentalmente una actitud cultural. Sin ella no es posible ni la libertad ni la democracia. Es una forma de andar hacia la plena realización de la persona. El principio básico de la autogestión es la libertad.

Ver: El Mito de la Globalización

Neoliberal

Desafíos y Respuestas
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