Deja tu fatiga en Dios. Pon en Él tu cansancio del día. Las familias cristianas acostumbran a rezar antes del sueño. Enseñan a sus hijos a dirigirse a Dios al acostarse. Son muchos, muchos, los problemas que sacuden a la humanidad, muy en particular al mundo de los pobres y los olvidados. No abandonamos la lucha. Pero ahora dejamos en Él todos los cuidados. Mañana será otro día. Y rezamos quizá con esta oración de la familia.
ORACIÓN DE LA NOCHE
Te damos gracias, Señor,
por el día que se acaba,
por el paso de las horas
y por tu amor que no pasa.
Gracias por nuestro trabajo,
por el pan que no nos falta
y por tanta gente buena
que has puesto en nuestra jornada.
Gracias por ti y por nosotros,
por lo que nos quieres… Gracias
por ser de nuestra familia
y vivir en nuestra casa.
Perdona nuestros pecados.
Ponnos tu paz en el alma.
Ampáranos en el sueño
y guárdanos en tu gracia.
Gracias, Señor. Buenas noches.
Un abrazo. Hasta mañana.
(De Cien oraciones de la familia, Madrid, San Pablo, 1995, p. 62).