Sistemas para erradicar la pobreza

Siempre leo con curiosidad los sistemas que establecen los diversos gobiernos para reducir la pobreza de sus habitantes para ver los que resultan más útiles. La verdad es que la India, con el nuevo sistema de reconocimiento digital, ha dado un gran paso adelante pues ha terminado con los intermediarios que se quedaban con una buena parte del pastel. Parece que el éxito de los programas actuales reside en que reciban las ayudas directamente las personas necesitadas y ya no se contempla ayudar a comunidades con la esperanza de que la riqueza se extienda a sus estamentos más bajos, porque se ha demostrado su ineficiencia.

China también ha conseguido rebajar dramáticamente los índices de pobreza pero las zonas rurales seguían teniendo tasas muy altas. El presidente Xi Jinping, cuando fue gobernador de la provincia de Fujian entre 1999 y 2002, una zona muy rica, la hermanó con Ningxia, situada en el centro del país en un entorno montañoso y pobre. La idea era compartir los bienes y el conocimiento para conseguir el desarrollo de los peor dotados pues si China no consigue resolver el problema de la igualdad de la renta, la legitimidad del partido comunista será cuestionada.

El pueblo de Minning (Ningxia), situado en un valle entre montañas y con una tierra árida donde sólo se pueden criar cabras, se ha convertido en un referente nacional. Han realizado un censo de las personas necesitadas en el municipio que dio una cifra 409 habitantes que vivían por debajo de 3200 yuanes al año, una cantidad que se considera superior al índice de pobreza. Este estudio demostró que en la lista había 37 pobres por problemas de salud, otros 77 vivían en zonas e inhóspitas, 95 eran lisiados… La ciudad recogió todos los problemas, necesidades de sus pobres y las ayudas que les proporcionaba el gobierno, dibao, creando un plan específico para cada uno. Se montaron viveros para plantas ornamentales, lugares donde se podían cultivar champiñones, se dieron cursos específicos para estos empleos y para otros creando puestos de trabajo que reportaban un sueldo anual de 20.000 yuanes a los trabajadores.

Uno de los problemas es que el dibao lo paga el gobierno central y la administración es local con lo que los receptores suelen ser los amigos o parientes de los regidores de los ayuntamientos, incluso las listas en las que aparecen los pobres están trucadas. No ayuda que muchas personas no pueden trabajar porque tienen minusvalías, algunas originadas por falta de alimentación y medicinas, tan es así que otro estudio realizado por el Partido Comunista ha fijado que el 46% los pobres lo son por problemas de salud. Y tampoco es menor la dificultad, cuando la cantidad asignada al dibao ha ido disminuyendo desde el 2013 y hoy supone un 0,2% del PIB cuando otros países, como Indonesia están en el 0,5%.

Muchos analistas se preguntan los motivos por los que los pobres urbanos no están contemplados por el gobierno pues para éste no hay gente destituida en las grandes ciudades ya que cobran más de 3200 yuanes al año. Unos cálculos, que son ciertos, pero no tienen en cuenta el mayor costo de vida de las grandes urbes por lo se considera que hoy puede ser mayor la pobreza en el mundo urbano.

El gobierno chino está consiguiendo que 10 millones de personas abandonen la pobreza extrema anualmente y para el 2020 se alcanzará la meta que se había fijado, un éxito indudable. Pero un esfuerzo inmenso exigirá que otros muchos, los que no se consideran pobres pero lo son, entren en estas listas ¡Qué difícil es erradicar la pobreza!
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