Pon un acorazado, pongo el viento

En estos momentos de confusión y zozobra social y política, me viene a las manos esta áspera, al tiempo que esperanzada, miniatura, presuntamente lírica, que escribí y publiqué en tiempos ya lejanos.

PON UN ACORAZADO


Pon un acorazado, pongo el viento;
pon un misil, yo un ansia velocísima;
fleta un avión, yo una nostalgia alada;
saca un cañón, yo apunto con el dedo
al horizonte no alcanzable.


El tiempo nos dirá quién gana la carrera
de las armas mortales.


(De Pie en la cima de sombra,

Obra Poética, p.218).
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