¡Soy Compañero, Amigo, de Jesús de Nazaret, El Hombre Subversivo!

Hombre, Mujer
Para ser como Jesús
Sé como Jesús.

Para vivir como Jesús
Vive como Jesús.

Para amar como Jesús.
Ama como Jesús.

Para cantando y bailando como él.
Cantes y bailes como él.
Desde el amanecer hasta el ocaso
Y en la noche sigue alabándole

Para Ser Testigo de Jesús.
Sé cómo el Subversivo Jesús

Para entenderle a él, Entiéndelo 

Para acercarte a él. Acércate 

Para hablar con él
Háblale 

Para escucharle en el silencio
Escuchar el silencio

Para oírle en sus gritos
Oír sus gritos.

Para consolarle en sus lamentos.
Consolar a Jesús
Cómo él me consuela

¡Sé cómo Jesús!
Para ser humilde
Sé humilde

Silencioso, Luchador,
Transgresor, Radical, No mediocre.
Solidario con todos

Consecuente hasta sus últimas consecuencias.
Cómo él.

(II) Derramando todas sus lágrimas
Lo mismo que Él
Igual que S. Francisco de Asís.

Gritando hasta perder la voz
Lo mismo que los últimos de la tierra
¡Lo mismo que tú!

¡Lo mismo que él,
que perdió la voz para dártela a ti!
Y para ti haciéndola tuya...
La diste a los demás, para que haciéndola suya
liberarán a los empobrecidos y oprimidos de la tierra.

Denunciando la injusticia.
En los tribunales de esta tierra
que no son tus tribunales

Ni los palacios de justicia son.
¡Son Palacios de justicia, tu gran casa de la Misericordia!
¡No palacios de este reino inmisericordioso que hemos creado!
Si no casa de acogida tuya
de justicia y paz.

Que es allí donde impartes la verdadera justicia a los miserables y empobrecidos de la tierra

Dando fe de tu vida Jesús
Hasta la última gota de tu sangre
Haciendo perdurar aquí tu espíritu
Para transcenderlo hasta tu Padre
Para que así podamos compartirlo
con tu Padre
Y con tu Espíritu Santo.

Jesús ha sido el hombre
Que renunciando a todo
Ha sido el todo para el hombre
Haciéndose pobre y hombre
Para poderlo compartir con todos.

Y hacerse solidario
Y fuerza y hermano
Con todos los hermanos
Y hermanas de nuestro mundo.

Para demostrarnos que nuestra vida tiene todo el sentido
Y todo su apoyo
Porque él, depende de nosotros
Para que podamos curar
y alegrar a todos nuestros hermanos de la casa común.

Para que celebremos
la gran fiesta de la hermandad
En el gran salón de su casa.

Para aprender
a no estar inquietos por nada
Y estar quietos por nada,
que no sea lo que no es de Jesús.

¡Luchar cada día
por lo que es absoluto!
Cruzarnos de brazos
por lo que es relativo.

Extendiendo los brazos
para juntar a todos los hermanos, hermanas de Jesús.

Nuestro hermano mayor
Así nos lo demanda.