Investigación y juicio sobre la Resurrección /y 3.
Quiero recordar que no se trata de “un milagro” (un hecho observable en plano físico), sino de “el milagro”, es decir, la experiencia cristiana de la realidad, centrada en la historia y persona de Jesús. Todas las pruebas posibles (tumba vacía, transmaterialización o desmaterialización de cadáver) no prueban nada, absolutamente nada en plano de fe y vida cristiana.
Eso es lo que sabían Pablo y Marcos, Mateo, Lucas y Juan cuando escribieron sus “relatos de fe”, abriendo una nueva dimensión de Reino (de cumplimiento escatológico) en la vida de los hombres. No se trata de un cambio en lo que había, sino de una mutación en la línea de aquello que debe haber, tal como he mostrado en algunos de mis libros, y en el trabajo sobre resurrección de mis diccionarios (Diccionario de la Biblia, Verbo Divino, Estella 1998, y Diccionario de las tres religiones, Verbo Divino, Estella 1999).
Pero no quiero hoy seguir con mi discurso. Dejo a los lectores con algunos de los comentarios fundamentales de ese día, estableciendo una especie de investigación y juicio (sin sentencia) sobre la resurrección. Gracias a todos los que han intervenido.
(Ayer puse unas imágenes de L. Signorelli, Orvieto;hoy pongo la imagen de la resurrección-juicio final del Ábside de la Catedral Vieja de Salamanca, del siglo XV, de N. Florentino).
Comentario por galetel [Visitante]
Creo que el hecho-de-la-resurrección de Jesús, en sí, real y objetivo, ocurrió, pero no en su tumba.
La suposición de que ocurrió allí brota naturalmente de pensar que lo que resucitó fue su cadáver, pero es una suposición errónea. Lo que resucitó fue su cuerpo vivo, no su cadáver. Dondequiera que estuviese su cadáver, NO ocurrió allí la resurrección de Jesús.
Tampoco fue en su cruz, ni “en una experiencia mística”, ni “en los corazones”, ni “en la praxis jesuánica”, ni “en la fe”, ni “en su causa”, ni “simbólicamente”, ni “en otro mundo o dimensión” de este universo (o multiverso). Ni en ningún lugar ni momento del pasado.
Ocurrió (u ocurre, u ocurrirá, -porque no se le puede aplicar el tiempo habitual, ni un supuesto tiempo absoluto) en una nueva realidad creada para ese efecto, inaugurada por ese hecho, por Dios. Nadie de la realidad “normal” pudo presenciarlo, ni el NT lo describe.
El NT dice que Dios comunicó sorpresivamente el hecho a los discípulos, de tal manera que fuese comprensible, cierto e indudable PARA ELLOS, con el auxilio de las Escrituras, en unos momentos consecutivos a la muerte de Jesús. Esto es lo que queremos significar cuando decimos que Jesús “resucitó” en un momento histórico concreto del pasado, en base a lo que está contado con mayor o menor fidelidad en los evangelios.
Este hecho-de-revelación es lo que hizo y hace que Jesús esté realmente VIVO para nosotros actualmente, sacramentalmente, como herederos que somos de la experiencia pascual de los discípulos. El Espíritu Santo ha hecho actual PARA NOSOTROS, en la historia, la resurrección real y objetiva de Jesús que ocurrió/ocurre/ocurrirá en otra realidad de creación nueva. Lo Vemos VIVO y presente actualmente sólo de esa manera. Y queremos que todos puedan Verlo como nosotros, en nosotros, con nosotros, porque lo Vemos en ellos.
Pero después de nuestra muerte (inmediatamente después, para nuestra consciencia), resucitaremos como él, por él, a esa Nueva Realidad, y lo veremos VIVO empíricamente porque nosotros también estaremos Vivos como él, con él, por él y en él.
Y cuando esta Creación antigua desemboque finalmente y sea consumada en esa Creación Nueva, el evento límite común a ambas realidades -final de la antigua e inicial de la nueva— será precisamente el evento en que ocurra el hecho-de-la-resurrección de Jesús, seguida de la nuestra.
¡ALELUYA! Feliz Pascua a todos. Un gran abrazo.
Comentario por Xabi [Visitante]
Para empezar, respeto la opinión de Xabier y las de los comentaristas más literalistas. Mi opinión no coincide con nadie en concreto.
1. La guardia, que solo cita Mateo, es, digamos, muy improbable. ¿Qué testigo informó a Mateo de las conversaciones entre Pilato y los sacerdotes y entre los guardias y los sacerdotes? La intención de Mateo es parodiar la versión de que los discípulos robaron el cuerpo.
2. No soy experto en el tema, pero creo que los arqueólogos han encontrado una tumba "honorable" de un crucificado. No me parece inverosímil que alguien solicitase el cuerpo de Jesús a Pilato.
3. Ejerciendo de abogado del diablo, no creo que José de Arimatea aportase una tumba suya para que se convirtiese en un lugar de peregrinación, pero ¿podría haberla aportado como una contribución a que el cuerpo de Jesús no contaminase, sin perjuicio de que tuviese simpatías por él?
4. Un autor protestante algo conservador (W. L. Craig) defiende. . . . . . que en 1 Corintios la tumba vacía está implícita en la secuencia murió-fue enterrado-resucitó. Según este autor, los destinatarios -y Pablo- no entenderían la idea de resurrección sin una desaparición del cuerpo. Aclaro que me parece una argumentación interesante, pero no me adhiero a todas las opiniones de ese teólogo, aunque le respeto.
5. Se dice que la tradición más antigua es 1 Cor. 15, pero ¿y el relato pre-marcano de la Pasión, que parece que es de los años 40? (Theissen, Guijarro y un largo etc. )
6. El que José de Arimatea desaparezca después del relato de la tumba vacía no me parece sorprendente teniendo en cuenta la finalidad de los evangelios. En Hch. aparecen de repende dos personajes que estuvieron con Jesús desde el bautismo.
En fin, que no tengo una opinión del todo formada. Lo que sí tengo claro es la ahistoricidad de la guardia y de los ángeles en la tumba.
Comentario por Iñigo [Visitante]
Galetel, yo creo que la Resurrección de Cristo ocurrió reasumiendo la materia del cuerpo que estaba en la tumba (energizando esta materia, con propiedades nuevas). En el caso de Cristo, no va a ser un acontecimiento futuro, reservado para la resurrección general de los demás seres humanos.
Desde una perspectiva emergentista evolutiva, también la materia ha de ser asumida en una nueva creación.
Por lo demás, estoy de acuerdo contigo, cuando afirmas lo siguiente, sobre la Resurrección:
"Tampoco fue en su cruz, ni “en una experiencia mística”, ni “en los corazones”, ni “en la praxis jesuánica”, ni “en la fe”, ni “en su causa”, ni “simbólicamente”, ni “en otro mundo o dimensión” de este universo (o multiverso). Ni en ningún lugar ni momento del pasado. "
Comentario por galetel [Visitante]
[Iñigo:] “Desde una perspectiva emergentista evolutiva, también la materia ha de ser asumida en una nueva creación. ”
Sí, Iñigo, de acuerdo. Por eso dije: “cuando esta Creación antigua desemboque finalmente y sea consumada en esa Creación Nueva, el evento límite común a ambas realidades -final de la antigua e inicial de la nueva— será precisamente el evento en que ocurra el hecho-de-la-resurrección de Jesús, seguida de la nuestra. ”
No obstante, por obra en nosotros del Espíritu Santo, la Resurrección YA ocurrió, realmente. Esta es mi fe.
“Creo en el Espíritu Santo”. Su obra no es mera “inspiración” nuestra. La iniciativa es suya. Se nos impone sin forzarnos, como se impuso a los discípulos a pesar de su predisposición adversa a una resurrección de Jesús pues habría sido un “maldito por la Torá” y un “abandonado por Yahvé”. La Encarnación fue “por obra y gracia del Espíritu Santo” según nuestra fe, y la Resurrección también. Realmente. Como hecho suprahistórico futuro y también histórico pasado y presente. “Nadie puede decir que ‘Jesús es el Señor’ si no es por obra del Espíritu Santo”.
Si no creyera en la presencia real de Jesucristo resucitado, presente por obra del Espíritu Santo, en la experiencia pascual de los discípulos, tampoco creería en su presencia real en la Eucaristía.
Pero creo firmemente en ambas, porque creo en el Espíritu Santo.
Comentario por Iñigo [Visitante]
Galetel, el problema que veo en muchos argumentos acerca de la Resurrección, es que las personas aparentemente más inteligentes que la media, quieren saltar enseguida a los niveles más altos de abstracción, menospreciando todos los niveles anteriores (p. ej. el rechazo del teólogo Torres Queiruga hacia lo "empírico").
La "inteligencia abstracta" no lo es todo, tenemos que procurar armonizar todas nuestras inteligencias.
Los pensadores/investigadores más inteligentes y fructíferos (p. ej. Pascal, Teilhard de Chardin), aciertan y no desvarían como otros, en el nivel más alto de la abstracción, porque saben tener siempre presente el nivel más bajo de la concreción.
Pienso también que es importante que tengamos en cuenta los documentos del Magisterio de la Iglesia, para alcanzar un "lenguaje común", donde consigamos entendernos entre todos.
Comentario por galetel [Visitante]
[Iñigo:] “la Resurrección de Cristo ocurrió reasumiendo la materia del cuerpo que estaba en la tumba (energizando esta materia, con propiedades nuevas)
[. . . Pero. . . ] estoy de acuerdo contigo, cuando afirmas lo siguiente, sobre la Resurrección: ‘Tampoco fue [. . . ] en ningún lugar ni momento del pasado. ’”
¿No es contradictorio?
“La materia del cuerpo que estaba en la tumba”, es decir las moléculas que constituían el cadáver de Jesús, pudieron –al menos algunas de ellas— haber pertenecido antes a otras personas.
Y no haberle pertenecido a él diez años atrás.
Y no eran distinguibles de cualesquiera otras moléculas de los mismos compuestos químicos.
¿Verdad?
El cadáver –opino yo— pudo desaparecer (al conocimiento de los discípulos) por muchos motivos normales, desconocidos pero fácilmente imaginables. Y muchos, incluidos yo mismo y Sofía entre otros, hemos declarado que no nos perturbaría en absoluto que aparecieran sus restos.
El cuerpo resucitado de Jesús -y de cualquier resucitado- puede (incluso estaría yo de acuerdo en que debe) tener una base material, pero no tiene por qué ser materia de su cadáver, pues estas moléculas son COMPLETAMENTE intercambiables con cualesquiera otras de los mismos compuestos químicos.
Comentario por Luis Manuel [Visitante]
“La Resurrección es la prueba de la tumba vacía, no la tumba vacía es prueba de la Resurrección”. El sepulcro vacío no puede, de por sí, demostrar la Resurrección; esto es cierto. Ni tampoco “la fosa común” que tu aludes Xabier. Que te parece si preguntamos a la inversa, como lo sugiere el Papa Benedicto XVI en su segundo tomo sobre Jesús de Nazaret. ¿Es compatible la resurrección con la permanencia del cuerpo en el sepulcro? ¿Puede haber resucitado Jesús si yace en el sepulcro? ¿Qué tipo de resurrección sería esta? Para quienes la suerte del cadáver es irrelevante el sentido de la resurrección queda vago que obliga a preguntarse con qué género de realidad se enfrenta un cristianismo así. Hoy Xabier tú lo resuelves al hablar de la “fosa común”, con el siguiente párrafo:
“¿Cómo separar a Jesús de los otros ajusticiados? ¿Cómo distinguir sus huesos de los huesos de miles y miles de hombres y mujeres arrojados a la gran fosa de una historia que expulsa a sus víctimas? (cf. Ez 37, 1. . .
Comentario por Iñigo [Visitante]
Para Galetel:
Si el cuerpo de Jesús aún no se ha corrompido al cabo de 3 días, ¿acaso no sigue perteneciendo al presente (un punto único de síntesis, entre el pasado y el futuro)?
No tengo ningún inconveniente en que me convenzas con una explicación compleja, siempre que su intuición esencial sea "sencilla" (i. e. un punto único sintético, donde todo cuadra), y que sea accesible para cualquier inteligencia.
Comentario por galetel [Visitante]
Ratzinger en su “Introducción al cristianismo”:
“Tanto para Juan (6, 63) como para Pablo (1Cor 15, 50) la resurrección de la . carne. es la resurrección de las personas (Leiber), no de los cuerpos (Körper). Según el pensamiento moderno, el modelo paulino es mucho menos ingenuo que la tardía erudición teológica con sus sutiles ideas sobre el problema de si son posibles los cuerpos eternos. En pocas palabras, Pablo no enseña la resurrección de los cuerpos, sino de las personas; esto no se realiza en el retorno del cuerpo carnal, es decir, del sujeto biológico, cosa según él imposible (la corrupción no heredará incorrupción), sino en la diversidad de la vida de la resurrección, cuyo modelo es el Señor resucitado. ”
(JL Ruiz de la Peña, en “La Pascua de la Creación”):
“Que la identidad numérica se logre únicamente si el cuerpo resucitado consta de ‘la misma materia bruta’ que componía el terreno, es una opinión resueltamente indefendible (. . . ) Por ello, la teoría suscrita por la mayoría de los teólogos actuales es la de una identidad numérica ‘formal’, no material. (. . . ) La materia indeterminada deviene ‘cuerpo’, cuerpo ‘humano’, cuerpo ‘mío’, al ser informada por ‘mi’ alma; deja de ser todo eso al cesar la función informante del alma, para convertirse en ‘cadáver’ (que no es lo mismo que ‘cuerpo’). La identidad corporal es, pues, independiente de su composición atómica, celular o molecular; reside exclusivamente en la identidad del principio formal.
La importancia que la noción de ‘estructura’ reviste en la física contemporánea parece conceder un aval no desdeñable a esta teoría. ”
Comentario por Luis Enrique Antolín [Visitante]
Si he comprendido bien el planteamiento de la postal, sería en los discípulos donde se daría el hecho, modo y lugar de la Resurrección. Ellos entenderían la muerte de Cristo como signo máximo de coherencia y verdad de su proyecto de Reino en tanto que amor y entrega a los demás hasta el límite de dar la propia vida y sería justamente éllo lo que elevaría a Cristo al Padre, llevando a los discípulos a su vez a asumir tal proyecto, así los discípulos el fruto, la espiga, del grano de trigo que ha muerto.
No hay sepulcro que venerar, la hipótesis de la fosa común, común destino de los ajusticiados, es más conforme entonces con la propia identificación de Cristo con las víctimas como con la no veneración de un difunto siendo que Cristo representa la vida, la vida que se promueve y realiza en amor y entrega.
La verdad es que parece requerir ésto un grado de sutileza intelectual y espiritual más propia de alguien de nuestra época que de gentes de aquel tiempo y lugar. PorPor otra parte, los textos neotestamentario insisten por activa y por pasiva en el hecho , ni simbólico ni metáforico, de la Resurrección del Cristo, por la cual ha sido constituído Señor y ha entrado en la Gloria de Dios, sentado a la derecha del Padre. También habrá sido confirmado como Mesías de Israel, lo cual su muerte a manos de gentiles y su imputación de blasfemia en principio desmentía absolutamente.
No cabe concebir al Mesías, po cierto, sino como signo y portador de la victoria de Dios. y la muerte en cruz no es por sí misma ninguna victoria. Para que la cruz pueda ser entendida como lugar de entronización del Mesías(ahí el INRI), no bastará la sublimidad del mensaje de un derrotado, se requerirá un signo efectivo, no metafórico ni simbólico, de la victoria de Dios y de Su Ungido, lo cual es acorde, además, con la mentalidad religiosa judía, bastante dada y apegada lo concreto. Recordar, en fin, a este respecto aquello de que si Cristo no ha resucitado. .
Comentario por Fernando [Visitante]
De verdad, olvidaos de utilizar los términos de "forma" y "síntesis". No resuelven nada. Al final confunden todo, por muchas autoridades teológicas que se añadan. Al ser términos genéricos, no son suficientes en la aplicación de un solo caso, pues hasta ahora solo disponemos de una resurrección que no vuelve a la muerte, que es Jesús. Necesitaríamos de otros casos (como hecho consumado-experiencial en el pasado, no solo como argumento de futuro escatológico), y una mayor clarificación teórica y científica de simples términos metafísicos heredados.
En suma, no es la "forma" del cuerpo lo que resucita, ni en "síntesis" alguna. Lo que se confiesa en el NT es que "uno" singular ha resucitado para siempre, perteneciente al mundo de Dios (Rm 6, 9). Es un hecho singular, una persona singular (Jesús), la que ha adquirido -se dice- la condición singular de resucitado. Su ser es ya Dios, y de Dios solo disponemos su constitutivo de Persona, no de Forma o Síntesis.
Comentario por galetel [Visitante]
[Antolín:] “La verdad es que parece requerir ésto un grado de sutileza intelectual y espiritual más propia de alguien de nuestra época que de gentes de aquel tiempo y lugar (. . . ) no bastará la sublimidad del mensaje de un derrotado, se requerirá un signo efectivo, no metafórico ni simbólico”.
Estoy completamente de acuerdo en esto con Antolín.
Pero la aparición del cadáver revivificado, objetiva y empírica, no pudo ser, por varios motivos que alega nuestra mentalidad actual, pese a que habría sido lo único realmente convincente para la mentalidad de los discípulos, que además estaban fuertemente predispuestos a NO esperar su resurrección especial.
¿Entonces qué fue? Mi posición huye de ambos extremos, pero exige creer en el Espíritu Santo.
Por supuesto, creo que lo que resucitó fue la persona absolutamente singular de Jesucristo, divina y humana. Incluido su cuerpo humano, el mismo cuerpo que vivió y murió crucificado. Pero no su cadáver, sino su estructura corporal propia y singular re-suscitada en un cuerpo glorioso. Manifestado como objetivo y empírico a los discípulos por obra en ellos del Espíritu Santo.
Comentario por Fernando [Visitante]
Galatel, los términos "objetivos" y "empíricos" se utilizan -salvo que hablemos de otra cosa- en un medio de prueba, ensayo y error. ¿Disponemos de ellos para determinar si la "experiencia" del resucitado fue tal? Solo tenemos declaraciones de hace 20 siglos, abiertas a discusión, no pruebas, y como sabes, el peso de lo objetivo y empírico reside en éstas no en aquéllas. No poseemos una manifestación "empirica" en sí, sino solo la 'bona fide' de que no mintieron, nada más.
El tema se complica al añadir "por obra del E. S. ", pues entonces cualquier experiencia espiritual que posea el cristiano en cualquier tiempo posible (siempre obra del E. S. ) sería "objetiva y empíricamente" del Resucitado sin distinción entre primeros apóstoles y fieles, cosa que por cierto ya se ha dicho. La misma experiencia de Pablo es buen ejemplo de "aparición" del Señor al margen de las apariciones originarias.
Y respecto del cadáver, estamos en lo mismo: ¿disponemos de él?
. . .
La tesis de Xabier tropieza obviamente con la carga de los textos, pues pretende resolver el tema del cadáver de forma menos "misteriosa". En todo caso, me siento incapaz, tal vez por exceso de prudencia, para establecer una relación intrínseca entre cadáver y Resurrección al modo de Jesús, ni en contra ni a favor. En mi particular caso, ni creería más ni menos en la Resurrección si hubiera o no presencia cadavérica. Es decir, respecto de la Resurrección no me obliga una lógica forense.
Comentario por galetel [Visitante]
Yo creo que el Espíritu Santo actúa en las consciencias por su acción redentora, pero no en las realidades físicas, en las que actúa por su acción creadora. No puede haber oposición, en la historia, entre la acción redentora y la creadora. Pero sí una consumación final, suprahistórica, de la acción creadora, por la acción redentora, en una nueva creación.
Fernando:
No estoy hablando de demostraciones ni de certezas. La fe me parece indispensable. Y, por supuesto, la fe no depende de asentir a una u otra explicación; pero la fe puede razonarse para afirmarse y explicarse mejor.
Feliz Pascua.
El caso de Pablo, y el de todos los cristianos posteriores a los discípulos que tuvieron la experiencia pascual, no requiere que el Espíritu Santo les manifieste la resurrección como algo objetivo y empírico, porque hay ya una fe, una adhesión a la experiencia pascual de los discípulos. Hay una acción complementaria “sacramental” condicionada a la fe.
Comentario por Manuel_RH [Visitante]
Veo a galetel algo preocupado por entender cómo será la resurrección de nuestra parte corpórea, habla de cómo se recompondrán nuestras moléculas, si serán las mismas ó si serán otras. . . .
Pero si aún no entendemos del todo cómo las moléculas que nos conforman actualmente han atravesado un largo proceso que se inició en alguna estrella cercana hasta configurar un ser capaz de reconocer a su Creador. . . qué nos importa cómo será esa recomposición ulterior. El caso es que Dios puede hacerlo y lo hará, con independencia de que quizá nosotros nunca lleguemos a comprender cómo.
Por otra parte creo que si el sepulcro no hubiera estado vacío los discípulos no habrían tenido ni valor, ni argumento ni credibilidad para su predicación, aunque "hoy" no sea teológicamente relevante el destino del cadáver.
"Cristo ha resucitado, primicia de los que hemos de resucitar con él" Eso es lo que realmente importa y nos alegra en este día jubiloso. ¡¡Feliz Pascua de resurrección para todos!!
Comentario por galetel [Visitante]
Repito para Manuel_RH:
por supuesto, la fe no depende de asentir a una u otra explicación; pero la fe puede razonarse para afirmarse y explicarse mejor.
Comentario por Fernando [Visitante]
El caso de Pablo, y el de todos los cristianos posteriores a los discípulos que tuvieron la experiencia pascual, no requiere que el Espíritu Santo les manifieste la resurrección como algo objetivo y empírico, porque hay ya una fe, una adhesión a la experiencia pascual de los discípulos. Hay una acción complementaria “sacramental” condicionada a la fe.
¿Y cómo sabes lo que requiere o no el E. S. ? Desde luego, me parece que esto es caer en una composición teológica demasiado artificial, qué quieres que te diga, pues el mismo Pablo desmiente esto de la acción "complementaria sacramental" (no creo que él mismo lo entendiera) cuando se pone al final de la lista de testigos del Resucitado, en su conciencia de que él también pertenece a lo que confiere ser apóstol. No veo tan clara esa distinción tan forzada, y más suponiendo que la acción del E. S. no deja de ser en todo momento "pascual".
En todo caso, también buena pascua para ti.
Y no hagas caso de quien por ahí parece que escribe, es decir, lo parece porque meramente junta palabras. Sigue a lo tuyo y obvia cualquier comunicación.
Comentario por galetel [Visitante]
Fernando:
Pablo adhirió a la experiencia pascual anterior. “¿Por qué ME persigues?”, Ananías, etc.
No sólo ni principalmente a una experiencia propia de revelación.
Comentario por Fernando [Visitante]
Claro Galatel, pero tanto la de Pablo como la otros, ¿no son por ello experiencias propias de revelación? Habría que discernir antes qué y cuál es el campo de revelación. ¿Tendría sentido entonces lo que refiere en Ga 1, 15: "tuvo a bien revelar a MÍ a su Hijo"? Y añade después, "sin pedir consejo ni a la carne ni a la sangre, SIN SUBIR a Jerusalén". Incluir este "sin subir" (o partir) es muy intencionado para lo que toca a un contenido de "revelación" circunscrita a un lugar determinado, tocante a las experiencias de aparición y conformación de apóstoles.
Comentario por galetel [Visitante]
Fernando:
¿Y quién dice que no sean experiencias propias de revelación? No, yo, que sólo digo que son experiencias de otro tipo, que implican la adhesión (antes o después) a la experiencia pascual de los discípulos, única y singular.
Comentario por atman [Visitante]
La vida es muy corta para todos, cargamos con nuestras genética y vivimos dispersos resolviendo los problemas del día a día, nada está quieto, todo se mueve y debemos adaptarnos a una realidad cambiante.
Jesús compara la vida y la muerte con la semilla que se muere para dar fruto. La planta no se parece a la semilla y sin embargo la contiene, tambien nosotros experimentaremos esa transformación.
Feliz e interpelante Pascua de Resurrección.
Comentario por Fernando [Visitante]
Ese es el problema, querido Galatel, que no hay forma de discernir que son de otro tipo, pues ni siquiera el mismo Pablo demuestra que lo sean en orden a la revelación concreta de Jesús resucitado. De alguna manera buscas discriminar entre experiencias de revelación, pero al hilo de lo que explicas, si no hay diferencia entre acción reveladora y creadora, ante toda criatura que tenga experiencias "revaladoras", exige discernir qué estatuto diferente posee respecto de las que tuvieron los primeros testigos, cosa muy difícil a mi parecer siendo el mismo Espíritu pascual el que las constituye.
Dicho de otro modo: la única real diferencia entre revelaciones, no es ninguna propiedad definitiva e intrínseca a ellas, sino otra de tiempo constitucional y eclesial: aquellas propias y cualificadoras de apóstoles y pilares de la Iglesia, cerradas ya, y el resto como "posteriora", según se decía en la vieja teología. El caso no es la revelación en sí, sino el cierre eclesial.
Comentario por galetel [Visitante]
Para discernirlo me baso en que los discípulos dijeron: (como transmitieron después los evangelistas) que habían percibido objetiva y empíricamente a Jesús resucitado. Era cierto PARA ELLOS. Y los demás que tuvieron experiencias propias, como Pablo, se remitieron a ese testimonio fundamental fundador y único.
No tengo pruebas de lo que creo, pero lo creo por convicción y adhesión personal. Ninguna otra experiencia, aunque sea válida, tiene ese valor para mí, como pienso que pasa con los demás cristianos.
Comentario por Xabi [Visitante]
Los discípulos de Jesús no creyeron en su resurrección porque unas mujeres encontrasen una tumba vacía. Mateo y Juan dan dos hipótesis alternativas a la resurrección: el robo del cuerpo y el cambio de lugar.
La cuestión es: cuando empezó la predicación de la resurrección, ¿se mencionó una tumba vacía? ¿Está implícita la tumba vacía cuando Pablo dice en 1 Cor. 15 que Jesús fue enterrado y resucitó? ¿Es creíble el rumor de que los discípulos robaron el cuerpo? Si la respuesta es afirmativa, ¿por qué no circuló un rumor de que fue enterrado en una tumba común? ¿Cómo surge la idea del sepulcro vacío entre el momento en que muere Jesús y la fecha del relato premarcano de la pasión, escrito hacia el año 40 aproximadamente?
Estas cuestiones son sobre las que hay que dialogar desde el respeto, esa facultad que tenemos los seres humanos y no los hipopótamos.
Comentario por galetel [Visitante]
No me interesa especular sobre esto, pero voy a hacerlo para apoyar mi opinión de que la tumba pudo estar vacía por un motivo normal, que no tuvo nada que ver con la resurrección. Intentaré ser lo más breve posible.
Supongamos que HUBO una tumba perteneciente a un sanedrita fariseo, José de Arimatea, que sentía cierta simpatía por la predicación de Jesús acerca del Reino (entendido como un sanedrita fariseo podía entenderlo), donde José sepultó a Jesús apresuradamente después de obtener autorización para ello.
Supongamos también que HUBO una guardia romana custodiando el sepulcro de José, a petición de miembros del Sanedrín.
Supongamos que los discípulos y discípulas de Jesús huyeron a Galilea después de la crucifixión, como yo creo, y no volvieron a Jerusalén sino hasta varios días después.
Supongamos que en el interín, José, quizá influido por otros miembros del Sanedrín, o por su propio parecer personal, haya llegado a la conclusión de que era mejor ocultar
era mejor ocultar el cadáver en otro lugar, porque podía ser fuente de disturbios, o ser profanado o robado una vez que la guardia se retiró.
¿No pudo José de Arimatea trasladar entonces el cadáver a otro sitio conocido sólo de él, y mantenerlo en silencio después, incluso cuando los discípulos empezaron a proclamar la resurrección, por simpatía de José hacia su causa?
¿No pudieron encontrar así vacío el sepulcro los discípulos, cuando volvieron a Jerusalén días después?
¿Iban a ir unas mujeres al sepulcro, solas, sin hablar antes con José de Arimatea para pedirle ayuda, sabiendo de su buena disposición hacia Jesús?
¿Les habrá dicho José de Arimatea a las mujeres y a los discípulos que el cadáver no estaba ya en su sepulcro (verdad) y que él no sabía dónde estaba (mentira), para evitar problemas?
Puede ser una explicación “normal”, entre otras muchas imaginables.
Comentario por Iñigo [Visitante]
Un comentario encontrado en "Por respeto a la verdad: breve aclaración sobre "teología y fe" en la Resurrección":
http://www. periodistadigital. com/religion/opinion/2012/04/04/religion-iglesia-opinion-torres-queiruga-aclaracion-teologia-y-resurreccion. shtml#posInicioComentarios
Caña pensante
No existen los conjuntos vacíos. No existe el pensamiento vacío, porque piense sobre el conjunto vacío. ¿Existe el cuerpo glorificado sin cuerpo?. ¡Qué vacío me resulta fundar al líder asesinado en la fidelidad de sus seguidores! Non sequitur.
Comentario por Manuel_RH [Visitante]
A pesar de todo y en mi humilde opinión, lo lógico y natural es que fuera el cuerpo humillado y torturado el mismo que habría de ser glorificado y no quedar en la tierra a merced de los gusanos. La misma naturaleza de Jesus, cuerpo y alma, muerta y resucitada.
Comentario por Iñigo [Visitante]
Coincido con Manuel_RH y JC, y con todos los que ven la necesidad de la dimensión histórica de la resurrección de Cristo, y que
fuera "el cuerpo humillado y
torturado el mismo que habría de
ser glorificado" (Manuel_RH
08. 04. 12 | 22:47).
No siempre son los que más "especulan" con sus argumentos teológicos, los que más cercanos están de la verdad.
Comentario por Luis Enrique Antolín [Visitante]
A propósito de la muy oportuna reflexión de Manuel, hay que recordar además que la Resurrección no es subsecuente a lo que llamamos muerte por causas naturales sino a la muerte en la cruz. De hecho hay un vínculo de significación teológica entre ambas, el Resucitado es el Crucificado, no un muerto en su lecho como lo fueron Buda o Mahoma, por ejemplo.
Comentario por Rosendo A. Yunes [Visitante]
Realmente su opinion es desconcertante. Reconociendo que jESUS muere crcificado' como simbolo de todos los cruicificados de este mundo (por guerras, hambre, etc) no veo la necesidad de pensar en una fosa comun para justificar eso. Los evangelistas mintieron, inventaron, fueron tomados por alguna extraña teoria para escrivir lo que escrivieron y ahora algunos teologos sin ninguna base cientifica, ni historica pueden inventar lo que les viene bien?. Este racionalismo ya esta ultrapasado, son teorias de paradigmas de los siglos XVII a XIX que ahora no se porque lo ponen de moda. El problema no es ser progresistas o conservadores sino el respeto total por la VERDAD.
Completando: En sentido antropologico lo que resucita es el hombre Jesus. Alma y cuerpo son una unidad total, no existe alma pura sin cuerpo. La resurrección fue una especie de modelo, no es resuirrección de la carne sino del cuerpo que en este caso como dice S. Pablo es cuerpo de gloria, . transformado. Por eso el cuerpo carnal de Jesus debia ser transformado por El mismo que tenia ese poder por ser Dios. Todas as especulaciones teologicas diferentes no respetan este principio fundamental que es igualmente cientifico realista y no "idealista" como su propuesta. Al acción de Dios no se da solamente en el plano sociologico y eso esas teorias no lo comprenden. Su teoria es un "reduccionismo" sociologico.
Comentario por galetel [Visitante]
Queridos amigos contertulios. Los comprendo perfectamente. Yo también creo firmemente que Jesús resucitó realmente, en cuerpo y alma, con el mismo cuerpo con que vivió y fue crucificado, transformado y glorificado. . .
Pero no su cadáver.
Comentario por Fernando [Visitante]
Una cautela para entusiastas que -también y mucho- especulan teológicamente: un "cuerpo" resucitado, sea lo que sea esto, será todo lo realista que se quiera, pero no es objeto de ningún conocimiento científico, por mucho que sumemos términos de transformación, paradigma, nueva creación, etc. , que son igualmente "sociológicos" a la par que circunstanciales culturalmente. Estamos en el mero nivel de adecuación, analógica si se quiere, no de consistencia contrastable.
De lo único que se dispone es de un acto de fe asentado en aquello que "otros" han dicho de "otros" que dicen fueron testigos de tales acontecimientos. Nada más. Las explicaciones giran en torno a esta cadena de declaraciones sucesivas. Por lo tanto, es una verdad religiosa, confesada, objeto de crítica por tanto. Y dada la carga de la prueba sobre los que la confiesan, no hay que extrañarse de que puedan ponerse todas las objeciones posibles en el XIX, XX ó XXI.
Comentario por Iñigo [Visitante]
Galetel, lo importante es que sigamos reflexionando sobre el tema (también los "herejes" como Torres Queiruga sirven para interpelarnos), aunque no concuerdo del todo contigo.
En realidad, podemos hacernos un montón de preguntas, tanto sobre el cuerpo humano, como acerca del entorno vital en el que se desenvuelve. Sólo en la medida en que vayamos alcanzando un conocimiento más preciso acerca del ser humano, y sobre el cosmos que habitamos, podremos acabar anticipando lo que es la resurrección.
¿Se conservan idénticos los órganos y las funciones anteriores (nutrición, circulación, sexualidad, etc. ), en un cuerpo resucitado?
Comentario por galetel [Visitante]
Gracias por tu interés, Iñigo. Yo pienso que no es lógico que un cuerpo resucitado, inmortal, que no se desgasta, que atraviesa paredes, etc. , pueda estar constituido de la misma manera que uno terrenal. No necesitaría respirar, ni comer, ni funcionar de la manera que exige nuestro entorno físico habitual. Si se manifiesta de una manera análoga es solo para poder ser entendido y reconocido.
Responderte me servirá también para dirigirme a otros contertulios amigos, para introducir un nuevo comentario sobre el tema.
Como he dicho, yo creo firmemente en la resurrección real y corporal de Jesús, con el mismo cuerpo que tuvo en vida y fue crucificado. En mi fe, su resurrección es cierta y es la única causa y modelo de la nuestra, pienso que sólo esa es la diferencia en el modo de resucitar.
Situándome en la línea de muchos destacados teólogos, como Ratzinger (“Pablo no enseña la resurrección de los cuerpos, sino de las personas; esto no se realiza en el retorno del cuerpo carnal, es decir, del sujeto biológico, cosa según él imposible”) y Ruiz de la Peña (“‘cadáver’ -que no es lo mismo que ‘cuerpo’-. La identidad corporal es, pues, independiente de su composición atómica, celular o molecular”), no creo que el cuerpo que resucitó haya precisado del cadáver para ser “el mismo”.
Comprendo que es difícil de entender y aceptar; he intentado explicarlo, desde mi punto de vista, pero no lo he conseguido; tal vez otros comentaristas lo puedan explicar mejor, como Sofía, aunque parece que ella no quiere aplicarlo a este caso modélico de Jesús. Comprendo que cuesta aceptarlo, y, claro, no es necesario hacerlo; es una mera opinión teológica, aunque sostenida por muchos grandes teólogos, pero no demostrable.
Algunas personas pueden sentirse perturbadas, por eso he dudado en poner esa especulación acerca de José de Arimatea, y más todavía he dudado en poner el comentario que sigue a continuación de este, que no añade nada nuevo a esa especulación, pero la hace más explícita. Admito que es una especulación infundada, no afirmo que haya ocurrido así, pero lo pongo como ejemplo de lo que PUDO ocurrir, con sepulcro vacío pero sin que la desaparición del cadáver haya sido a causa de la resurrección. Naturalmente, me baso en una lectura creyente de los evangelios, pero no literalista, no al pie de la letra.
Pongo pues, a continuación, un nuevo comentario especulativo, imaginativo, sin pedir a nadie que esté de acuerdo con ello y pidiendo disculpas de antemano por si a alguien le choca.
Posiblemente, los discípulos huyeron aterrorizados a Galilea después de la crucifixión, y de que unas discípulas vieran cómo José de Arimatea sepultaba el cadáver de Jesús en un sepulcro suyo. José estaba acompañado de romanos, por eso sólo miraron desde lejos; después huyeron junto con los demás discípulos. Desolados y derrotados, llegaron a sus aldeas de Galilea. Allí se reunían para consolarse mutuamente y meditar acerca de lo que había sucedido.
Entonces comenzaron las apariciones; tal vez primero a algunas discípulas o a Pedro, luego a varios, luego a todos juntos. . . Las apariciones fueron vívidas e indudables; fueron aparentemente objetivas y empíricas PARA ELLOS . Las interpretaron con ayuda de las Escrituras. Llegaron a la conclusión de que Jesús había sido resucitado por Yahvé, y que se manifestaría pública y triunfalmente como Mesías en Jerusalén para restaurar a Israel, instaurando desde allí su Reino universal definitivo.
Volvieron jubilosos a Jerusalén, para participar de la “parusía” gloriosa. Pero quizá algunos albergaban todavía dudas. Cuando llegaron a Jerusalén, buscaron a José de Arimatea para que los llevara al sepulcro. Pero José de Arimatea había trasladado el cadáver a otro lugar más seguro, y había decidido guardarlo allí en secreto, para evitar problemas.
Quizá fueron mujeres las que contactaron con José. Este les habrá dicho “¿Buscáis a Jesús? No está en el sepulcro. No sé dónde está. Venid conmigo, mirad donde lo habíamos puesto; no está ahí. ”
Entonces ellas, muy emocionadas, le habrán contado que habían visto a Jesús vivo en Galilea. Y José, compadecido pero sin demostrarlo, no queriendo desilusionarlas, les habrá dicho: “Buscadlo pues en Galilea; allí lo encontraréis”. Y ellas se volvieron, tremendamente impresionadas, adonde estaba el resto de los discípulos en una casa de Jerusalén.
Se mantuvieron reunidos para esperar la Parusía, leyendo las
Escrituras, meditando, y orando. Quizá hubo más apariciones, hasta que cesaron. Semanas más tarde, en la fiesta de Pentecostés (Shavuot), a la que acudía mucha gente de todas partes, se sintieron fuertemente impulsados a salir y proclamar públicamente la resurrección de Jesús y su inminente venida gloriosa.
José de Arimatea, que simpatizaba con su causa, no dijo nada.
Comentario por Iñigo [Visitante]
Galetel, con tus especulaciones, podrías escribir alguna novela. . . ;-)
Saludos.
PD. Recuperaremos también la disidencia de José María Castillo (reeditando la novela "Barrabás", de Pär Lagerkvist), porque se ha acabado mosqueando, con los que le criticamos y no coincidimos con él. Siempre he valorado su sinceridad y honestidad, aunque esas cualidades humanas no bastan, si buscamos la Verdad.
Galetel, una pregunta (y no te molesto más): ¿Has añadido más artículos recientemente en tu blog?
Lo que escribes me interesa (haces una buena síntesis de la perspectiva espiritualista), veo que tienes mucho sobre filosofía.
Saludos.