Recordando a las víctimas del golpe militar chileno


Fue el 11 de septiembre de 1973.

El general Pinochet, traicionando su juramento, se levantó en armas contra el gobierno legítimo del Presidente Salvador Allende.

Desde el Palacio de La Moneda, Allende lanzó a los cuatro vientos aquellas sus últimas palabras:
"Pagaré con mi vida
la lealtad del pueblo... Es posible que nos aplasten, pero el mañana será del pueblo, será de los trabajadores...Y sepan que mucho más temprano que tarde se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor"...

Desde el primer momento obreros y jóvenes universitarios trataron de luchar desde la Universidad Técnica del Estado, la UTE, en Santiago.
Pero más de 600 fueron hechos prisioneros, trasladados al Estadio Chile, y luego, junto a varios miles más, al Estadio Nacional.



Entre ellos estaba el cantautor Víctor Jara al que, antes de ser acribillado, le fueron rompiendo los dedos de las manos con un revólver.

Sí, fueron miles los ejecutados en aquellos primeros momentos.

También sufrieron persecución y muerte muchos compañeros y amigos pertenecientes al movimiento "Cristianos por el Socialismo". Con ellos hacía tiempo que nos intercambiábamos documentos y reflexiones teológicas sobre el papel de los cristianos en aquel despertar de América Latina.

Recuerdo que estas noticias las escuché casualmente al poner en funcionamiento un pequeño transistor. Era de noche. Yo me encontraba solo en una pequeña casa de adobe, casi derruida por el último terremoto, en un poblado del Valle del Chira, cerca de la ciudad de Sullana, en el norte del Perú. Fue mucha mi tristeza, tristeza y rabia contenida.

Todavía teníamos en Perú muy viva la imagen de Víctor Jara, pues hacía sólo un par de meses que él había estado recorriendo el país, animándonos con sus canciones. Ésta había sido su última salida fuera de Chile.

Todo esto fue lo que me impulsó a componer la canción "No podrán matar al pueblo".

Cuando meses después se publicó, dentro del disco-libro "La tierra grita", yo incluía este breve comentario:

"Guitarras que doblan por la muerte de sus hombres y mujeres.
Recuerdo que ilumina nuestro presente.

Guitarras que lanzan su grito invitándonos a empuñar las armas,
todas las armas del pueblo.

Guitarras que, ante la muerte de los suyos, afirman la fe inquebrantable en la causa:
Porque el pueblo nunca muere,
su marcha es más fuerte que el tiempo".


--- "No podrán matar al pueblo" ---

Qué pena tengo en el alma,
murieron los compañeros;
con ellos pierde la patria
lo más grande de su pueblo.

Que lloren nuestras guitarras,
sus cuerdas toquen a duelo;
balas y tanques traidores
llenaron de sangre el suelo.

Adiós, amigos caídos,
trabajadores y obreros,
Allende, Jara y Neruda,
qué fuerte es vuestro recuerdo.

Vuestra muerte no es inútil,
vuestro paso abrió un sendero
socialista y luminoso,
por ahí caminaremos.

Las guitarras se levantan,
no es hora ya de lamentos,
"empuñemos nuestras armas",
esto nos piden los muertos.

Gritos rebeldes en calles,
hojas que aclaran los hechos,
manos unidas con fuerza:
son también armas del pueblo.

Aunque nos quiten la vida,
no podrán matar al pueblo;
porque el pueblo nunca muere,
viene de lejos, muy lejos;
porque el pueblo nunca muere,
su marcha es más fuerte que el tiempo.



Letra y música: Juan Antonio Espinosa
Intérpretes: Manuel Picón y Grupo Toldería
Guitarras: Carlos Montero

--- En el momento de ir a grabar esta canción, en el Madrid de los primeros meses de 1974, nos encontramos que "gracias a la Censura Previa", el gobierno de la dictadura prohibió la letra por subversiva. ¿Solución? Hacer dos versiones: Una sólo instrumental para España, otra con toda la letra para los países de América Latina.
Por fin, años después, se hizo una nueva remasterización incluyendo las dos versiones, que se pueden encontrar - junto con 40 canciones más - en el Doble CD "Cantares de Libertad" (EDIBESA - Telef. 91 345 19 92 // www.edibesa.com).

--- Ahora, si quieres, puedes escuchar, y bajarte gratis, estas dos versiones.
Para la versión cantada pulsa aqui
Para la versión instrumental pulsa aqui
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