En el Foro JAI encontráis las palabras del arzobispo de La Plata, monseñor Aguer, en el día de Santo Tomás. Excelentes. Él es sin duda el paradigma de los obispos argentinos aunque se encuentre en notabilísima minoría. Algo así como en aquellos años, afortunadamente pasados, Don Marcelo en España.

El episcopado argentino en estos momentos, salvo contadas excepciones, es penoso. No existe. Están los amigos del Macca, Maccarone, Mariconi según otros y en base a hechos probados, los no existentes, y como mucho una docena de obispos como Dios manda.

Algún amigo ha calificado de Judas al cardenal de Buenos Aires. Desde mi admiración a su persona y a su combate creo que más que Judas es Pilatos. Se lava las manos, deja hacer todo y lo único que anhela es su propia tranquilidad. Que nadie se la perturbe.

Menos mal que para salvar la dignidad de un episcopado argentino todavía queda un arzobispo de La Plata. A Don Marcelo en su día le respaldaron ocho en los días más abisales de nuestra última Iglesia. Igual ni llegan a esa cifra los obispos argentinos que piensan como monseñor Aguer.

Benedicto XVI tiene un grave problema en Argentina. Ojalá lo sepa resolver.