(Jesús Bastante).-El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, presentó este mediodía en Madrid el Congreso Eucarístico Nacional, que congregará en Toledo del 27 al 30 de mayo a 800 congresistas en torno al Sacramento de la Eucaristía. En mitad de la crisis económica, Rodríguez se mostró reacio a recortar las ayudas a la Iglesia, y recordó que éstas "son una aportación voluntaria, no como el dinero que se da a los sindicatos".
"Si esto supusiera la salvaguarda de la crisis económica, estaríamos dispuestos -a aceptar un recorte en las ayudas-. Pero es una gota en el océano", recalcó el prelado, quien insistió en que la Iglesia "mima con su atención a aquellos a quienes no cuida nadie, haya o no crisis".
No quiso hablar el arzobispo de Toledo sobre la acusaciones que penden sobre el legado papal al congreso, el cardenal Angelo Sodano, acerca de su complicidad con Marcial Maciel y sus abusos. "Los abusos del fundador de los Legionarios hace mucho tiempo que se conocen, y el Papa no ha dudado en nombrar como el legado más idóneo al cardenal Sodano. Lo otro son polémicas y rumores, que aparecen y que están ahí. Pero de rumores no hablo".
Sí que habló, aunque no demasiado, sobre la polémica del burka en Lleida. En este sentido, y aunque reconoció que "es un tema que me desborda", Braulio Rodríguez insistió en que "el uso del burka, de alguna manera, dificulta la convivencia". No obstante, aclaró, "son las autoridades las que deben decidir en una sociedad multicultural como la nuestra. Pero a mí no me corresponde, gracias a Dios".