EL AMOR NO MUERE
EL AMOR NO MUERE
VIVIMOS Y MORIMOS EN LA AMISTAD y EL AMOR DE JESUCRISTO
01. LÁZARO, EL HOMBRE SIN ROSTRO.
De los tres hermanos, Marta, María y Lázaro, éste es el único que no tiene ningún rostro, ni perfil. Lo ignoramos todo sobre él, excepto que enfermó y murió. Lázaro es un personaje, un tanto enigmático, callado.
¿Lázaro, la muerte son el silencio de Dios?
Es la condición humana. Tengamos el rostro y las condiciones que tengamos, “enfermamos” y morimos todos.
El relato de Lázaro plantea el problema de la muerte en toda comunidad cristiana, en la humanidad.
02. JESÚS LO AMABA Y LO RESUCITÓ.
Harto dura es la muerte como para que encima la llenemos de juicios y condenaciones, días de ira e infiernos.
Jesús se acerca a la muerte con afecto y amor
V 3: el que amas está enfermo.
V Jesús amaba a Marta y María.
V 11 Nuestro amigo Lázaro se ha dormido.
V 39 ¡Cómo lo quería!
Cada uno de nosotros somos el rostro de Lázaro, la persona, a quien JesuCristo ama.
Todos estamos enfermos, todos somos amados y, todos morimos al menos físicamente y todos
morimos en la misericordia, en el amor de Dios.
03. v 11 DUERME
Para nosotros la muerte es el final de toda esperanza. El creyente piensa y cree en la muerte como en una dormición. (La palabra cementerio significa, dormitorio. De la muerte de María decimos: la dormición de María).
Desdramaticemos la muerte y activemos la esperanza.
04. v 25 YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA.
Cuando hablamos de la vida, le damos mil vueltas: vida eterna, vida definitiva, vida “más allá”, vida sobrenatural, “donde quiera que estés”, etc… Cristo se muestra, es, la vida, la resurrección y la vida.
Quizás nos haga bien aplacar toda curiosidad y pensar, descansar y confiar en el que es: Yo soy la resurrección y la vida. San Pablo lo decía de modo muy similar: para mí vivir es Cristo (Fil 1,21).
Poco antes de ser ejecutado en 1945, Dietrich Bonhoeffer decía que ante la muerte lo único que vale es la confianza en Dios. Él ya sabrá lo que ha de hacer: querernos. El antídoto contra la muerte no está en la ciencia, menos en el tanatorio, ni tan siquiera en la resurrección. La salida al problema de la muerte está está en el amor, en la confianza en el amor. Dios sabrá lo que ha de hacer.
Podemos atravesar por noches y valles de tinieblas, incluso por muertes psicológicas. ¿Me fío, confío en Dios en lo profundo de mi sufrimiento?
Dios no nos va a ahorrar la muerte física / biológica, pero nos abre las puertas de la esperanza: quien confía en el Señor, vive.
Marta no entiende bien cómo será todo esto (tampoco nosotros), pero descansa, cree en Cristo como mesías, señor de la vida, Hijo de Dios.
El mensaje de este relato es que esos hermanos no están muertos, sino que siguen viviendo en Cristo: Yo soy la resurrección y vida, (Jn 11,25).
05. QUITAD LA LOSA.
Hay muchas losas, cargas y fardos pesados que quitar en la vida. Hay losas que pesan toneladas de muerte: odios, racismos, poder, capitalismo, etc.
En ocasiones la muerte no es solamente física, “hay muertos en vida”, hay muertes psicológicas, morales, espirituales, como el hijo pródigo. Podemos estar muertos en vida.
Quizás la losa más pesada sea la muerte.
JesuCristo se pasó la vida quitando losas y cargas pesadas y repartiendo vida: pan de vida, agua de vida, amor de vida…
04. SAL AFUERA. QUITADLES LAS VENDAS
SAL AFUERA.
En San Sebastián se entierran diariamente, más o menos, cinco, seis personas, pero en situaciones de muerte vivimos muchas más.
“Salgamos afuera”, a la luz del día, de la creación, de la vida. Como en los evangelios los malos espíritus nos llevan a vivir en la muerte, en sepulcros.
DESATADLE LAS VENDAS
Recuerda un poco los relatos de la resurrección de Cristo.
Como Lázaro, también podemos vivir -morir- atados de pies y manos por el peso de la muerte, por las ligazones a ideologías, a situaciones eclesiásticas, al dinero.
Me parece a mí que los católicos tenemos miedo a la muerte por el terror del infierno, pero podemos pensar y gozar de que los cristianos VIVIMOS Y MORIMOS EN LA AMISTAD Y EN EL AMOR DE JESÚS Y DE DIOS PADRE.
YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA.