¿Habrá alguien que haga soportable nuestros pasos y nuestras fatigas en esta historia nuestra, tan amante de injusticias y tan sedienta de maldad?
¿Es tan inhumano buscar en este lento caminar el apoyo infinito de un Dios Eterno que haga posible asumir todo el laberinto de la realidad, y poder cimentar tu existencia en la paz, la solidaridad, el perdón, el amor y la misericordia?
La dimensión religiosa enlaza con el deseo existencial de sentido global y hace comprensible nuestro acercamiento a la realidad. Por esta razón, está ajena a la insatisfacción del hombre la filosofía de Nietzsche, que aboga por el superhombre que debe de andar su camino solo, sin compañías demasiado sospechosas y talante provocador.