"Los juristas censuran el anuncio de Colau de desobedecer leyes injustas" (El País 1 de junio 2015)
¡En manos de qué juristas estamos! ¡Cómo es posible que se pueda censurar semejante afirmación! O sea, que si hay leyes injustas, los juristas y jueves, en vez de oponerse a ellas, las han de defender y aplicar sabiendo que son injustas y con ello comentan una injusticia, aunque sea legal. Por lo visto es más grave faltar a la ley aunque sea injusta que faltar a la justicia, y por tanto condenar a alguien injustamente.
No es de extrañar que haya reclusos que se quejan de haber sido injustamente condenados y estar pagando en la cárcel por delitos no cometidos.
Si no nos podemos fiar de juristas y jueces, ¿de quién nos vamos a fiar? ¿Qué ética enseñan esos juristas en su cátedras a quienes van a ser jueces el día de mañana?
Unos y otros dirán que no tienen la culpa, que las leyes injustas las aprueban los Parlamentos. Esa disculpa no vale, pues en conciencia hay que oponerse a toda ley injusta y denunciarla, y es lo que deben hacer unos y otros antes de enseñarla y aplicarla.
Es más, no basta que haya una buena legislación si los responsables de aplicarla no lo hacen.