JORNADA MUNDIAL DE LOS POBRES-2018

JORNADA MUNDIAL DE LOS POBRES-2018

INTRODUCCIÓN:

El Papa Francisco ha convocado para el Domingo XXXIII del Tiempo Ordinario (18 de Noviembre del 2018) la II JORNADA MUNDIAL DE LOS POBRES con el lema: ESTE POBRE GRITÓ Y EL SEÑOR LO ESCUCHÓ. El lema está inspirado en el Salmo 34.
Una jornada, instituida por el Papa Francisco después del Jubileo de la Misericordia, en la que Papa nos invita “a los hermanos obispos, a los sacerdotes y en particular a los diáconos, a quienes se les impuso las manos para el servicio de los pobres (cf. Hch 6, 1-7), junto con las personas consagradas y con tantos laicos y laicas que en las parroquias, en las asociaciones y en los movimientos hacen tangible la respuesta de la Iglesia al grito de los pobres, a que vivan esta Jornada Mundial como un momento privilegiado de nueva evangelización.

DOCUMENTO:

El Papa Francisco se inspira para el mensaje en el Salmo 34: ”Este pobre gritó y el Señor lo escuchó”. Dijo que “Las palabras del salmista se vuelven también las nuestras a partir del momento en que somos llamados a encontrar las diversas situaciones de sufrimiento y marginación en las que viven tantos hermanos y hermanas, que habitualmente designamos con el término general de ‘pobres’”.
Añade el Papa que “este salmo nos permite también hoy a nosotros, rodeados de tantas formas de pobreza, comprender quiénes son los verdaderos pobres, a los que estamos llamados a dirigir nuestra mirada para escuchar su grito y reconocer sus necesidades”.
Ante esta realidad, el Pontífice resalta que “el Señor escucha a los pobres que claman a Él y que es bueno con aquellos que buscan refugio en Él con el corazón destrozado por la tristeza, la soledad y la exclusión. Escucha a todos los que son atropellados en su dignidad y, a pesar de ello, tienen la fuerza de alzar su mirada al cielo para recibir luz y consuelo. Escucha a aquellos que son perseguidos en nombre de una falsa justicia, oprimidos por políticas indignas de este nombre y atemorizados por la violencia; y aun así saben que Dios es su Salvador.”
Señala el Papa que “lo que surge de esta oración es ante todo el sentimiento de abandono y confianza en un Padre que escucha y acoge. A la luz de estas palabras podemos comprender más plenamente lo que Jesús proclamó en las bienaventuranzas: «Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos» (Mt 5,3).
El Papa Francisco recuerda, que “en virtud de esta experiencia única y, en muchos sentidos, inmerecida e imposible de describir por completo, nace el deseo de contarla a otros, en primer lugar a los que, como el salmista, son pobres, rechazados y marginados. Nadie puede sentirse excluido del amor del Padre, especialmente en un mundo que con frecuencia pone la riqueza como primer objetivo y hace que las personas se encierren en sí mismas.

El Papa subraya que “el salmo describe con tres verbos la actitud del pobre y su relación con Dios”: GRITAR, RESPONDER Y LIBERAR.

GRITAR:
Subraya el Papa Francisco que “la condición de pobreza no se agota en una palabra, sino que se transforma en un grito que atraviesa los cielos y llega hasta Dios”. Ante la actitud que muchos tienen ante las personas pobres se preguntó: “¿cómo es que este grito, que sube hasta la presencia de Dios, no alcanza a llegar a nuestros oídos, dejándonos indiferentes e impasibles?(…) estamos llamados a hacer un serio examen de conciencia para darnos cuenta si realmente hemos sido capaces de escuchar a los pobres”.
Señala el Papa Francisco que muchas veces las iniciativas que trabajan con los más pobres están “dirigidas más a complacernos a nosotros mismos que a acoger el clamor del pobre”. Y añade: “Se está tan atrapado en una cultura que obliga a mirarse al espejo y a cuidarse en exceso, que se piensa que un gesto de altruismo bastaría para quedar satisfechos, sin tener que comprometerse directamente”.

RESPONDER:
El Papa Francisco recuerda que Dios no sólo escucha el grito del pobre, sino que responde. Asegura que “La respuesta de Dios al pobre es siempre una intervención de salvación para curar las heridas del alma y del cuerpo, para restituir justicia y para ayudar a retomar la vida con dignidad”. Añade que “Los pobres no necesitan un acto de delegación, sino del compromiso personal de aquellos que escuchan su clamor”.

LIBERAR:
El Papa Francisco destaca que “el pobre de la Biblia vive con la certeza de que Dios interviene en su favor para restituirle dignidad”. Además asegura: “La pobreza no es buscada, sino creada por el egoísmo, el orgullo, la avaricia y la injusticia”. A su vez dejó palabras para los que esperan en el Señor: “Las cadenas de la pobreza se rompen gracias a la potencia de la intervención de Dios”.

ÁNIMO. LEVÁNTATE, ÉL TE LLAMA”
En el mensaje el Papa Francisco señala que le “conmueve saber que muchos pobres se han identificado con Bartimeo, del que habla el evangelista Marcos (cf. 10,46-52). El ciego Bartimeo «estaba sentado al borde del camino pidiendo limosna» (v. 46), y habiendo escuchado que Jesús pasaba «empezó a gritar» y a invocar al «Hijo de David» para que tuviera piedad de él (cf. v. 47). «Muchos lo increpaban para que se callara. Pero él gritaba más fuerte» (v. 48). El Hijo de Dios escuchó su grito: «“¿Qué quieres que haga por ti?”. El ciego le contestó: “Rabbunì, que recobre la vista”» (v. 51).
Indica el Papa que “esta página del Evangelio hace visible lo que el salmo anunciaba como promesa. Bartimeo es un pobre que se encuentra privado de capacidades fundamentales, como son la de ver y trabajar. ¡Cuántas sendas conducen también hoy a formas de precariedad! La falta de medios básicos de subsistencia, la marginación cuando ya no se goza de la plena capacidad laboral, las diversas formas de esclavitud social, a pesar de los progresos realizados por la humanidad… Cuántos pobres están también hoy al borde del camino, como Bartimeo, buscando dar un sentido a su condición. Muchos se preguntan cómo han llegado hasta el fondo de este abismo y cómo poder salir de él. Esperan que alguien se les acerque y les diga: «Ánimo. Levántate, que te llama» (v. 49)” Recuerda el Papa que muchos esperan que alguien se les acerque y les diga: “Ánimo. Levántate, que te llama”, como le dicen a Bartimeo. Sin embargo, ”las voces que se escuchan son las del reproche y las que invitan a callar y a sufrir”, lamentó.

“LOS POBRES NOS EVANGELIZAN”

Señala el Papa Francisco que “los pobres son los primeros capacitados para reconocer la presencia de Dios y dar testimonio de su proximidad en sus vidas”. Y recordó que “Dios permanece fiel a su promesa, e incluso en la oscuridad de la noche no hace faltar el calor de su amor y de su consolación”. Y subraya que: “para superar la opresiva condición de pobreza es necesario que ellos perciban la presencia de los hermanos y hermanas que se preocupan por ellos y que, abriendo la puerta del corazón y de la vida, los hacen sentir amigos y familiares”.

El Papa manifiesta un deseo: “Quisiera que también este año, y en el futuro, esta Jornada se celebrara bajo el signo de la alegría de redescubrir el valor de estar juntos. Orar juntos en comunidad y compartir la comida en el domingo. Una experiencia que nos devuelve a la primera comunidad cristiana, que el evangelista Lucas describe en toda su originalidad y sencillez: «Perseveraban en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones. [....]” (Hch 2,42.44-45).

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