Miedo
El miedo, instrumento de dominio
Marcos 4, 35 a 40:
Aquel día, al anochecer, dijo Jesús a sus discípulos: “Vamos a la otra orilla". Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba. Otras barcas los acompañaban. Se levantó un fuerte huracán y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba a popa, dormido sobre un almohadón. Lo despertaron diciéndole: "Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?". Se puso en pie, increpó al viento y dijo al lago: "¡Silencio, cállate!". El viento cesó y vino una gran calma. Él les dijo: "¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?". Se quedaron espantados y se decían unos a otros: "¿Pero, quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!".
1.-El miedo como instrumento de poder.-Los discípulos tienen miedo. Jesús lo atribuye a su falta de fe en El. El miedo ha sido utilizado muchas veces como instrumento de poder y dominio sobre los demás, especialmente de los pobres, a los largo de la historia como en nuestros días, tanto de parte del poder político, como económico o religioso.
Vemos como los peores políticos acuden al miedo para atacar a los contrarios como vimos en las elecciones pasadas. En vez de presentar un programa político que dé respuesta a las necesidades del pueblo y que en consecuencia este lo refrende, lo que intentan es conseguir el poder a base de meter a los electores miedo al adversario. Un triunfo así nunca será digno y sin garantía ninguna de que va a estar al servicio del pueblo.
También en el orden religioso se ha utilizado mucho el miedo para tener a la gente sumisa, obediente e incluso subyugada. Se ha utilizado a Dios como dueño, amenazador y señor absoluto de los destinos del hombre, que lo vigila con ojo avizor y le impide su libertad. Y cuando no bastaba amenazar con Dios se acudía al infierno como castigo eterno, a donde El te enviaría, incluso por un simple mal llamado "mal pensamiento", aunque solo durara un instante. El verbo temer y la palabra temor aparecen en la Biblia unas 291 veces, aunque solo 45 en el Nuevo Testamento, pero casi siempre mal traducidas, pues cada vez que se habla del temor o de temer a Dios se puede traducir perfectamente por respeto a Dios. Dios sí merece respeto, como lo merece todo cuanto existe. pero no temor. Es muy triste que a los empobrecidos de este mundo, cargados de problemas, miserias y sufrimientos se les dijese además que eran un castigo enviado por Dios por sus pecados, y no solo aquí y ahora, sino que se los amenazase además con el otro mundo. Hasta a los niños, cuando se hacían algo de daño, se les decía: "Ves, te castigó Dios por ser malo, desobediente...". Lamentable, triste y repugnante imagen de Dios, que hace a los de arriba fuertes ante los débiles, y los hace débiles ante los más fuertes que ellos, en una asimetría pefectamemte injusta. Tal repugnante imagen de Dios está en la base de la increencia actual de muchas personas, así como de un tipo de iglesia que promulga leyes y normas intocables para ser dócilmente cumplidas, que incluso entran en el campo de la conciencia y la intimidad de las personas, convirtiendo a la persona en censora de si misma.
2.-El Dios de Jesús.-El Dios que vivió y nos enseñó Jesús es justo todo lo contrario. Cada vez que Jesús utiliza el verbo temer es para decirnos que no temamos: "No temáis a los que pueden matar el cuerpo, pero no el alma". "No temáis que valéis vosotros más que los pájaros y Dios cuida de ellos". "Yo soy, no temáis". "No temáis...que el Padre os dará el Reino". "No temas, tan solo ten fe y sanarás", etc.
Para recuperar la imagen verdadera de Dios es necesario recuperar al mismo Jesús, hombre verdaderamente libre ante toda clase de poderes político-religiosos de este mundo, y el mayor libertador de pobres y oprimidos que ha conocido la historia de la humanidad. Jesús es la verdadera y real imagen de Dios, un Dios lleno de bondad, de misericordia entrañable, de amor, de justicia, de cercanía, de fraternidad, de igualdad entre todos con predilección por los más pobres y necesitados: así fue Jesús, así es Dios.
3.-A quién tener miedo?.-A los únicos a los que hay que tener miedo de verdad es a los poderosos de este mundo, como las multinacionales que les quitan o contaminan la tierra a los pobres como en Suramérica o Africa y los obligan a vivir en los sitios más peligrosos sometidos a terremotos, tormentas y huracanes, volcanes, semidesiertos como el Sahel, etc. Hay que temer, y mucho, a los gobiernos corruptos, a los banqueros despiadados que desahucian sin tener piedad ni de niños ni de ancianos, a los ricos que llevan el dinero a los antros fiscales, a los políticos que se enriquecen con la política, a los que hacen leyes injustas a favor de los de arriba que obligan a los pobres a robar para vivir. Esos generadores de miedo deberían estar siempre en el punto de mira de la denuncia profética de la Iglesia Jerárquica y de los verdaderos creyentes en Jesús, para construir un mundo fiel a la dignidad del ser humano y al futuro de la Madre Tierra de la cual dependemos todos.
Un cordial abrazo a tod@s.-Faustino
Marcos 4, 35 a 40:
Aquel día, al anochecer, dijo Jesús a sus discípulos: “Vamos a la otra orilla". Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba. Otras barcas los acompañaban. Se levantó un fuerte huracán y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba a popa, dormido sobre un almohadón. Lo despertaron diciéndole: "Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?". Se puso en pie, increpó al viento y dijo al lago: "¡Silencio, cállate!". El viento cesó y vino una gran calma. Él les dijo: "¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?". Se quedaron espantados y se decían unos a otros: "¿Pero, quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!".
1.-El miedo como instrumento de poder.-Los discípulos tienen miedo. Jesús lo atribuye a su falta de fe en El. El miedo ha sido utilizado muchas veces como instrumento de poder y dominio sobre los demás, especialmente de los pobres, a los largo de la historia como en nuestros días, tanto de parte del poder político, como económico o religioso.
Vemos como los peores políticos acuden al miedo para atacar a los contrarios como vimos en las elecciones pasadas. En vez de presentar un programa político que dé respuesta a las necesidades del pueblo y que en consecuencia este lo refrende, lo que intentan es conseguir el poder a base de meter a los electores miedo al adversario. Un triunfo así nunca será digno y sin garantía ninguna de que va a estar al servicio del pueblo.
También en el orden religioso se ha utilizado mucho el miedo para tener a la gente sumisa, obediente e incluso subyugada. Se ha utilizado a Dios como dueño, amenazador y señor absoluto de los destinos del hombre, que lo vigila con ojo avizor y le impide su libertad. Y cuando no bastaba amenazar con Dios se acudía al infierno como castigo eterno, a donde El te enviaría, incluso por un simple mal llamado "mal pensamiento", aunque solo durara un instante. El verbo temer y la palabra temor aparecen en la Biblia unas 291 veces, aunque solo 45 en el Nuevo Testamento, pero casi siempre mal traducidas, pues cada vez que se habla del temor o de temer a Dios se puede traducir perfectamente por respeto a Dios. Dios sí merece respeto, como lo merece todo cuanto existe. pero no temor. Es muy triste que a los empobrecidos de este mundo, cargados de problemas, miserias y sufrimientos se les dijese además que eran un castigo enviado por Dios por sus pecados, y no solo aquí y ahora, sino que se los amenazase además con el otro mundo. Hasta a los niños, cuando se hacían algo de daño, se les decía: "Ves, te castigó Dios por ser malo, desobediente...". Lamentable, triste y repugnante imagen de Dios, que hace a los de arriba fuertes ante los débiles, y los hace débiles ante los más fuertes que ellos, en una asimetría pefectamemte injusta. Tal repugnante imagen de Dios está en la base de la increencia actual de muchas personas, así como de un tipo de iglesia que promulga leyes y normas intocables para ser dócilmente cumplidas, que incluso entran en el campo de la conciencia y la intimidad de las personas, convirtiendo a la persona en censora de si misma.
2.-El Dios de Jesús.-El Dios que vivió y nos enseñó Jesús es justo todo lo contrario. Cada vez que Jesús utiliza el verbo temer es para decirnos que no temamos: "No temáis a los que pueden matar el cuerpo, pero no el alma". "No temáis que valéis vosotros más que los pájaros y Dios cuida de ellos". "Yo soy, no temáis". "No temáis...que el Padre os dará el Reino". "No temas, tan solo ten fe y sanarás", etc.
Para recuperar la imagen verdadera de Dios es necesario recuperar al mismo Jesús, hombre verdaderamente libre ante toda clase de poderes político-religiosos de este mundo, y el mayor libertador de pobres y oprimidos que ha conocido la historia de la humanidad. Jesús es la verdadera y real imagen de Dios, un Dios lleno de bondad, de misericordia entrañable, de amor, de justicia, de cercanía, de fraternidad, de igualdad entre todos con predilección por los más pobres y necesitados: así fue Jesús, así es Dios.
3.-A quién tener miedo?.-A los únicos a los que hay que tener miedo de verdad es a los poderosos de este mundo, como las multinacionales que les quitan o contaminan la tierra a los pobres como en Suramérica o Africa y los obligan a vivir en los sitios más peligrosos sometidos a terremotos, tormentas y huracanes, volcanes, semidesiertos como el Sahel, etc. Hay que temer, y mucho, a los gobiernos corruptos, a los banqueros despiadados que desahucian sin tener piedad ni de niños ni de ancianos, a los ricos que llevan el dinero a los antros fiscales, a los políticos que se enriquecen con la política, a los que hacen leyes injustas a favor de los de arriba que obligan a los pobres a robar para vivir. Esos generadores de miedo deberían estar siempre en el punto de mira de la denuncia profética de la Iglesia Jerárquica y de los verdaderos creyentes en Jesús, para construir un mundo fiel a la dignidad del ser humano y al futuro de la Madre Tierra de la cual dependemos todos.
Un cordial abrazo a tod@s.-Faustino