Mensaje del Papa para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación El Papa anuncia que la Santa Sede se adhiere a la Convención de la ONU sobre el Cambio Climático y al Acuerdo de París
"La cumbre COP27 sobre el clima, que se celebrará en Egipto en noviembre de 2022, representa la próxima oportunidad para impulsar juntos una aplicación efectiva del Acuerdo de París"
"Alcanzar el objetivo de París de limitar el aumento de la temperatura a 1,5 °C es todo un reto y requiere la cooperación responsable de todas las naciones para presentar planes climáticos o contribuciones determinadas a nivel nacional, más ambiciosas, para reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero a cero con la mayor urgencia posible"
"Expuestos a la crisis climática, los pobres son los que más sufren el impacto de las sequías, las inundaciones, los huracanes y las olas de calor, que siguen siendo cada vez más intensos y frecuentes", denuncia el Papa, que pide "arrepentirnos y cambiar los estilos de vida y los sistemas perjudiciales"
"Expuestos a la crisis climática, los pobres son los que más sufren el impacto de las sequías, las inundaciones, los huracanes y las olas de calor, que siguen siendo cada vez más intensos y frecuentes", denuncia el Papa, que pide "arrepentirnos y cambiar los estilos de vida y los sistemas perjudiciales"
"En este Tiempo de la Creación, recemos para que las cumbres COP27 y COP15 puedan unir a la familia humana para abordar con decisión la doble crisis del clima y la reducción de la biodiversidad". El Papa Francisco acaba de publicar su mensaje para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, en el que anuncia que anuncia que la Santa Sede se adhiere a la Convención de la ONU sobre el Cambio Climático y al Acuerdo de París.
“Escucha la voz de la creación” es el tema de este año, que arranca el 1 de septiembre con la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, y termina el 4 de octubre con la fiesta de san Francisco. "Es un momento especial para que todos los cristianos recemos y cuidemos juntos nuestra casa común", glosa Francisco.
"Si aprendemos a escucharla, notamos una especie de disonancia en la voz de la creación. Por un lado, es un dulce canto que alaba a nuestro amado Creador; por otro, es un amargo grito que se queja de nuestro maltrato humano", recalca el Pontífice, quien invita a "practicar una espiritualidad ecológica" y rezar "en la gran catedral de la creación".
La Tierra, "a merced de nuestros excesos consumistas"
Sin embargo, el "amargo grito" de la Tierra, que "a merced de nuestros excesos consumistas, ella gime y nos suplica que detengamos nuestros abusos y su destrucción" propios de un "antropocentrismo despótico" que hace que también sean los más pobres los que más sufran.
"Expuestos a la crisis climática, los pobres son los que más sufren el impacto de las sequías, las inundaciones, los huracanes y las olas de calor, que siguen siendo cada vez más intensos y frecuentes", denuncia el Papa, que pide "arrepentirnos y cambiar los estilos de vida y los sistemas perjudiciales".
"El estado de degradación de nuestra casa común merece la misma atención que otros retos globales como las graves crisis sanitarias y los conflictos bélicos", sostiene el Papa, quien insiste en que, "como personas de fe, sentimos además la responsabilidad de actuar, en nuestro comportamiento diario, en consonancia con esta necesidad de conversión, que no es sólo individual", sino también comunitario.
Compromiso de las naciones
"En esta perspectiva, la comunidad de naciones también está llamada a comprometerse, con un espíritu de máxima cooperación, especialmente en las reuniones de las Naciones Unidas dedicadas a la cuestión medioambiental", recalca Bergoglio, quien añade que "la cumbre COP27 sobre el clima, que se celebrará en Egipto en noviembre de 2022, representa la próxima oportunidad para impulsar juntos una aplicación efectiva del Acuerdo de París".
Por ello, anuncia Francisco, "recientemente he dispuesto que la Santa Sede, en nombre y representación del Estado de la Ciudad del Vaticano, se adhiera a la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático y al Acuerdo de París, con la esperanza de que la humanidad del siglo XXI «pueda ser recordada por haber asumido con generosidad sus graves responsabilidades»".
Y es que, añade, "alcanzar el objetivo de París de limitar el aumento de la temperatura a 1,5 °C es todo un reto y requiere la cooperación responsable de todas las naciones para presentar planes climáticos o contribuciones determinadas a nivel nacional, más ambiciosas, para reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero a cero con la mayor urgencia posible".
"Convertir" los modelos de consumo y producción
"Se trata -sostiene el Santo Padre- de “convertir” los modelos de consumo y producción, así como los estilos de vida, en una dirección más respetuosa con la creación y con el desarrollo humano integral de todos los pueblos presentes y futuros; un desarrollo fundamentado en la responsabilidad, en la prudencia/precaución, en la solidaridad y la preocupación por los pobres y las generaciones futuras".
Al tiempo, Francisco subraya que la cumbre COP15 sobre la biodiversidad, que se celebrará en diciembre en Canadá, "ofrecerá a la buena voluntad de los gobiernos una importante oportunidad para adoptar un nuevo acuerdo multilateral que detenga la destrucción de los ecosistemas y la extinción de las especies".
En este punto, el Papa aboga por cuatro principios clave: "1. construir una base ética clara para la transformación que necesitamos a fin de salvar la biodiversidad; 2. luchar contra la pérdida de biodiversidad, apoyar su conservación y recuperación, y satisfacer las necesidades de las personas de forma sostenible; 3. promover la solidaridad global, teniendo en cuenta que la biodiversidad es un bien común global que requiere un compromiso compartido; 4. poner en el centro a las personas en situación de vulnerabilidad, incluidas las más afectadas por la pérdida de biodiversidad, como los pueblos indígenas, las personas mayores y los jóvenes".
"Quiero pedirles en nombre de Dios a las grandes corporaciones extractivas —mineras, petroleras—, forestales, inmobiliarias, agro negocios, que dejen de destruir los bosques, humedales y montañas, dejen de contaminar los ríos y los mares, dejen de intoxicar los pueblos y los alimentos", insiste el Papa, quien recuerda la existencia de una "deuda ecológica" que obliga a las naciones más ricas a "tomar medidas más ambiciosas tanto en la COP27 como en la COP15".
Boletín gratuito de Religión Digital
QUIERO SUSCRIBIRME
Etiquetas