"Sí a las víctimas, sí a escucharlas, acompañarlas, protegerlas y defenderlas" Blázquez cree que los abusos de niños han llevado a desconfiar de la Iglesia y a una situación "humillante y escandalosa"
Aboga por desenmascarar estos hechos "que han dañado profundamente a las víctimas y humillado a sus familias, que han contaminado a la Iglesia y la sociedad"
"Es necesario estar atentos a otras formas de abuso y humillación"
Dice que hay que acercarse al fenómeno de los abusos "para comprenderlo y para curarlo, para prevenirlo a través de todos los medios disponibles"
Dice que hay que acercarse al fenómeno de los abusos "para comprenderlo y para curarlo, para prevenirlo a través de todos los medios disponibles"
| RD/Agencias
El cardenal arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, ha reconocido que los abusos de niños en la Iglesia "durante tanto tiempo má o menos conocida pero silenciada" han llevado a una situación "humillante y escandalosa" que "mina" la confianza en la Iglesia.
Blázquez, en su carta de la segunda quincena de este mes recogida por Europa Press, ha recordado que después del Miércoles de Ceniza comienza el tiempo litúrgico de la Cuaresma, que este año "está marcado por una toma de conciencia profunda de los abusos de niños en la Iglesia" que "urge de manera particular a la conversión".
Una situación, la de los abusos que han llevado a "una situación humillante y escandalosa que mina la confianza en la Iglesia" pero cree que se puede superar "con actuaciones decidas, pidiendo perdón y confiando en la misericordia de Dios capaz de curar, de perdonar" y de dar un nuevo corazón.
Asimismo, se ha referido al encuentro sobre protección de menores que se celebró en Roma el pasado mes de febrero y en el que participó el Papa y ha explicado que en dicho encuentro se dialogó "ampliamente" y se pudo escuchar a las víctimas "narrar su penosa historia, sobrecogedora, con dolor y a punto de saltarse las lágrimas", además de que se rezó y se pidió perdón acogiéndose "a la compasión de Dios" ya que estos hechos han sido pecado y en muchos casos delitos.
"Los casi 200 participantes hemos dicho sí a las víctimas, sí a escucharlas, acompañarlas, protegerlas y defenderlas ante los abusos de cara al futuro", ha subrayado el también presidente de la Conferencia Episcopal, quien además ha añadido que se dijo "no tajante a los abusadores, a los encubridores, al silencio cómplice y al tratamiento inadecuado de los hechos delictivos".
Por ello, Ricardo Blázquez ha abogado por desenmascarar estos hechos "que han dañado profundamente a las víctimas y humillado a sus familias, que han contaminado a la Iglesia y la sociedad" porque "el pecado ofende a Dios y daña a la Iglesia".
Asimismo, el prelado vallisoletano se ha referido a la intervención del Papa en dicho encuentro, "un discurso despertador de conciencias, compungido ante Dios y en sintonía con el sufrimiento de las víctimas" y que señala y orienta en la ruta a seguir, por lo que Blázquez recomienda su lectura.
Ricardo Blázquez ha recordado textualmente las palabras del discurso del Papa en el encuentro sobre protección de menores en la Iglesia:
"El abuso de poder está presente en otras formas de abuso de las que son víctimas 85 millones de niños, olvidados por todos. Los niños soldado, los menos prostituidos, los niños malnutridos, los niños secuestrados y frecuentemente víctimas del monstruo del comercio de órganos humanos o también transformados en esclavos, los niños víctimas de la guerra, los niños refugiados, los niños abortados y así sucesivamente".
Por ello, para el arzobispo de Vallladolid, en el encuentro de Roma se centró en los menores víctimas de abusos en la Iglesia pero "es necesario estar atentos a otras formas de abuso y humillación" porque los cristianos, discípulos de Jesús, tienen "razones especiales para reprobar tales abusos".
Así, Blázquez asegura que se aprende de Jesús cuando dijo: "El que acoge a un niño como este en mi nombre me acoge a mí" y cuando advirtió: "El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen en mi, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar".
Por ello, el cardenal Blázquez afirma que a los abusos "dentro y fuero de la Iglesia" hay que acercarse "para comprenderlo y para curarlo, para prevenirlo a través de todos los medios disponibles" sociológicos, históricos, psicológicos, psiquiátricos, pedagógicos, jurídicos, penales y también "de orden evangélico, teológico y eclesial"