XXXII VIERNES DEL TIEMPO ORDINARIO/CICLO B/ 16-11-2018
XXXII VIERNES DEL TIEMPO ORDINARIO/CICLO B/ 16-11-2018
EVANGELIO DEL DÍA: Lc 17,26-37
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían y se casaban, hasta el día que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con todos. Lo mismo sucedió en tiempos de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, sembraban, construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos. Así sucederá el día que se manifieste el Hijo del hombre. Aquel día, si uno está en la azotea y tiene sus cosas en casa, que no baje por ellas; si uno está en el campo, que no vuelva. Acordaos de la mujer de Lot. El que pretenda guardarse su vida la perderá; y el que la pierda la recobrará. Os digo esto: aquella noche estarán dos en una cama: a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán; estarán dos moliendo juntas: a una se la llevarán y a la otra la dejarán.»
Ellos le preguntaron: «¿Dónde, Señor?»
Él contestó: «Donde se reúnen los buitres, allí está el cuerpo.»
COMENTARIO:
Celebramos el Viernes de la Trigésima Semana del Tiempo Ordinario Haz de hoy el mejor día de tu vida y no desaproveches las oportunidades que te presenta Dios para hacer el bien. ¡Eso sí que es corresponder al amor de Dios y reconocer que “somos salvados”!
En el Evangelio de este Viernes de la Trigésima Segunda Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Lucas (Lc 17,26-37).
Los apóstoles esperaban con impaciencia el delo Hijo del Hombre, esto es, la manifestación gloriosa del Mesías, tal como la anunciaba Daniel. Y Jesús les recuerda que lo importante es vivir cada día preparados.
Jesús invita a ello con la breve parábola que recuerda los episodios del diluvio y la destrucción de Sodoma.
Supliquemos a Dios en este día que nos conceda el don de la humildad y la generosidad. Amén.
www.marinaveracruz.net
EVANGELIO DEL DÍA: Lc 17,26-37
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían y se casaban, hasta el día que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con todos. Lo mismo sucedió en tiempos de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, sembraban, construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos. Así sucederá el día que se manifieste el Hijo del hombre. Aquel día, si uno está en la azotea y tiene sus cosas en casa, que no baje por ellas; si uno está en el campo, que no vuelva. Acordaos de la mujer de Lot. El que pretenda guardarse su vida la perderá; y el que la pierda la recobrará. Os digo esto: aquella noche estarán dos en una cama: a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán; estarán dos moliendo juntas: a una se la llevarán y a la otra la dejarán.»
Ellos le preguntaron: «¿Dónde, Señor?»
Él contestó: «Donde se reúnen los buitres, allí está el cuerpo.»
COMENTARIO:
Celebramos el Viernes de la Trigésima Semana del Tiempo Ordinario Haz de hoy el mejor día de tu vida y no desaproveches las oportunidades que te presenta Dios para hacer el bien. ¡Eso sí que es corresponder al amor de Dios y reconocer que “somos salvados”!
En el Evangelio de este Viernes de la Trigésima Segunda Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Lucas (Lc 17,26-37).
Los apóstoles esperaban con impaciencia el delo Hijo del Hombre, esto es, la manifestación gloriosa del Mesías, tal como la anunciaba Daniel. Y Jesús les recuerda que lo importante es vivir cada día preparados.
Jesús invita a ello con la breve parábola que recuerda los episodios del diluvio y la destrucción de Sodoma.
Supliquemos a Dios en este día que nos conceda el don de la humildad y la generosidad. Amén.
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