En un encuentro de la Universidad del Sentido de Scholas Occurrentes Francisco pidió "abrir los corazones" para hacer frente al dolor
En diálogo con estudiantes, el Papa recordó las tardes de la infancia con su abuela, destacó el rol del arte y pidió una educación que no sea solo "instrucción"
"Hay que dejar lugar a la esperanza, porque cuando el dolor se cierra en sí mismo es venenoso, siempre, cuando se deja ayudar y se abre es fecundo. Abrirse, siempre abrirse"
"Cuando te animas a arriesgar por el camino de la poesía y el arte encontrás una cosa muy linda, y para mi la clave es la capacidad de jugar"
"Cuando te animas a arriesgar por el camino de la poesía y el arte encontrás una cosa muy linda, y para mi la clave es la capacidad de jugar"
Hernán Reyes Alcaide, corresponsal en el Vaticano
Un papa Francisco abierto al diálogo con jóvenes que participaron durante tres días en Roma de un encuentro educativo y que mostró su rostro más humano, recordando sus primeras memorias, en las tardes con su abuela Rosa, destacando el rol del arte y dando consejos para superar el dolor y dejar abrir los corazones a la esperanza.
"Mi primer recuerdo fue cuando nació mi hermano, no me acuerdo del nacimiento, yo tenía 13 meses, sino que recuerdo que mi abuela me venía a buscar todos los días. Ellos vivían a 500 metros, y me buscaban para que mi mamá pudiera ocuparse de mi hermano. Venía la abuela y me llevaba a la casa de ellos y pasaba el día con los abuelos hasta después de almorzar. Así, mi primera lengua fue piamontés, después vino el castellano", sostuvo el Papa al participar en el Vaticano de un encuentro de la Universidad del Sentido de Scholas Occurrentes.
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En el diálogo con estudiantes, el Papa dio su consejo para superar el dolor: "hay que dejar el corazón abierto. Lo peor que puede suceder en la vida es que el dolor te cierre, que te haga arisco. Hay que dejar lugar a la acaricia, el dolor pide ser acariciado. Hay que dejar lugar a la esperanza, porque cuando el dolor se cierra en sí mismo es venenoso, siempre, cuando se deja ayudar y se abre es fecundo. Abrirse, siempre abrirse", dijo.
En ese marco, el pontífice destacó el valor del arte ya que "te ayuda a progresar".
"El arte te libera, te tira adelante, y te ensancha el corazón y te hace comprender tantas cosas. Recuerdo en casa que mi papá algunas noches nos leía y eso me fue introduciendo en la literatura. Abrirse a la literatura, y la abuela muchas veces nos hacía repetir de memoria trozos de "Los novios". Y me los acuerdo todavía. La introducción al arte, que te abre mucho, te hace comprensivo y te aligera el corazón", planteó tras recitar de memoria algunos versos de su compatriota Jorge Luis Borges.
En su intercambio, el Papa sostuvo la importancia de que la educación vaya más allá de la instrucción.
"Muchas veces concebimos la educación como algo que podemos lograr cosas que podemos aprender para manejarnos, eso está bien. Pero hay un peligro que es confundir educación con instrucción", planteó y volvió a destacar los denominados "tres lenguajes, de las manos, la mente y el corazón".
"Cuando te animas a arriesgar por el camino de la poesía y el arte encontrás una cosa muy linda, y para mi la clave es la capacidad de jugar. La verdadera dimensión lúdica es creativa, la pelota de trapo por ejemplo es un símbolo de la creatividad a través del juego", ejemplificó en ese marco.
