Piropo a la Inmaculada

Esto es lo que hoy envío en mi blog: un piropo a la Inmaculada. El piropo es, por definición, breve. Breve es el poemilla que transcribo, una décima sometida rigurosamente al canon de la métrica clásica. La escribí muchas décadas atrás, en mis tiempos de estudiante. Posiblemente pueda descubrirse en ella alguna influencia de un poeta contemporáneo mayor que yo leía con devoción por entonces.

Es un canto a la maternidad de María, la raíz de su grandeza y de su concepción inmaculada. Canto a la llena de Dios y de gracia. Es, al mismo tiempo un aviso lírico de la próxima Navidad.

A MARÍA EN LA EXPECTACIÓN DEL PARTO



Madre de Dios, gratia plena,
Dios te salve. La dulzura
está contigo. ¡Qué hondura
en tu plenitud serena!
Dios en tu seno te llena
de maternidad sin fondo.
María, mar, cielo hondo,
madre de las aguas, mar,
orbe para navegar,
plenitud de lo redondo.


(Navidad de 1958)

(Obra poética, p. 151).
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