"Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada", subraya en la Audiencia General Francisco: "Recemos por la paz, porque la guerra siempre es una derrota"
"Hoy en día, el amor está en boca de muchos "influencers" y en los estribillos de muchas canciones". "¿Pero el otro amor?"
"A Pablo le preocupa que en Corinto -como también entre nosotros hoy- haya confusión y que, de la virtud teologal, la que nos viene solo de Dios, en realidad no haya ni rastro", destacó Francisco, que incidió en los distintos tipos de amor"
"Invito a no olvidar a los que viven la guerra en Palestina, en Ucrania y por todos los pueblos que sufren por la guerra"
"Estamos acostumbrados a responder con un insulto y una maldición a los insultos y maldiciones", lamentó el Papa, quien reivindicó la "puerta estrecha" del amor "por la que debemos pasar para entrar en el Reino de Dios"
"Invito a no olvidar a los que viven la guerra en Palestina, en Ucrania y por todos los pueblos que sufren por la guerra"
"Estamos acostumbrados a responder con un insulto y una maldición a los insultos y maldiciones", lamentó el Papa, quien reivindicó la "puerta estrecha" del amor "por la que debemos pasar para entrar en el Reino de Dios"
"Ya hemos hablado de la fe y de la esperanza, hoy toca la caridad". El Papa Francisco dedicó la catequesis de este miércoles a la tercera virtud teologal, el "culmen de todo el itinerario" emprendido en las anteriores semanas.
En una soleada plaza de San Pedro, el Papa quiso hablar del amor, que siempre está de moda. "Incluso hoy en día, el amor está en boca de muchos "influencers" y en los estribillos de muchas canciones". "¿Pero el otro amor?", se preguntó, citando la carta de Pablo a los corintios.
"No el amor que sube, sino el que baja; no el que quita, sino el que da; no el que aparece, sino el que está oculto". Y es que "a Pablo le preocupa que en Corinto -como también entre nosotros hoy- haya confusión y que, de la virtud teologal, la que nos viene solo de Dios, en realidad no haya ni rastro", destacó Francisco, que incidió en los distintos tipos de amor".
"En realidad, los cristianos son capaces de todos los amores del mundo: también ellos se enamoran, más o menos como le ocurre a todo el mundo. También experimentan la bondad de la amistad. Asimismo, experimentan el amor a la patria y el amor universal a toda la humanidad", explicó. "Pero hay un amor más grande, que viene de Dios y se dirige a Dios, que nos empuja a amar a Dios, a convertirnos en sus amigos, y nos impulsa a amar al prójimo como Dios lo ama, con el deseo de compartir la amistad con Dios".
"Este amor", añadió, "por causa de Cristo, nos lleva a donde humanamente no iríamos: es amor por los pobres, por lo que no es amable, por los que no nos quieren y no son agradecidos. Es amor por lo que nadie amaría; incluso por el enemigo". Esto es "teologal", es decir, "viene de Dios, es obra del Espíritu Santo en nosotros", subrayó el Pontífice, que recordó el sermón de la montaña de Jesús. "Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada".
Así, "el amor se revela como una virtud teologal y toma el nombre de 'caridad", un amor "difícil, incluso imposible de practicar si no se vive en Dios", advirtió Francisco, insistiendo en que "en nombre de un ideal o de un gran afecto podemos incluso ser generosos y realizar actos heroicos. Pero el amor de Dios va más allá de estos criterios. El amor cristiano abraza lo que no es amable, ofrece el perdón, bendice a los que maldicen".
"Estamos acostumbrados a responder con un insulto y una maldición a los insultos y maldiciones", lamentó el Papa, quien reivindicó la "puerta estrecha" del amor "por la que debemos pasar para entrar en el Reino de Dios. Porque al atardecer de la vida no seremos juzgados por el amor genérico, sino precisamente por la caridad", señaló, recordando el famoso Mateo 25, uno de los ejes del pontificado de Francisco. "Esto es lo grande del amor, adelante y ánimo", concluyó.
"Dirijo mi pensamiento a las poblaciones de Afganistán por las fuertes lluvias que han causado mucha muerte, sobre todo de niños, y la destrucción de muchas casas, oro por las víctimas, y pido a la comunidad internacional para que ofrezcan la ayuda necesaria para la recuperación", señaló Francisco en sus saludos posteriores.
"Invito a no olvidar a los que viven la guerra en Palestina, en Ucrania y por todos los pueblos que sufren por la guerra", culminó. "Todos juntos, con el corazón grande, recemos porque haya una paz, porque la guerra es siempre una derrota, siempre".