Oración para El día de la Madre

(Salmo 128)


Dichoso el que teme al Señor.
Dichosa tú que lo conoces y los amas.


Dormíamos ignorantes en tus brazos,
y tú ya pronunciabas con amor su nombre.
Sobre nuestra cuna descendía
fascinante el misterio,
y ya nos enseñabas a mirar a lo alto
y a balbucir palabras de amor y de presencia.


Dichosa tú, parra fecunda,
portadora, como uvas, de frutos abundantes,
madre de vida, madre dulce de tus hijos,
elevada, extendida, donante de ti misma
en medio de tu casa.
Bendita seas por ti y en tus hijos,
bendita y bien amada del Señor.


Que el Señor te bendiga desde Sión,
y desde todas partes, desde tu pueblo y tu casa,
todos los días de tu vida;
que veas los hijos de tus hijos.

¡Paz a Israel!
Paz a todos los hombres y mujeres de la tierra.
Paz a todas las madres.
Paz a ti.


Amén.


(De El día de la Madre, Madrid, San Pablo, 2003, p. 111-112).
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